«Entonces miré y vi al Cordero de pie sobre el monte Sion, y con él ciento cuarenta y cuatro mil que tenían el nombre del Cordero y el nombre de su Padre escrito en sus frentes» (Apoc. 14: 1)
“El Salmista declara: “Mi corazón ha dicho de ti: Buscad mi rostro. Tu rostro buscaré, oh Jehová”. Salmos 27:8. Todo este salmo debe hallar lugar en las clases de lectura y deletreo de la escuela. Los (Salmos 28, 29 y 78) hablan de las ricas bendiciones concedidas por Dios a su pueblo, y de cuán poco le devuelven ellos por todos sus beneficios. El Salmo 81 explica por qué fue dispersado Israel, por olvidarse de Dios, como las iglesias de nuestra tierra están olvidándole hoy. Considérense también los. Salmos 89, 90, 91, 92 y 93. CM 441.4
Estas cosas fueros escritas para nuestra admonición, en quienes los fines de los siglos han parado; ¿y no debieran ser estudiadas en nuestras escuelas? La Palabra de Dios contiene lecciones instructivas, dadas en reprensión, amonestación, estímulo y ricas promesas. ¿No sería un alimento tal el que conviene para los jóvenes? CM 442.1
Lee Hebreos 9: 11 al 15 acerca de Cristo como nuestro Sumo Sacerdote en el Santuario celestial. ¿Qué nos enseña esto acerca de lo que él hace por nosotros?
Los que desean participar de los beneficios de la mediación del Salvador no deben permitir que cosa alguna les impida cumplir su deber de perfeccionarse en la santificación en el temor de Dios. En vez de dedicar horas preciosas a los placeres, a la ostentación o a la búsqueda de ganancias, las consagrarán a un estudio serio y con oración de la Palabra de verdad El pueblo de Dios debería comprender claramente el asunto del santuario y del juicio investigador. Todos necesitan conocer por sí mismos el ministerio y la obra de su gran Sumo Sacerdote. De otro modo, les será imposible ejercitar la fe tan esencial en nuestros tiempos, o desempeñar el puesto al que Dios los llama. Cada cual tiene un alma que salvar o que perder. Todos tienen una causa pendiente ante el tribunal de Dios. Cada cual deberá encontrarse cara a cara con el gran Juez. ¡Cuán importante es, pues, que cada uno contemple a menudo de antemano la solemne escena del juicio en sesión, cuando serán abiertos los libros, cuando con Daniel, cada cual tendrá que estar en pie al fin de los días! CS 479.1
Todos los que han recibido la luz sobre estos asuntos deben dar testimonio de las grandes verdades que Dios les ha confiado. El santuario en el cielo es el centro mismo de la obra de Cristo en favor de los hombres. Concierne a toda alma que vive en la tierra. Nos revela el plan de la redención, nos conduce hasta el fin mismo del tiempo y anuncia el triunfo final de la lucha entre la justicia y el pecado. Es de la mayor importancia que todos investiguen a fondo estos asuntos, y que estén siempre prontos a dar respuesta a todo aquel que les pidiere razón de la esperanza que hay en ellos. CS 479.2
Oh Dios, santo es tu camino; ¿Qué dios es grande como nuestro Dios? — Salmos 77:13
Lee los Salmos 15 y 24, donde David hace una pregunta de suma importancia: «¿Quién residirá en tu santo monte?» Compara su respuesta con la descripción que hace Apocalipsis 14: 1 al 5 del pueblo de Dios que está en Sion. ¿Qué paralelismos encuentras? ¿Cómo puede uno unirse a este grupo? ¿Qué significado tiene el hecho de que el nombre del Padre esté escrito en sus frentes? (Apoc. 14: 1).
Y como Juan vio los 144.000 en pie sobre el Monte de Sión con el Cordero después que se iniciara el juicio y antes que se terminara, el evento por lo tanto no toma lugar ni antes ni después, sino durante el juicio.
Y ahora recuerden que la visión de Juan del “Cordero estando sobre el Monte Sión” (Apocalipsis 14:1) revela a Cristo como Salvador, mientras que su visión “del León de la tribu de Judá” estando en pie ante el juicio revela a El como un Rey. En correlación, muestran que mientras El es entonces el Salvador, a la vez, es Rey de reyes.
