Libre albedrío, amor y providencia divina

Lección 8, 1er Trimestre, del 15 al 21 de Febrero del 2025.

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Sábado por la tarde, 15 Febrero

Texto para memorizar:

“Estas cosas les he hablado para que en mí tengan paz. En el mundo tendrán aflicción; pero confíen, yo he vencido al mundo” Juan 16: 33


“Dios no domina nuestra mente sin nuestro consentimiento, sino que cada hombre está libre para elegir el poder que quiera ver dominar sobre él. Nadie ha caído tan bajo, nadie es tan vil que no pueda hallar liberación en Cristo. El endemoniado, en vez de oraciones, sólo podía pronunciar las palabras de Satanás; sin embargo, la muda súplica de su corazón fué oída. Ningún clamor de un alma en necesidad, aunque no llegue a expresarse en palabras, quedará sin ser oído. Los que consienten en hacer pacto con el Dios del cielo no serán abandonados al poder de Satanás ni a las flaquezas de su propia naturaleza.” MC 62.1

“El Dios de la providencia sigue caminando entre nosotros, aunque no se vean sus pasos, aunque no se reconozcan ni comprendan sus obras positivas y directas. El mundo, en su sabiduría humana, no conoce a Dios. El Señor quiere que a través de los seres humanos se manifieste Su gloria, no la gloria de los hombres. Es su luz la que brilla a través de Sus agentes. La Providencia y la Revelación obran en divina armonía, revelando a Dios como el primero, y el último, y el mejor en todo.” ST 26 de septiembre de 1900, par. 7

“Merced a las maravillosas operaciones de la Providencia divina, montañas de dificultades serán removidas y arrojadas al mar. El mensaje, que tanto significa para todos los habitantes de la tierra, será oído y comprendido. Los hombres verán dónde está la verdad. La obra progresará más y más hasta que la tierra entera sea amonestada; y entonces vendrá el fin.” 9TPI 78.5

Domigo, 16 Febrero

Nuestro Dios soberano


Lee Salmo 81: 11 al 14; Isaías 30: 15 y 18; 66: 4; y Lucas 13: 34. ¿Qué dicen estos textos acerca de si siempre se cumple la voluntad de Dios?

“Aquel que ve debajo de la superficie, que lee los corazones de todos los hombres, habla así de quienes han tenido grandes luces: "No se afligen ni se sorprenden de su estado moral y espiritual". "Y porque escogieron sus propios caminos, y su alma amó sus abominaciones, también yo escogeré para ellos escarnios, y traeré sobre ellos lo que temieron; porque llamé, y nadie respondió; hablé, y no oyeron, sino que hicieron lo malo delante de mis ojos, y escogieron lo que me desagrada". "Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira..." "por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos" "sino que se complacieron en la injusticia". Isaías 66:3, 4; 2 Tesalonicenses 2:11, 10, 12.” 8TPI 260.2

“El Maestro celestial preguntó: "¿Qué engaño más grave puede seducir la mente que el que os hace creer que estáis construyendo sobre un buen fundamento y que Dios acepta vuestro trabajo, cuando en realidad estáis haciendo muchas cosas conforme a las ideas del mundo y pecando contra Jehová? Es grande el extravío y fascinante la alucinación que se apoderan de las mentes, cuando los hombres que han conocido la verdad adoptan la forma de la piedad en vez de su espíritu y potencia; cuando suponen que son ricos y que no necesitan nada, y en realidad lo necesitan todo".” 8TPI 260.3

“Dios no ha cambiado para con sus siervos que guardan sus vestiduras sin manchas. Sin embargo, muchos dicen: "Paz y seguridad", entretanto que una ruina repentina va a sobrecogerlos. Nunca entrarán los hombres al cielo, a menos que se arrepientan cabalmente, humillen su corazón por la confesión de sus pecados y reciban la verdad tal como es en Jesús. Cuando la purificación se efectúe en nuestras filas, no permaneceremos más tiempo ociosos, enorgullecidos de nuestras riquezas y de que nada nos falta.” 8TPI 261.1

“Quién puede decir con verdad: "Nuestro oro es probado en el fuego y nuestros vestidos no están manchados por el mundo"? He visto a nuestro Instructor señalar vestiduras que se daban por justicia. Al desgarrarlas, puso al descubierto la suciedad que cubrían. Luego me dijo: No puedes ver con qué falsedad cubrieron su inmundicia y la corrupción de su carácter? '¿Qué, pues, la ciudad fiel ha venido a ser una ramera?' ¡La casa de mi Padre es hecha un lugar de comercio, de donde se han retirado la gloria y la presencia divinas! Por esta causa hay debilidad y falta la fuerza".” 8TPI 261.2

Lunes, 17 Febrero

Todoprotector (Pantokrator)


Lee Apocalipsis 11: 17; Jeremías 32: 17 al 20; Lucas 1: 37; y Mateo 19: 26. Considera también Hebreos 1: 3. ¿Qué enseñan estos pasajes acerca del poder de Dios?

