Fundamentos de la profecía

Lección 7, 2° Trimestre, del 10 al 16 de Mayo del 2025.

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Sábado por la Tarde 10 Mayo

Para memorizar:

“Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí. Isaías 6:8


Para la iglesia de Dios, que custodia su viña en la tierra hoy, resultan de un valor especial los mensajes de consejo y admonición dados por los profetas que presentaron claramente el propósito eterno del Señor en favor de la humanidad. En las enseñanzas de los profetas, el amor de Dios hacia la raza perdida y el plan que trazó para salvarla quedan claramente revelados. El tema de los mensajeros que Dios envió a su iglesia a través de los siglos transcurridos fué la historia del llamamiento dirigido a Israel, sus éxitos y fracasos, cómo recobró el favor divino, cómo rechazó al Señor de la viña y cómo el plan secular será realizado por un remanente piadoso en favor del cual se cumplirán todas las promesas del pacto. Y hoy el mensaje de Dios a su iglesia, a aquellos que se ocupan en su viña como fieles labradores, no es otro que el dado por el profeta antiguo: “En aquel día cantad de la viña del vino rojo. Yo Jehová la guardo, cada momento la regaré; guardaréla de noche y de día, porque nadie la visite.”. Isaías 27:2, 3. PR 15.3

Espere Israel en Dios. El Señor de la viña está ahora mismo juntando de entre los hombres de todas las naciones y todos los pueblos los preciosos frutos que ha estado aguardando desde hace mucho. Pronto vendrá a los suyos; y en aquel alegre día se habrá cumplido finalmente su eterno propósito para la casa de Israel. “Días vendrán cuando Jacob echará raíces, florecerá y echará renuevos Israel, y la haz del mundo se henchirá de fruto.”. Isaías 27:6. PR 16.1

Domingo, 11 Mayo

«Aquí estoy, envíame a mí»


Lee Isaías 6: 6 al 8. El profeta sabía que el pecado significa nuestra ruina y que su resultado es la muerte, pero en lugar de abandonarnos a las consecuencias de la transgresión, nuestro amoroso Dios nos acerca a él. ¿Cómo terminó ese encuentro de Isaías con Dios y por qué es eso importante?

Mientras Isaías contemplaba esta revelación de la gloria y majestad de su Señor, se quedó abrumado por un sentido de la pureza y la santidad de Dios. ¡Cuán agudo contraste notaba entre la incomparable perfección de su Creador y la conducta pecaminosa de aquellos que, juntamente con él mismo, se habían contado durante mucho tiempo entre el pueblo escogido de Israel y Judá! “¡Ay de mí!—exclamó;—que soy muerto; que siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos.” Vers. 5. Estando, por así decirlo, en plena luz de la divina presencia en el santuario interior, comprendió que si se le abandonaba a su propia imperfección y deficiencia, se vería por completo incapaz de cumplir la misión a la cual había sido llamado. Pero un serafín fué enviado para aliviarle de su angustia, y hacerle idóneo para su gran misión. Un carbón vivo del altar tocó sus labios y oyó las palabras: “He aquí que esto tocó tus labios, y es quitada tu culpa, y limpio tu pecado.” Entonces oyó que la voz de Dios decía: “¿A quién enviaré, y quién nos irá?” E Isaías respondió: “Heme aquí, envíame a mí.” Vers. 7, 8. PR 228.3

Jesús dijo, sin embargo, que antes de aquella venida “será predicado este Evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones”. Su reino no vendrá hasta que las buenas nuevas de su gracia se hayan proclamado a toda la tierra. De ahí que, al entregarnos a Dios y ganar a otras almas para él, apresuramos la venida de su reino. Únicamente aquellos que se dedican a servirle diciendo: “Heme aquí, envíame a mí”, para abrir los ojos de los ciegos, para apartar a los hombres “de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe... perdón de pecados y herencia entre los santificados”;11Mateo 24:14; Isaías 6:8; Hechos 26:18. solamente éstos oran con sinceridad: “Venga tu reino”. DMJ 93.3

Lunes, 12 Mayo

Los dos querubines


Lee Génesis 3: 22 al 24. ¿Qué tarea se encomendó a los querubines y por qué?