Resultando ahora claro cuando los 144.000 surgen, uno debe tener un mayor interés por saber quienes son. Viendo que son seguidores del Cordero (Cristianos), y también “hijos de Jacob”, son por lo tanto--Israelitas Genuinos –No Gentiles.
Los 144.000 siendo los “primeros frutos”, por lo tanto, allí debe haber segundos frutos, porque donde hay primero, tiene que haber segundo. Y como los primeros frutos son llamados “siervos de Dios”, tienen que después ser enviados a todas las naciones para recoger los segundos frutos (Isaías 66:19, 20) – la gran multitud (Apocalipsis 7:9), la cual Juan vio después de ver el sellamiento de los 144.000.
El hecho de que “en sus bocas no fue hallada mentira” (Apocalipsis 14:5), muestra claramente que no han de proclamar nada sino la pura verdad del evangelio, y ello hace también que sus palabras sean tan autoritarias y tan exigentes como las palabras escritas de los profetas y de los apóstoles. Pero estando lejos, muy lejos, de tal elevado y santo estado,-- La Iglesia Debe Ser Purificada.
¡Ningún Cristiano de cualquier fe puede honestamente negar la necesidad de una purificación de la iglesia. Y puesto que el Señor nunca hace nada sin advertir de antemano a Su iglesia, El está ahora enviándole el mensaje de la purificación, para darle un sabor o anticipación de la gloria futura, de modo que la llamada como sonoro del cielo para una reforma continúa sonando entre su pueblo, ellos deben tener un deseo por la verdad, y entregarse de todo corazón a la obra de reforma, ahora mismo mientras El está presentando ante ellos Su plan para establecer su reino con resultados consecuentes para los pecadores. Los que han prestado atención implícita a la llamada, tendrán un deseo irresistible para ponerse en línea y permitir que el Señor los separe de pecado y pecadores. Sólo ellos recibirán el sello de Dios y, como los primeros frutos del reino, 144.000 fuertes, están en pie con el Cordero sobre “el Monte Sión”!
Tal estado de santidad causará hoy, como en lo pasado, que el dragón se encolerizará con la mujer, y también ahora hacer guerra con su remanente (Apocalipsis 12:17).
Lee Éxodo 33: 18 al 23; Éxodo 34: 1 al 7; y Salmo 119: 55. Cuando Moisés pidió ver la gloria de Dios, ¿cuál fue la respuesta divina? ¿Qué ocurrió luego, cuando Dios proclamó su nombre ante Moisés (Éxo. 34: 5-8)?
Los 144.000 estaban todos sellados y perfectamente unidos. En su frente llevaban escritas estas palabras: “Dios, nueva Jerusalén,” y además una brillante estrella con el nuevo nombre de Jesús. PE 15.1
“Así ha dicho Jehová, que da el sol para luz del día, las leyes de la luna y de las estrellas para luz de la noche, que parte el mar, y braman sus ondas; Jehová de los ejércitos es su nombre” KJV — Jeremías 31:33
Aquí está una promesa de un nuevo contrato, un nuevo pacto. No es la clase que Dios hizo con nuestros predecesores en el Día que salieron de Egipto, el día que él escribió los mandamientos en tablas de piedra y guardarlos así. En lugar él hace un nuevo pacto, un pacto para escribirlas en nuestro mismo corazón. Entonces cada uno de nosotros consecuentemente le conocerá sin tener que ser enseñado.
Tome nota, entonces, él no hará una nueva ley, sino un pacto nuevo, un contrato nuevo para guardar la ley. La diferencia es que en vez de escribir la ley en las tablas de piedra, él las escribirá en las tablas de carne del corazón, la silla que la ley del pecado ocupa ahora.
Este pacto, vemos, será hecho con ambas la casa de Israel y la casa de Judá, – con todo el pueblo de Dios.