“Los ejércitos de Nabucodonosor estaban a punto de tomar por asalto los muros de Sión. Miles estaban pereciendo en la última defensa desesperada de la ciudad. Muchos otros millares estaban muriendo de hambre y enfermedad. La suerte de Jerusalén estaba ya sellada. Las torres de asedio de las fuerzas enemigas dominaban ya las murallas. El profeta continuó diciendo en su oración a Dios: "He aquí que con arietes han acometido la ciudad para tomarla; y la ciudad va a ser entregada en mano de los Caldeos que pelean contra ella, a causa de la espada, y del hambre y de la pestilencia: ha pues venido a ser lo que tú dijiste, y he aquí tú lo estás viendo. ¡Oh Señor Jehová! ¿y me has tú dicho: Cómprate la heredad por dinero, y pon testigos; bien que la ciudad sea entregada en manos de los Caldeos?" Vers. 24, 25.” PR 345.4

“La oración del profeta recibió una misericordiosa respuesta. En aquella hora de angustia, cuando la fe del mensajero de verdad era probada como por fuego, "fué palabra de Jehová a Jeremías, diciendo: He aquí que yo soy Jehová, Dios de toda carne; ¿encubriráseme a mí alguna cosa?" Vers. 26, 27. La ciudad iba a caer pronto en manos de los caldeos; sus pórticos y sus palacios iban a ser quemados; y no obstante que la destrucción era inminente y los habitantes de Jerusalén iban a ser llevados cautivos, el eterno propósito de Jehová para con Israel iba a cumplirse todavía. En respuesta a la oración de su siervo, el Señor declaró acerca de aquellos sobre quienes caían sus castigos:” PR 346.1

“"He aquí que yo los juntaré de todas las tierras a las cuales los eché con mi furor, y con mi enojo y saña grande; y los haré tornar a este lugar, y harélos habitar seguramente; y me serán por pueblo, y yo seré a ellos por Dios. Y daréles un corazón, y un camino, para que me teman perpetuamente, para que hayan bien ellos, y sus hijos después de ellos. Y haré con ellos pacto eterno, que no tornaré atrás de hacerles bien, y pondré mi temor en el corazón de ellos, para que no se aparten de mí. Y alegraréme con ellos haciéndoles bien, y los plantaré en esta tierra en verdad, de todo mi corazón y de toda mi alma.” PR 346.2

“"Porque así ha dicho Jehová: Como traje sobre este pueblo todo este grande mal, así traeré sobre ellos todo el bien que acerca de ellos hablo. Y poseerán heredad en esta tierra de la cual vosotros decís: Está desierta, sin hombres y sin animales; es entregada en manos de los Caldeos. Heredades comprarán por dinero, y harán carta, y la sellarán, y pondrán testigos, en tierra de Benjamín y en los contornos de Jerusalem, y en las ciudades de Judá: y en las ciudades de las montañas, y en las ciudades de las campiñas, y en las ciudades del mediodía: porque yo haré tornar su cautividad, dice Jehová." Vers. 37-44.” PR 347.1

“En confirmación de estas promesas de liberación y restauración, "fué palabra de Jehová a Jeremías la segunda vez, estando él aún preso en el patio de la cárcel, diciendo:” PR 347.2

“"Así ha dicho Jehová que la hizo, Jehová que la formó para afirmarla; Jehová es su nombre: Clama a mí, y te responderé, y te enseñaré cosas grandes y dificultosas que tú no sabes. Porque así ha dicho Jehová, Dios de Israel, acerca de las casas de esta ciudad, y de las casas de los reyes de Judá, derribadas con arietes y con hachas: ... He aquí que yo le hago subir sanidad y medicina; y los curaré, y les revelaré abundancia de paz y de verdad. Y haré volver la cautividad de Judá, y la cautividad de Israel, y edificarélos como al principio. Y los limpiaré de toda su maldad con que pecaron contra mí; y perdonaré todos sus pecados... Y seráme a mí por nombre de gozo, de alabanza y de gloria, entre todas las gentes de la tierra, que habrán oído todo el bien que yo les hago; y temerán y temblarán de todo el bien y de toda la paz que yo les haré.” PR 347.3

Martes, 18 Febrero

Amar a Dios


Lee Mateo 22: 37; y Deuteronomio 6: 4 y 5. ¿Qué enseñan estos versículos sobre la realidad del libre albedrío?