Si al hombre, después de su caída, se le hubiese permitido tener libre acceso al árbol de la vida, habría vivido para siempre, y así el pecado habría inmortalizado. Pero un querubín y una espada que arroja llamas guardaban “el camino del árbol de la vida” (Génesis 3:24), y a ningún miembro de la familia de Adán le ha sido permitido salvar esta raya y participar de esa fruta de la vida. Por consiguiente no hay ni un solo pecador inmortal. CS 523.4

En el lugar santísimo se encontraba el arca, cofre de madera preciosa cubierta de oro, depósito de las dos tablas de piedra sobre las cuales Dios había grabado la ley de los Diez Mandamientos. Sobre el arca, a guisa de cubierta del sagrado cofre, estaba el propiciatorio, verdadera maravilla artística, coronada por dos querubines, uno en cada extremo y todo de oro macizo. En este departamento era donde se manifestaba la presencia divina en la nube de gloria entre los querubines. CS 408.2

En la visión de Ezequiel, Dios tenía su mano debajo de las alas de los querubines. Esto enseña a sus siervos que el poder divino es lo que les da éxito. Obrará con ellos si quieren apartar la iniquidad y llegar a ser puros en su corazón y vida. 5TPI 704.1

La luz resplandeciente que cruza entre los seres vivientes con la rapidez del relámpago representa la celeridad con que esta obra avanzará finalmente hacia su terminación. 5TPI 704.2

Las caras de los querubines siendo lo mismo que las de las bestias de Apocalipsis, ambas necesariamente tienen significado complementario, clave la cuál Juan nos da: “Y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación”. Apocalipsis 5:9.

“Necesitamos comprender más plenamente la misión de los ángeles. Sería bueno recordar que cada verdadero hijo de Dios cuenta con la cooperación de los seres celestiales. Ejércitos invisibles de luz y poder acompañan a los mansos y humildes que creen y aceptan las promesas de Dios; hay a la diestra de Dios querubes y serafines, y ángeles poderosos en fortaleza, "son todos espíritus administradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de salud." Hebreos 1:14.” HAp 125.1

Martes, 13 Mayo

Como carbones encendidos


Lee Ezequiel 1: 4 al 14. ¿Qué similitudes ves entre este pasaje y las escenas representadas en Isaías 6: 1 al 6 y Apocalipsis 4: 1 al 11?

A esta maravillosa escena, la cual vio Ezequiel junto a la orilla del río en la tierra de los Caldeos, se nos llama la plena atención. Siendo “la visión de la semejanza de la gloria del Señor”, obviamente, entonces, este fue El Señor sobre uno de sus Tronos

Además de esta semejanza divina que vio Ezequiel (Ezequiel 1:28), la Biblia nos revela a Dios entronado en tres otras ocasiones - una vez visto por Isaías, y dos veces visto por Juan el Revelador; a saber

(1) “… Vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas henchían el templo. Y encima de él estaban serafines. Cada uno tenía seis alas; con dos cubrían su rostro, y con dos cubrían sus pies, y con dos volaban. Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos, toda la tierra está llena de su gloria. Y los quiciales de las puertas se estremecieron con la voz del que clamaba, y la casa se llenó de humo”. Isaías 6: 1-4

(2) “Y luego fui en Espíritu; y he aquí, un trono que estaba puesto en el cielo, y sobre el trono estaba uno sentado… y alrededor del trono había veinticuatro sillas; y vi sobre las sillas veinticuatro ancianos sentados, vestidos de ropas blancas; y tenían sobre sus cabezas de oro … Y siete lámparas de fuego estaban ardiendo delante del trono, las cuales son los siete Espíritus de Dios. Y delante del trono había como un mar de vidrio semejante al cristal, y en medio del trono, y alrededor del trono, cuatro seres vivientes llenos de ojos delante y detrás”. Apocalipsis 4:2, 4-6.