La Escritura, recordemos, no dice que nosotros no podemos guardar la ley mientras está escrita en las tablas de piedra, sino que definitivamente dice que nosotros podemos, porque los que quebrantaron la ley son reprobados de hacerlo. Nosotros podemos, por lo tanto, aun ahora inconvenientemente guardar los mandamientos aunque todavía están escritos en piedras. Por causa de conveniencia la mayoría de los Cristianos desean que la ley fuera abolida, y algunos se hacen creer que ha sido abolida, aunque la única ley que ha sido abolida es la ceremonial, la ley de los sacrificios, la sombra del Cordero de Dios.
¿Qué diferencia habrá si la ley es escrita en piedra o en nuestros corazones? – La experiencia de Nabucodonosor, rey de Babilonia revela la respuesta.
Si el rey haya sido forzado a vivir con las bestias, en un establo o en el campo, él habría cometido suicidio si fuera posible. Pero tan pronto como Dios quitó su corazón de hombre, y puso en él corazón de un buey, el rey estaba perfectamente contento de estar con el ganado, y totalmente descontento de vivir en su palacio.
Si lo mismo fuera hecho a alguno de nosotros, nuestros deseos serían los mismos que los del rey. De igual manera, cuando el corazón de piedra sea quitado de nosotros, y el corazón de carne con la Ley de Dios escrita sobre nosotros, puesta en nosotros, encontraremos entonces totalmente inconveniente pecar, y mas deleitable guardar los mandamientos de Dios. Y así no necesita temer el tener que luchar para guardar la ley de Dios en el Reino, como lo hace aquí. Usted estará entonces perfectamente feliz de vivir una vida sin pecado. De hecho usted no querrá pecar mas de lo que ahora quiere morir.
¡Verdaderamente maravilloso! Pero ¿cuándo esperamos que tome lugar este milagro? Para encontrar la respuesta a esta pregunta, necesitamos conectar la profecía de Jeremías con la profecía de Ezequiel del mismo evento:
Ezequiel 36:24-28 – “Y yo os tomaré de las naciones, y os recogeré de todas las tierras, y os traeré a vuestro país. Esparciré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas vuestras inmundicias; y de todos vuestros ídolos os limpiaré. Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra. Habitaréis en la tierra que di a vuestros padres, y vosotros me seréis por pueblo, y yo seré a vosotros por Dios”.
Los registros de ambos profetas claramente muestran el tiempo en que este milagro será hecho en el corazón de todo el pueblo de Dios. Ambos profetas lo hacen tan claro como puede ser hecho, que este cambio de corazón toma lugar en la Tierra Santa, Palestina, al comienzo del Reino que Dios prometió establecer “en los días de estos reyes” (Daniel 2:44), no después de sus días. Él además dice que nos tomará de entre los gentiles y nos reunirá de todos los países, y nos llevará a nuestra propia tierra (Ezequiel 36:24), la tierra en la que habitaron nuestros padres (Ezequiel 36:28). “Entonces”, en ese tiempo, dice la Inspiración, no antes, esparcirá agua limpia sobre nosotros, nos limpiará de todas nuestras inmundicias, y de todos nuestros ídolos. También, un nuevo corazón pondrá entonces dentro de nosotros (Ezequiel 36:26). Él nos dará su Espíritu y hará que andemos en sus estatutos, y guardemos sus derechos (Ezequiel 36:27).
Lee Salmo 5, donde David traza agudos contrastes entre los perdidos y quienes han sido redimidos. Compara el contenido de este salmo con el lenguaje de Apocalipsis 14: 1 al 12. ¿Qué similitudes encuentras y cómo influye esto en tu comprensión de lo que significa formar parte del movimiento remanente de los últimos días creado por Dios?