“La ley divina nos demanda amar a Dios sobre todas las cosas y a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Sin el ejercicio de este amor, la más elevada profesión de fe es mera hipocresía. Dice Cristo: "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos—dice Cristo—, depende toda la ley y los profetas". Mateo 22:37-40.” 1MS 255.2

“La ley demanda perfecta obediencia. "Cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos". Santiago 2:10. No puede ser quebrantado ninguno de los diez preceptos sin que haya deslealtad al Dios del cielo. La mínima desviación de sus requerimientos, por descuido o transgresión voluntaria, es pecado, y cada pecado expone al pecador a la ira de Dios. La obediencia era la única condición por la que el antiguo Israel había de recibir el cumplimiento de las promesas que lo convirtieran en el pueblo grandemente favorecido por Dios, y la obediencia a esa ley traerá tan grandes bendiciones a los individuos y a las naciones hoy día como las que hubiera traído a los hebreos.” 1MS 255.3

“Es esencial la obediencia a la ley, no sólo para nuestra salvación, sino para nuestra felicidad y para la felicidad de aquellos con quienes nos relacionamos. "Mucha paz tienen los que aman tu ley, y no hay para ellos tropiezo" (Salmos 119:165), dice la Palabra inspirada. Sin embargo, el hombre finito presentará a la gente esta ley santa, justa y buena, esta ley de libertad que el Creador mismo ha adaptado para las necesidades del hombre, como un yugo de opresión, un yugo que nadie puede llevar. Pero es el pecador el que considera la ley como un yugo penoso; es el transgresor el que no puede ver belleza en sus preceptos. Pues la mente carnal "no se sujeta a la ley de Dios, ni tampoco puede". Romanos 8:7.” 1MS 256.1

Lee Hebreos 6: 17 y 18; y Tito 1: 2. ¿Qué enseñan estos textos acerca de Dios?

“Dios no es hombre, para que mienta,Ni hijo de hombre para que se arrepienta.El dijo, ¿y no hará?Habló, ¿y no lo ejecutará?” Números 23:19

La Justicia de Dios, vemos, es su integridad, sus promesas seguras, su poder para hacer. El garantiza sus promesas; ellas nunca fallan. Tener la Justicia del Señor, por consiguiente, es tener su integridad y f idelidad, y estas nunca las podemos tener mientras dudemos de Él. ¡Nunca mientras dudemos de su Palabra, porque dudar es nada menos que llamarlo mentiroso! ¡Dudar es la más grande ofensa que uno puede cometer! Nadie puede dudar de Dios y todavía recibir sus bendiciones y promesas. Tener la Justicia del Señor, por lo tanto, es confiar implícitamente en él sin reserva. ¿Y dónde espera que comencemos? - El quiere que comencemos con lo que más nos molesta - las cosas temporales del mañana. El quiere que aprendamos que no podemos servir al yo y a Dios, también

Miercoles, 19 Febrero

Voluntad divina ideal y correctiva


Lee Efesios 1: 9 al 11. ¿Qué dice este texto acerca de la predestinación? ¿Están algunas personas predestinadas a salvarse y otras a perderse?

“En el concilio del cielo se dispuso que los hombres, aunque transgresores, no perecieran en su desobediencia, sino que, mediante la fe en Cristo como su sustituto y fiador, llegaran a ser los elegidos de Dios predestinados a la adopción de hijos por Jesucristo para sí según el beneplácito de su voluntad. Dios quiere que todos los hombres se salven, porque ha hecho una amplia provisión al dar a su Hijo unigénito para pagar el rescate del hombre. Los que perecen, perecerán porque se niegan a ser adoptados como hijos de Dios por Cristo Jesús. El orgullo del hombre le impide aceptar las disposiciones de la salvación. Pero el mérito humano no admitirá un alma en la presencia de Dios. Lo que hará al hombre aceptable a Dios es la gracia impartida por Cristo mediante la fe en su nombre. No se puede depender de las obras ni de los felices vuelos de los sentimientos como prueba de que los hombres son elegidos de Dios; porque los elegidos lo son por medio de Cristo.” ST 2 de enero de 1893, par. 4