(3) “Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero”. Apocalipsis 22:1.

Por cuanto el trono visto por Isaías era un “tren” (séquito), y por cuanto al entrar en el templo, “los quiciales de las puertas se estremecieron con la voz del que clamaba, y la casa se llenó de humo” (Isaías 6:1, 4) se trata de un trono que viaja, mientras que ambos, el trono de Apocalipsis 4, teniendo el “mar de vidrio” delante de él, y el trono de Apocalipsis 22, teniendo el “río … de vida” delante de él, son tronos estacionarios.

Aunque el que vio Ezequiel, es semejante al que se le mostró a Isaías, son realmente tronos distintos y separados porque cada uno de los “serafines” de la visión de Isaías tienen seis alas, mientras que cada uno de los “querubines” tiene solo cuatro. En el último, además, los querubines se encontraban debajo del trono, mientras que en el anterior, los serafines se ubicaban por encima del trono. Registrados en la Biblia, por lo tanto, hay cuatro tronos – dos inamovibles y dos movibles.

Para localizar el trono de Apocalipsis 4, y el de Apocalipsis 22, notemos en primer lugar que éste último, el único del cual procede el “río de vida”, es, dice el Revelador, “el trono de Dios y del Cordero” – en el cual se sentó Cristo a la diestra de Dios tras su resurrección. El primero, el único que tiene el mar de vidrio delante es (según la visión de Juan) en el lugar Santísimo del santuario celestial, porque Juan vio “siete lámparas de fuego” delante de éste (Apocalipsis 4:5) – un mueble del santuario. “Cuando en una visión le fue dado al Apóstol Juan que viese el templo de Dios en el cielo, contempló allí, ‘siete lámparas de fuego ardiendo delante del trono’.” – El Conflicto de los Siglos, página 466-467.

Entonces, en cuanto al desplazamiento del Padre y del Hijo del trono de Dios y del Cordero -el único donde está el río de la vida al trono donde se encuentra el mar de vidrio, nosotros podemos leer: “Vi al Padre levantarse del trono, y en un carro de llamas entró en el lugar santísimo, al interior del velo, y se sentó. Entonces Jesús se levantó del trono… Después de eso, un carro de nubes, cuyas ruedas eran como llamas de fuego, llegó rodeado de ángeles, donde estaba Jesús. El entró en el carro y fue llevado al lugar santísimo, donde el Padre estaba sentado”. Primeros Escritos, página 55.

Registrando el mismo evento como él lo vió, dice Daniel: “Estuve mirando hasta que fueron puestos tronos, y un Anciano de días se sentó, cuyo vestido era blanco como la nieve, y el pelo de su cabeza como lana limpia; su trono llama de fuego, y sus ruedas fuego ardiente. Un río de fuego procedía y salía de delante de él, millares de millares le servían, y millones de millones asistían delante de él. El Juez se sentó, y los libros fueron abiertos”. Daniel 7: 9-10

Miercoles, 14 Mayo

Dios entre su pueblo


Había una tribu principal en cada uno de los cuatro lados del Tabernáculo. Según Números 2, ¿cuáles eran las cuatro tribus principales?

“Estos acamparán al oriente, al este: la bandera del campamento de Judá, por sus ejércitos; y el jefe de los hijos de Judá, Naasón hijo de Aminadab.” — Números 2:3 RVR1960

“La bandera del campamento de Rubén estará al sur, por sus ejércitos; y el jefe de los hijos de Rubén, Elisur hijo de Sedeur.” — Números 2:10 RVR1960

“La bandera del campamento de Efraín por sus ejércitos, al occidente; y el jefe de los hijos de Efraín, Elisama hijo de Amiud.” — Números 2:18 RVR1960

“La bandera del campamento de Dan estará al norte, por sus ejércitos; y el jefe de los hijos de Dan, Ahiezer hijo de Amisadai.” — Números 2:25 RVR1960