"El propósito de Dios es que la gloria de Cristo se manifieste en su pueblo. En toda Su enseñanza, el Salvador presentó principios puros e incorruptos. No pecó, ni se halló engaño en Su boca. Constantemente fluían de sus labios verdades santas y ennoblecedoras. Hablaba como nunca habló hombre alguno, con un pathos que conmovía el corazón. Se llenó de santa ira al ver a los líderes religiosos enseñando como doctrina los mandamientos de los hombres, y entonces habló con la autoridad de la grandeza. Con terrible poder denunció cualquier artimaña, cualquier práctica deshonesta. Limpió el templo de su contaminación como Él desea limpiar nuestras instituciones de todo lo que se parezca al fraude." 14LtMs, Lt 34, 1899, par. 7
Todo lo que se hace para gloria de Dios tiene que hacerse con alegría, no con tristeza o dolor. No hay nada lóbrego en la religión de Cristo. Si por su actitud de congoja los cristianos dan la impresión de haberse chasqueado en el Señor, presentan una concepción falsa de su carácter, y proporcionan argumentos a sus enemigos. Aunque de palabra llamen a Dios su Padre, su pesadumbre y tristeza los hace parecer huérfanos ante todo el mundo. DMJ 75.5
Cristo desea que su servicio parezca atractivo, como lo es en verdad. Revélense al Salvador compasivo los actos de abnegación y las pruebas secretas del corazón. Dejemos las cargas al pie de la cruz, y sigamos adelante regocijándonos en el amor del que primeramente nos amó. Los hombres no conocerán tal vez la obra que se hace secretamente entre el alma y Dios, pero se manifestará a todos el resultado de la actuación del Espíritu sobre el corazón, porque él, “que ve en lo secreto, te recompensará en público”. DMJ 76.1
Lee Salmo 51: 7 al 15. ¿Qué promete hacer David después de haber sido perdonado y limpiado de su pecado?
"Esto es comenzar bien, en el fundamento mismo del carácter cristiano; porque del corazón salen los asuntos de la vida. Si todos, ministros y pueblo, procuraran que sus corazones estuvieran bien con Dios, veríamos resultados mucho mayores de la labor realizada. Cuanto más importante y responsable sea su trabajo, mayor será la necesidad de que tengan corazones limpios. La gracia necesaria es provista, y el poder del Espíritu Santo obrará con cada esfuerzo que hagan en esta dirección. Si cada hijo de Dios lo buscara sincera y perseverantemente, habría un mayor crecimiento en la gracia. Las disputas cesarían; los creyentes tendrían un solo corazón y una sola mente; la pureza y el amor prevalecerían en las iglesias. Al contemplar, nos transformamos. Cuanto más contemples el carácter de Cristo, más te conformarás a su imagen. Venid a Jesús tal como sois, y él os recibirá, y pondrá en vuestra boca un cántico nuevo, de alabanza a Dios. GW92 451.5
"Cuanto más cerca vivamos de Dios, más podremos hacer por nuestros semejantes, porque el Señor colaborará con nuestros esfuerzos. Vuestros corazones son demasiado fríos y poco impresionables; deberían estar encendidos por el amor de Jesús. Mientras que vosotros mismos tenéis hambre y sed de salvación, tendréis un anhelante deseo de ayudar a salvar almas preciosas; y vuestros humildes y patéticos llamamientos a los que están fuera de Cristo moverán los corazones. Deben llevar la verdad a los hogares. Mostrad a los que están en el error que los amáis. La indiferencia aquí es pecado. Debe haber menos sermones largos, y más tiempo dedicado a visitar, a hacer un esfuerzo personal por las almas. El trabajo abnegado es necesario, y resultará en un gran bien, pero ha sido tristemente descuidado. GW92 452.2
"Dios; debemos asegurar el cuidado protector de Jesús y de los santos ángeles. En estos días de peligro, el Señor quiere que caminemos ante él con humildad. En lugar de intentar cubrir nuestros pecados, quiere que los confesemos, como Josué confesó los pecados del antiguo Israel. Profesamos ser los depositarios de la ley de Dios. Profesamos estar edificando "los antiguos baldíos", y estar levantando "los cimientos de muchas generaciones". Si en verdad se nos ha encomendado esta gran y solemne obra, ¡cuán importante es que nos apartemos de toda iniquidad! RH 19 de noviembre de 1908, Art. A, par. 8
"El mensaje del tercer ángel ha de iluminar la tierra con su gloria; pero sólo a los que hayan resistido la tentación en la fuerza del Todopoderoso se les permitirá tomar parte en proclamarlo cuando se haya extendido en el fuerte clamor." RH 19 de noviembre de 1908, Art. A, par. 9
“Y DESPUÉS de estas cosas vi cuatro ángeles que estaban sobre los cuatro ángulos de la tierra, [en el tiempo del sellamiento de los 144.000] deteniendo los cuatro vientos de la tierra, para que no soplase viento sobre la tierra, ni sobre la mar, ni sobre ningún árbol. Y vi otro ángel que subía del nacimiento del sol, teniendo el sello del Dios vivo: y clamó con gran voz a los cuatro ángeles, a los cuales era dado hacer daño a la tierra y a la mar, Diciendo:no hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que señalemos a los siervos de nuestro Dios en sus frentes”. Apocalipsis 7:1-3.