“Jesús dice: "Al que a mí viene, en ninguna manera le echo fuera". Cuando el pecador arrepentido viene a Cristo, consciente de su culpa e indignidad, dándose cuenta de que merece el castigo, pero confiando en la misericordia y el amor de Cristo, no será rechazado. Se apropia del amor perdonador de Dios, y en su corazón brota una gratitud gozosa por la compasión y el amor infinitos de su Salvador. El hecho de que se dispusiera para él en los concilios del cielo antes de la fundación del mundo, que Cristo tomara sobre sí la pena de la transgresión del hombre y le imputara su justicia, le sobrecoge de asombro y hace brotar de sus labios palabras de alabanza y cantos de gratitud.” ST 2 de enero de 1893, par. 5

Los informados … sabrán que si Dios quiere que sus fieles se enfermen, alegremente sufrirán la enfermedad por su causa; que si los quiere con salud, alabarán su santo nombre por la fuerza y la salud que los capacita para hacer algo en favor de los débiles, los deshabilitados, los enfermos y los sufrientes; que si los quiere muertos, no pueden vivir y alegremente morirán; que si los quiere vivos, no podrán y no querrán morir; que lo que él quiera, es lo que ellos quieren y lo tomarán alegremente. Su esperanza estará en El solamente.

Jueves, 20 Febrero

Dios ha vencido al mundo


Lee Juan 16: 33. ¿Qué esperanza nos ofrece este texto, incluso en medio de las tribulaciones?

“Cristo no desmayó ni se desalentó, y sus seguidores han de manifestar una fe de la misma naturaleza perdurable. Han de vivir como él vivió y obrar como él obró, porque dependen de él como el gran Artífice y Maestro. Deben poseer valor, energía y perseverancia. Aunque obstruyan su camino imposibilidades aparentes, por su gracia han de seguir adelante. En vez de deplorar las dificultades, son llamados a superarlas. No han de desesperar de nada, sino esperarlo todo. Con la áurea cadena de su amor incomparable, Cristo los ha vinculado al trono de Dios. Quiere que sea suya la más alta influencia del universo, que mana de la fuente de todo poder. Han de tener poder para resistir el mal, un poder que ni la tierra, ni la muerte ni el infierno pueden dominar, un poder que los habilitará para vencer como Cristo venció.” DTG 634.1

“Cristo quiere que estén representados en su iglesia en la tierra el orden celestial, el plan de gobierno celestial, la armonía divina del cielo. Así queda glorificado en los suyos. Mediante ellos resplandecerá ante el mundo el Sol de justicia con un brillo que no se empañará. Cristo dió a su iglesia amplias facilidades, a fin de recibir ingente rédito de gloria de su posesión comprada y redimida. Ha otorgado a los suyos capacidades y bendiciones para que representen su propia suficiencia. La iglesia dotada de la justicia de Cristo es su depositaria, en la cual las riquezas de su misericordia y su gracia y su amor han de aparecer en plena y final manifestación. Cristo mira a su pueblo en su pureza y perfección como la recompensa de su humillación y el suplemento de su gloria, siendo él mismo el gran Centro, del cual irradia toda gloria.” DTG 634.2

Por lo tanto cuando usted haga el Reino de Dios su principal interés, entonces usted se encontrará en el lugar correcto al tiempo correcto, haciendo lo correcto y cosechando las más ricas bendiciones de Dios. Usted puede descansar seguro que él abrirá el camino y le llevará donde usted necesita estar aunque él tenga que sacarle del abismo, y decirle a los Ismaelitas que le llevan a Egipto y le pongan a trabajar el la casa de Potifar. Quizá aún le tenga que llevar a la prisión antes que le siente con Faraón en el trono. Y le haga correr de Egipto y le haga apacentar ovejas alrededor del Monte Horeb. Quizá le traiga contra el Mar Rojo mientras los Egipcios le están persiguiendo. Quizá le traiga al desierto donde no hay ni agua ni alimento. Quizá vengan el león y el oso a quitarle sus ovejas. Goliat a matar a su pueblo, y el rey le eche en el horno de fuego, o en el foso de los leones.

