El verdadero Josué

Lección 10, 4° Trimestre, 29 de Noviembre al 5 de Diciembre de 2025

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Tarde de Sabbat 29 de Noviembre

Para memorizar:

“Y estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos.” RVR1960 — 1 Corintios 10:11


“El carácter santo de Josué no ostentaba mancha alguna. Era un sabio dirigente. Su vida estaba totalmente dedicada a Dios. Antes de morir reunió a las huestes hebreas y siguiendo el ejemplo de Moisés recapituló sus peregrinaciones por el desierto y tambien la obra misericordiosa llevada a cabo por el Señor en favor de ellos. Acto seguido les habló con elocuencia. Les contó que el rey de Moab estaba en guerra con ellos y había llamado a Balaam para que los maldijera; pero Dios no quiso “escuchar a Balaam, por lo cual os bendijo repetidamente”. Después les dijo: “Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quien sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová”.” SR 185.3

““Entonces el pueblo respondió y dijo: Nunca tal acontezca, que dejemos a Jehová para servir a otros dioses; porque Jehová nuestro Dios es el que nos sacó a nosotros y a nuestros padres de la tierra de Egipto, de la casa de servidumbre; el que ha hecho estas grandes señales y nos ha guardado por todo el camino por donde hemos andado, y en todos los pueblos por entre los cuales pasamos”.” SR 186.1

“El pueblo renovó su pacto con Josué. Le dijeron: “A Jehová nuestro Dios serviremos, y su voz obedeceremos”. Josué escribió las palabras de este pacto en el libro que contenía las leyes y los estatutos dados a Moisés. Recibió el amor y el respeto de todo Israel, y su muerte fue sumamente lamentada.” SR 186.2

Domingo 30 de Noviembre

Tipología bíblica


Estudia los siguientes textos bíblicos que se refieren a tipos o modelos y trata de definir qué es la tipología bíblica: Rom. 5: 14; 1 Cor. 10: 1-13; Heb. 8: 5; 9: 23.

Jer. 30:7 – “¡Ah, cuán grande es aquel día! Tanto, que no hay otro semejante a él; tiempo de angustia para Jacob; pero de ella será librado.”

El pueblo que ha llegado a este tiempo antitípico de angustia está volviendo a su tierra y es consolado. Aparentemente este mal es suficiente para espantar a todos, pero el consejo alentador de Dios es “no temáis.”

Claramente, la carga de este capítulo es tocante al retorno antitípico a la patria. Aunque pueda parecer una terrible angustia, los resultados han de ser los mismos como en el tipo. Ciertamente ahora no podemos apreciar este estudio como debiera ser, pero pronto viene el tiempo cuando cavaremos profunda y diligentemente como si saliéramos de debajo de una avalancha. Sin embargo, a aquellos que tienen poca fe en la Palabra de Dios, el estudio no les hará mucho bien. Ahora es el tiempo para comenzar a cultivar la fe que necesitaremos tener entonces.

Jacob, nuestro tipo, sabía bien que Dios había dirigido su regreso de Padan-aram a su tierra natal, y no obstante tembló cuando oyó decir que Esaú con cuatrocientos hombres venía a su encuentro. Además de esto, él fue llevado a luchar con el Ángel toda la noche y prevaleció solamente porque no dejó ir al Ángel hasta que lo bendijera. Y el resultado final fue que al día siguiente, Esaú, más bien que destruir la compañía de Jacob, bondadosamente saludó a Jacob con un beso y ¡cordialmente le invitó a volver a casa! Así que cuando toda esta obra fue hecha, Jacob claramente vio que no había necesidad en absoluto de haber temido alguna vez. Cuán animador es que “estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos” (1 Cor. 10:11). Que lo que le pasó a Jacob es seguro que nos pase a nosotros, y cuán alentador es saber todo esto de antemano. Ahora como nunca antes debemos ver que donde hay tipo hay también antitipo, y que donde no hay tipo no hay verdad.

Lunes 1 de Diciembre

Tipo y antitipo


“Cuando Dios estaba a punto de destruir a los primogénitos de Egipto, ordenó a los israelitas que reunieran a sus hijos de entre los egipcios y los recogieran en sus propias casas y que salpicaran los dinteles de las puertas con sangre para que el ángel destructor la viese y pasase por alto sus hogares. Esta es una obra, mi obra, y la obra de toda madre que cree la verdad. El ángel habrá de poner una marca sobre la frente de todos los que se hayan separado del pecado y de los pecadores, y el ángel destructor le seguirá, para destruir completamente tanto a viejos como a jóvenes.” 5TPI 477.2

En una de sus más grandes profecías, Isaías proyecta en esbozos infalibles la gran contraparte antitípica del movimiento del Éxodo: “Y habrá camino para el remanente de su pueblo, el que quedó de Asiria, de la manera que lo hubo para Israel el día que subió de la tierra de Egipto”. Isaías 11:16. Como la “pascua” y la matanza de los “primogénitos” (primeros frutos) quienes no tenían la sangre en “el dintel de la puerta”, libertó al pueblo antiguo de Dios de la esclavitud de Egipto, de la misma forma la pascua antitípica (Ezequiel 9; Isaías 66:16) liberará a los primeros frutos, los 144.000, sus primogénitos ahora, de la esclavitud de pecado y pecadores hoy.