Aquí se presentan a la vista dos eventos de hacer daño que están por ocurrir: uno por los vientos, el otro por los ángeles: y dos mandos a los ángeles: uno que refrenen los vientos, para que los vientos no soplen “sobre la tierra, ni al mar, ni a los árboles (verso 1); el otro que los ángeles refrenen a sí mismos de hacer daño “a la tierra … al mar y “a los árboles”, hasta que los siervos de Dios sean sellados. Versos 2, 3. Puesto que, por lo tanto, tan pronto como los siervos de Dios sean sellados, ambos los vientos y los ángeles comenzarán a hacer daño, la pregunta surge en relación a qué representa la obra de los vientos y la obra de los ángeles – ¿conflicto político u otra cosa? Dado que las naciones siempre han estado en guerra, esta obra doble de hacer daño no puede representar contiendas políticas. Y como Jesús dice que al tiempo del fin “nación se levantará contra nación, y reino contra reino” (Mateo 24:7), resulta claro que el daño hecho por los vientos, también el daño hecho por los ángeles, ambos son refrenados hasta que los 144.000 son sellados, deben ser figurativos del refrenar del “tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo nación”. Dan. 12:1. De acuerdo a esto, el refrenar de los cuatro vientos por Dios simboliza el refrenar divino de la actividad de la imagen de la bestia (Apocalipsis 13:15-17) en contra de los santos, mientras su acto de refrenar a los cuatro ángeles para que no hagan daño, significa su acto de detener la ejecución de Su venganza (Isaías 63:1-4; Jeremías 51:18) sobre los pecadores que estorban en la iglesia, hasta después del sellamiento de los 144.000 sea cumplido. Así unidos, estos dos casos de hacer daño traen el tiempo de angustia cual nunca fue.
Apocalipsis 7:1-3, por lo tanto, revela un conflicto doble; hombres malvados contra Dios (el soplar de los vientos) y Dios contra ellos (el hacer daño de los ángeles). Pero aunque el soplar de los vientos y el hacer daño de los ángeles, después que los siervos de Dios sean sellados, traerán el “tiempo de angustia”, aun, “todos los que se hallaren escritos en el libro”. Daniel 12:1.
De estos hechos vemos que este tiempo de angustia es detenido para proteger el sellamiento de los 144.000 siervos, al menos que ellos, “los elegidos”, se dobleguen para llegar a adorar la imagen de la bestia, o sean matados al no querer hacerlo.
Puesto que “en el Apocalipsis todos los libros de la Biblia se encuentran y terminan”, (Los Hechos de los Apóstoles, página 467), el sellamiento de los siervos de Dios (Apocalipsis 7) debe necesariamente encontrarse en las profecías también. En Ezequiel, capítulo nueve, se envisiona el marcaje de los que gimen y claman “por todas las abominaciones que se hacen en medio de ella” (en Judá y en Israel), y la matanza de los que no gimen y claman de esta manera. Y el hecho de que Dios en ningún tiempo ha quitado los pecadores de entre los justos en Judá y en Israel, muestra que esta profecía de purificación por matanza nunca se ha cumplido. De acuerdo, por lo tanto, como el marcaje es lo mismo como el sellamiento, la matanza de los ángeles es lo mismo como el hacer daño de los ángeles.
Este herir y sellamiento que Juan vio, y la matanza y marcaje que Ezequiel vio, son una vez más identificados como una y la misma cosa: “Este sellamiento de los siervos es el mismo que fue mostrado a Ezequiel en visión”. Testimonios para los Ministros, página 445; Testimonios para la Iglesia, Volumen 5, página 196; Testimonios para la Iglesia, Volumen 3, páginas 295-296.