“Se especificaba también la posición de cada tribu. Cada uno tenía que marchar y acampar al lado de su propia bandera, tal como lo había ordenado el Señor: "Los hijos de Israel acamparán cada uno junto a su bandera, según las enseñas de las casas de sus padres;" "de la manera que asientan el campo, así caminarán, cada uno en su lugar, junto a sus banderas." Números 2:2, 17. A la "multitud mixta" que había acompañado a Israel desde Egipto no se le permitía ocupar los mismos cuarteles que las tribus, sino que había de habitar en las afueras del campamento; y sus hijos habían de quedar excluídos de la comunidad hasta la tercera generación. Deuteronomio 23:7, 8.” PP54 392.2

Las caras de los querubines siendo lo mismo que las de las bestias de Apocalipsis, ambas necesariamente tienen significado complementario, clave la cuál Juan nos da: “Y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación”. Apocalipsis 5:9.

Jueves, 15 Mayo

La caída de Lucifer


Lee Ezequiel 28: 11 al 17 e Isaías 14: 12 al 14. ¿Qué provocó la caída de Lucifer? Compara estos pasajes con Apocalipsis 14: 1 al 12. ¿Cómo influye el contraste entre la caída de Lucifer y la elevada posición de la humanidad en Cristo en tu comprensión de lo que ocurre en Apocalipsis 14?

"El pecado se originó con él, quien, junto a Cristo, ocupaba el lugar más alto en el favor de Dios, y el más alto en poder y gloria entre los habitantes del Cielo. Antes de su caída, Lucifer era el querubín protector, santo e inmaculado. El profeta de Dios declara: "Perfecto eras en tus caminos desde el día en que fuiste creado, hasta que se halló en ti iniquidad". [Ezequiel 28:15.] Paz y alegría, en perfecta sumisión a la voluntad del Cielo, existían en toda la hueste angélica. El amor a Dios era supremo, el amor mutuo imparcial. Tal era la condición que existió por edades antes de la entrada del pecado". 4SP 316.3

“Los que andan como Cristo anduvo, los que son pacientes, amables, benignos, mansos y humildes de corazón, los que llevan el yugo con Cristo y levantan sus cargas, los que anhelan las almas como él las anheló, éstos entrarán en el gozo de su Señor. Verán con Cristo los dolores de su alma y quedarán satisfechos. El cielo triunfará, porque las vacantes hechas en el cielo por la caída de Satanás y sus ángeles serán llenadas por los redimidos del Señor.” RH 29 de mayo de 1900, par. 12

El Cordero, estando al principio delante del trono en el cielo, pero después con los 144.000 sobre el Monte de Sión, sobre la tierra, aunque los Ancianos y las Bestias alrededor del trono quedan en el cielo.

Y como Juan vio los 144.000 en pie sobre el Monte de Sión con el Cordero después que se iniciara el juicio y antes que se terminara, el evento por lo tanto no toma lugar ni antes ni después, sino durante el juicio.

Y ahora recuerden que la visión de Juan del “Cordero estando sobre el Monte Sión” (Apocalipsis 14:1) revela a Cristo como Salvador, mientras que su visión “del León de la tribu de Judá” estando en pie ante el juicio revela a El como un Rey. En correlación, muestran que mientras El es entonces el Salvador, a la vez, es Rey de reyes.

Resultando ahora claro cuando los 144.000 surgen, uno debe tener un mayor interés por saber quienes son. Viendo que son seguidores del Cordero (Cristianos), y también “hijos de Jacob”, son por lo tanto Israelitas Genuinos – No Gentiles.

Los 144.000 siendo los “primeros frutos”, por lo tanto, allí debe haber segundos frutos, porque donde hay primero, tiene que haber segundo. Y como los primeros frutos son llamados “siervos de Dios”, tienen que después ser enviados a todas las naciones para recoger los segundos frutos (Isaías 66:19, 20) – la gran multitud (Apocalipsis 7:9), la cual Juan vio después de ver el sellamiento de los 144.000.