“Y acontecerá que el que quedare en Sión, y el que fuere dejado en Jerusalén, será llamado santo; todos los que en Jerusalén están escritos entre los vivientes; Cuando el Señor lavare las inmundicias de las hijas de Sión, y limpiare las sangres de Jerusalén de en medio de ella, con espíritu de juicio y con espíritu de devastación. Y creará Jehová sobre toda la morada del monte de Sión, y sobre los lugares de sus convocaciones, nube y oscuridad de día, y de noche resplandor de fuego que eche llamas: porque sobre toda gloria habrá cobertura. Y habrá sombrajo para sombra contra el calor del día, para acogida y escondedero contra el turbión y contra el aguacero”. Isaías 4:3-6. (Para exposición más detallada del movimiento del éxodo en tipo y antitípo, léase La Vara del Pastor, Volumen 1, páginas 64-111).

“El santuario celestial, en el cual Jesús ministra, es el gran modelo, del cual el santuario edificado por Moisés no era más que trasunto. Dios puso su Espíritu sobre los que construyeron el santuario terrenal. La pericia artística desplegada en su construcción fue una manifestación de la sabiduría divina.” GC 409.3

Martes 2 de Diciembre

Josué como figura tipológica


A la luz de la tipología bíblica, ¿qué significa el paralelismo existente entre la experiencia de Moisés y la de Josué? Ver Éxo. 3: 1, 2; Jos. 1: 1-3; Núm. 13: 1, 2; Jos. 2: 1; Éxo. 3: 5; Jos. 5: 15.

Sin embargo recordemos que el movimiento del Éxodo, el tipo, fue en dos secciones, la primera sección siendo dirigida por Moisés y la segunda por Josué, que fue la última, la sección purificada (esa que creció después de 40 años de vagar por el desierto, y después de que todos excepto dos de los que tenían más de 20 años cuando salieron de Egipto, hubieron muerto) fue la que posesionó la tierra.

El movimiento dirigido por la Vara hoy es el único movimiento en el cristianismo que corresponde al tipo – el Israel del tiempo de Josué: que también junta a sus seguidores sólo del movimiento madre, y teniendo como triple objetivo la liberación del pueblo de Dios de la esclavitud, la posesión de la tierra y el establecimiento del Reino. Y al Igual que el Israel purificado del tiempo de Josué, – la generación que sobrevivió los 40 años de vagar en el desierto, heredaron primero el liderazgo final del movimiento del Éxodo típico y luego la tierra de la promesa, así el Israel purificado de hoy (los 144.000) los que sobrevivan el período de los 40 años de vagar desde 1890 hasta 1930 y quienes escapan de la matanza de Ezequiel 9 serán exaltados al liderazgo final del movimiento del Éxodo antitípico, y entonces heredarán “la tierra prometida” y serán ciudadanos en el Reino Eterno.

Thus, we see that it was not until after the murmurers were eliminated, in the ensample, that Joshua took over, and led the Exodus Movement in the land of Canaan.

El resultado inmediato de estas murmuraciones, quejas y dudas hoy han sido para enceguecer a muchos en el Movimiento Adventista, causando que volvieran de seguir en pos de Cristo su líder, y firmemente retroceder “hacia Egipto” – Testimonios para la Iglesia, Volumen 5, página 201. Por consiguiente en otro paralelo trágico, igual como Moisés escribió la triste experiencia del tipo, así la fundadora del la denominación Adventista del Séptimo Día escribió la experiencia aún más trágica del antitipo, declarando tiempo atrás en 1888: “Muchos han perdido de vista a Jesús”; y “la duda y aun el descreimiento de los testimonios del Espíritu de Dios, leudan la Iglesia por todos lados”. – Testimonios para la Iglesia, Volumen 5, página 201.

Estudia Deuteronomio 18: 15-19; 34: 10-12; Juan 1: 21; Hechos 3: 22-26 y 7: 37. ¿Quién cumplió la profecía de Moisés acerca de un profeta como él? ¿Cómo encaja Josué en el cuadro?