Sí, cientos y miles de cosas pueden acontecer, pero el que confía en Dios y hace bien su obra encontrará todos estos así llamados impedimentos o contratiempos, maravillosas liberaciones, y avenidas para el éxito, todas llevando los maravillosos planes de Dios, y los caminos de Dios hacia su promoción de una gran cosa a otra. Cuando usted está en el cuidado de Dios y en su control nunca diga el Diablo hizo esto o aquello sin importar lo que sea, porque él no puede hacer nada al menos que se le permita hacerlo. Siempre de a Dios el crédito.

Viernes, 21 Febrero

Estudio adicional

“Desde que Jesús vino a morar con nosotros, sabemos que Dios conoce nuestras pruebas y simpatiza con nuestros pesares. Cada hijo e hija de Adán puede comprender que nuestro Creador es el amigo de los pecadores. Porque en toda doctrina de gracia, toda promesa de gozo, todo acto de amor, toda atracción divina presentada en la vida del Salvador en la tierra, vemos a "Dios con nosotros."” DTG 15.2

“Satanás representa la divina ley de amor como una ley de egoísmo. Declara que nos es imposible obedecer sus preceptos. Imputa al Creador la caída de nuestros primeros padres, con toda la miseria que ha provocado, e induce a los hombres a considerar a Dios como autor del pecado, del sufrimiento y de la muerte. Jesús había de desenmascarar este engaño. Como uno de nosotros, había de dar un ejemplo de obediencia. Para esto tomó sobre sí nuestra naturaleza, y pasó por nuestras vicisitudes. "Por lo cual convenía que en todo fuese semejado a sus hermanos." Si tuviésemos que soportar algo que Jesús no soportó, en este detalle Satanás representaría el poder de Dios como insuficiente para nosotros. Por lo tanto, Jesús fué "tentado en todo punto, así como nosotros."13 Soportó toda prueba a la cual estemos sujetos. Y no ejerció en favor suyo poder alguno que no nos sea ofrecido generosamente. Como hombre, hizo frente a la tentación, y venció en la fuerza que Dios le daba. El dice: "Me complazco en hacer tu voluntad, oh Dios mío, y tu ley está en medio de mi corazón."14 Mientras andaba haciendo bien y sanando a todos los afligidos de Satanás, demostró claramente a los hombres el carácter de la ley de Dios y la naturaleza de su servicio. Su vida testifica que para nosotros también es posible obedecer la ley de Dios.” DTG 15.3

“Por su humanidad, Cristo tocaba a la humanidad; por su divinidad, se asía del trono de Dios. Como Hijo del hombre, nos dió un ejemplo de obediencia; como Hijo de Dios, nos imparte poder para obedecer. Fué Cristo quien habló a Moisés desde la zarza del monte Horeb diciendo: "YO SOY EL QUE SOY.... Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me ha enviado a vosotros."15 Tal era la garantía de la liberación de Israel. Asimismo cuando vino "en semejanza de los hombres," se declaró el YO SOY. El Niño de Belén, el manso y humilde Salvador, es Dios, "manifestado en carne."16 Y a nosotros nos dice: "'YO SOY el buen pastor.' 'YO SOY el pan vivo.' 'YO SOY el camino, y la verdad, y la vida.' 'Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.'17 'YO SOY la seguridad de toda promesa.' 'YO SOY; no tengáis miedo.'" "Dios con nosotros" es la seguridad de nuestra liberación del pecado, la garantía de nuestro poder para obedecer la ley del cielo.” DTG 16.1

“Al condescender a tomar sobre sí la humanidad, Cristo reveló un carácter opuesto al carácter de Satanás. Pero se rebajó aun más en la senda de la humillación. "Hallado en la condición como hombre, se humilló a sí mismo, hecho obediente hasta la muerte, y muerte de cruz."18 Así como el sumo sacerdote ponía a un lado sus magníficas ropas pontificias, y oficiaba en la ropa blanca de lino del sacerdote común, así también Cristo tomó forma de siervo, y ofreció sacrificio, siendo él mismo a la vez el sacerdote y la víctima. "El herido fué por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados: el castigo de nuestra paz sobre él.” DTG 16.2

“Cristo fué tratado como nosotros merecemos a fin de que nosotros pudiésemos ser tratados como él merece. Fué condenado por nuestros pecados, en los que no había participado, a fin de que nosotros pudiésemos ser justificados por su justicia, en la cual no habíamos participado. El sufrió la muerte nuestra, a fin de que pudiésemos recibir la vida suya. "Por su llaga fuimos nosotros curados.” DTG 16.3