El hecho de que “en sus bocas no fue hallada mentira” (Apocalipsis 14:5), muestra claramente que no han de proclamar nada sino la pura verdad del evangelio, y ello hace también que sus palabras sean tan autoritarias y tan exigentes como las palabras escritas de los profetas y de los apóstoles. Verdaderamente estos primeros frutos son investidos con aun mayor poder y autoridad: “En aquel día Jehová defenderá al morador de Jerusalén: y el que entre ellos fuere flaco, en aquel tiempo será como David; y la casa de David como Dios, como el ángel de Jehová delante de ellos”. Zacarías 12:8.

Viernes, 16 Mayo

Para estudiar y meditar

El milenio queda introducido por una serie de seis eventos ocurriendo en el orden que sigue: (1) Dios destruye a los hipócritas en la iglesia; (2) llama a los suyos fuera de las naciones y luego los trae a la iglesia purificada – el Reino; (3) la gracia termina; (4) los impíos quedan destruidos; (5) los justos muertos son resucitados y los justos vivientes son trasladados; (6) finalmente la tierra queda vacía.

Con la culminación de estos seis eventos, el tiempo que la Biblia llama el fin del mundo, las cortinas caen (terminan) para siempre el largo drama de las edades del pecado y redención

Que maravilloso desfile será cuando los redimidos de todas las edades marchen por las calles de oro en los lugares celestiales entre los puros y benditos.

  1. Escoltando la gran procesión vemos los millones de ángeles que ministraron a los redimidos en todas las edades.

  2. Moisés, el tipo de los resucitados, y el primer hombre que escribió en la Biblia, lo vemos marchando adelante como un líder de los resucitados, vestido de blanco y una resplandeciente corona de oro en su cabeza. Los resucitados a quien él representa son la Clase 4, vestidos en ropas blancas y tienen coronas de oro.

  3. Después vemos al buen, inocente Abel, representando a los mártires con el glorioso vestido blanco y rojo alrededor de su vestido como un borde, guiando a los millones de mártires de todas las edades (Clase 3), cuyos vestidos son exactamente como el que lleva su líder, Abel.

  4. Ahora miramos al anciano Enoc, que tiene alrededor de su cabeza una brillante guirnalda blanca: Sobre ella una hermosa corona más brillante que el sol y en su brazo derecho una gloriosa palma. Es por él que la Gran Multitud trasladada es guiada y representada, todos en vestidos de blanco puro, palmas en sus manos, y coronas de oro sobre sus cabezas.

  5. Al último de todos los redimidos, el valiente Elías, con un glorioso manto blanco de los hombros hasta sus pies: Un tipo y líder de la compañía más asombrosa, aunque pequeña en número. Siendo una compañía especial, con una experiencia especial, un sacerdocio real, los 144.000, en blanco purísimo, y un glorioso manto blanco de los hombros hasta sus pies, con estrellas en sus coronas. Apocalipsis 14:, “y en sus bocas no ha sido hallado engaño; porque son sin mácula delante del trono de Dios”.

  6. Si los hijos de Dios (Adanes) de otros mundos se presentaban delante del Señor de acuerdo a Job 1:6 en una reunión de concilio, entonces seguramente los hijos de Dios (Adanes) de todos los mundos no serán excluidos de la más maravillosa y única procesión de la extensión infinita de la Eternidad.

  7. Al último de todos, Jesús y el majestuoso ejército celestial con diez mil veces diez mil, y miles de miles de ángeles. ¡Qué maravillosa reunión será! ¿Podemos encontrar algo más armonioso que esto en toda la Biblia? Note que de nuevo tenemos el número Bíblico completo “siete”, y no puede ser más o menos, y aun incluirlo todo. ¿No debiera esto despertar nuestro interés y celo cuando vemos que glorioso evento está guardado para el pueblo fiel de Dios?