“Moisés fue un tipo o figura de Cristo. Él mismo había declarado a Israel: “Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará Jehová tu Dios; a él oiréis”. Deuteronomio 18:15. Dios tuvo a bien disciplinar a Moisés en la escuela de la aflicción y la pobreza, antes de que estuviera preparado para conducir las huestes de Israel hacia la Canaán terrenal. El Israel de Dios, que viaja hacia la Canaán celestial, tiene un Capitán que no necesitó enseñanzas humanas que lo prepararan para su misión de conductor divino; no obstante fue perfeccionado por el sufrimiento; “porque en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados”. Hebreos 2:10, 18. Nuestro Redentor no manifestó las imperfecciones ni las debilidades humanas; pero murió a fin de obtener nuestro derecho a entrar en la tierra prometida.” PP 456.2

“Moisés a la verdad fue fiel en toda la casa de Dios, como siervo, para testimonio de lo que se iba a decir; pero Cristo, como hijo, sobre su casa. Y esa casa somos nosotros, con tal que retengamos firme hasta el fin la confianza y el gloriarnos en la esperanza”. Hebreos 3:5, 6.” PP 456.3

Miércoles 3 de Diciembre

El verdadero Josué como antitipo


Lee Hebreos 3: 7-4: 11. ¿Cómo confirma el Nuevo Testamento que Josué, el nuevo Moisés, es en sí mismo un tipo de Jesucristo?

"… Y les dirás: Así ha dicho el Señor Jehová: He aquí, yo tomo a los hijos de Israel de entre las gentes a las cuales fueron, y los juntaré de todas partes, y los traeré a su tierra: Y los haré una nación en la tierra, en los montes de Israel; y un rey será a todos ellos por rey: y nunca más serán dos naciones, ni nunca más serán divididos en dos reinos. Ni más se contaminarán con sus ídolos, y con sus abominaciones, y con todas sus rebeliones: y los salvaré de todas sus habitaciones en las cuales pecaron, y los limpiaré; y me serán por pueblo, y yo a ellos por Dios.

Y mi siervo David será rey sobre ellos, y a todos ellos será un pastor: y andarán en mis derechos, y mis ordenanzas guardarán, y las pondrán por obra. Y habitarán en la tierra que di a mi siervo Jacob, en la cual habitaron vuestros padres, en ella habitarán ellos, y sus hijos, y los hijos de sus hijos para siempre; y mi siervo David les será príncipe para siempre.

“Y concertaré con ellos pacto de paz, pacto perpetuo será con ellos: y los asentaré, y los multiplicaré, y pondré mi santuario entre ellos para siempre. Y estará en ellos mi tabernáculo, y seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. Y sabrán las gentes que Yo, el Señor santifico a Israel, estando mi santuario entre ellos para siempre". Ezequiel 37:21-28.”

En confirmación de la verdad de que el pueblo de Dios tiene que llegar a ser un reino otra vez, Ezequiel profetiza de una nueva división de la tierra

El profeta presenta una división de la tierra enteramente diferente de aquelladel tiempo de Josué (Josué 17): Será en franjas de Este a Oeste. Dan deberá poseer la primera porción en el Norte, y Gad, la última porción en el Sur. Entre las fronteras de estos dos, tendrán una porción las demás tribus. El Santuario tiene que estar en el medio de la tierra, y adyacente debe permanecer una ciudad. (Véase Ezequiel 48).

El hecho de que tal división de la tierra prometida, nunca se ha concretado, muestra que está todavía en el futuro. El hecho, también, de que el Santuario tiene que estar allá, en tanto que no tiene que existir en la tierra renovada (Apocalipsis 21:22), comprueba positivamente que este único establecimiento es premilenial. Además, el doble hecho de que el Nombre de la Ciudad, es "El Señor está allí", y que su localidad, según la división de la tierra, debe ser necesariamente diferente de aquella de la antigua Jerusalén, prueba que la misma Jerusalén no es esa ciudad.

Jueves 4 de Diciembre

Josué y nosotros


Josué apunta como tipo o modelo más allá del ministerio de Jesucristo hacia un cumplimiento en la vida de la iglesia, el cuerpo de Cristo. ¿En qué sentido las guerras libradas por Israel bajo Josué prefiguran las luchas espirituales de la Iglesia? ¿En qué se diferencian? Ver 1 Tim. 1: 18; 2 Tim. 4: 7; Efe. 6: 10-12; 2 Cor. 10: 3-5; Hech. 20: 32.

“La confianza en Dios y la obediencia a su voluntad, son tan esenciales para el cristiano en la guerra espiritual como lo fueron para Gedeón y Josué en sus batallas contra los cananeos. Mediante las repetidas manifestaciones de su poder en favor de Israel, Dios quería guiarlo a tener fe en él, a buscar con confianza su ayuda en toda emergencia. Está igualmente dispuesto a obrar en cooperación con los esfuerzos de su pueblo hoy y a lograr grandes cosas por medio de instrumentos débiles. Todo el cielo espera que pidamos sabiduría y fortaleza. Dios “es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos”. Efesios 3:20.” PP 536.1

¿Qué dicen estos textos acerca del cumplimiento final de la tipología de Josué? 1 Ped. 1: 4; Col. 3: 24; Apoc. 20: 9; 21: 3.

Isa. 63:18, 19 – “Por poco tiempo lo poseyó tu santo pueblo; nuestros enemigos han hollado tu santuario. Hemos venido a ser como aquellos de quienes nunca te enseñoreaste, sobre los cuales nunca fue llamado tu nombre.”

Cierto, nuestros antepasados estuvieron en la tierra y se gozaron del servicio del Santuario por un número de años, pero considerando que ellos habían de poseerla para siempre, la declaración: “Por poco tiempo lo poseyó tu santo pueblo,” del todo es verdad. Los árabes y los judíos inconversos que poseen ahora la tierra no son cristianos; ellos no son llamados por el nombre de Cristo, y nunca lo han sido.

Cierto, nuestros antepasados estuvieron en la tierra y se gozaron del servicio del Santuario por un número de años, pero considerando que ellos habían de poseerla para siempre, la declaración: “Por poco tiempo lo poseyó tu santo pueblo,” del todo es verdad. Los árabes y los judíos inconversos que poseen ahora la tierra no son cristianos; ellos no son llamados por el nombre de Cristo, y nunca lo han sido.

Aquí está uno que reconoce que el pueblo de Dios está en error no siguiendo los caminos de Dios y que no le temen. Por lo tanto, la súplica del mensajero es que Dios vuelva a ellos y que no los abandone para siempre.

La oración del capítulo 63 continúa por todo el capítulo 64 y da un buen ejemplo de lo que deberían ser nuestras súplicas en este mismísimo tiempo. Leamos todo el capítulo completo:

Isa. 64:1-12 – “¡Oh, si rompieses los cielos, y descendieras, y a tu presencia se escurriesen los montes, como fuego abrasador de fundiciones, fuego que hace hervir las aguas, para que hicieras notorio tu nombre a tus enemigos, y las naciones temblasen a tu presencia! Cuando, haciendo cosas terribles cuales nunca esperábamos, descendiste, fluyeron los montes delante de ti.

“Ni nunca oyeron, ni oídos percibieron, ni ojo ha visto a Dios fuera de ti, que hiciese por el que en Él espera. Saliste al encuentro del que con alegría hacía justicia, de los que se acordaban de ti en tus caminos; he aquí, tú te enojaste porque pecamos; en los pecados hemos perseverado por largo tiempo; ¿podremos acaso ser salvos?

“Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento. Nadie hay que invoque tu nombre, que se despierte para apoyarse en ti; por lo cual escondiste de nosotros tu rostro, y nos dejaste marchitar en poder de nuestras maldades.

“Ahora pues, Señor, tú eres nuestro padre; nosotros barro, y tú el que nos formaste; así que obra de tus manos somos todos nosotros. No te enojes sobremanera, Señor, ni tengas perpetua memoria de la iniquidad; he aquí, mira ahora, pueblo tuyo somos todos nosotros. Tus santas ciudades están desiertas, Sion es un desierto, Jerusalén una soledad. La casa de nuestro santuario y de nuestra gloria, en la cual te alabaron nuestros padres, fue consumida al fuego; y todas nuestras cosas preciosas han sido destruidas. ¿Te estarás quieto, oh Señor, sobre estas cosas? ¿Callarás, y nos afligirás sobremanera?”

Viernes 5 de Diciembre

Para estudiar y meditar

“Miles aceptarían la verdad si pudieran hacerlo sin negarse a sí mismos; pero estos nunca contribuirían a la causa de Dios. Jamás saldrían valientemente al encuentro del enemigo—el mundo, el amor a sí mismo y las pasiones de la carne—confiando en que su divino Director les diera la victoria. La iglesia necesita fieles Caleb y Josué que estén prontos a aceptar la vida eterna con la única condición que Dios impone: la obediencia. Nuestras iglesias sufren por falta de obreros. Nuestro campo es el mundo. Necesitamos misioneros en las ciudades y los pueblos que están aún más subyugados por la idolatría que los paganos de Oriente, los cuales nunca vieron la luz de la verdad. El verdadero espíritu misionero ha abandonado las iglesias que hacen profesión de manera tan exaltada. El amor por las almas y el deseo de llevarlas al regazo de Cristo ha dejado de brillar en sus corazones. Buscamos trabajadores honestos. ¿Nadie responderá al clamor que se eleva de todos los rincones: “Pasa [...] y ayúdanos” Hechos 16:9?” 4TPI 156.2