«Estén quietos, y conozcan que Yo Soy Dios. Exaltado seré entre las naciones, enaltecido seré en la tierra» (Sal. 46: 10).
La disposición de Lucifer de servirse a sí mismo en vez de servir a su Creador, despertó un sentimiento de honda aprensión cuando fue observada por quienes consideraban que la gloria de Dios debía ser suprema. Reunidos en concilio celestial, los ángeles rogaron a Lucifer que desistiera de su intento. El Hijo de Dios presentó ante él la grandeza, la bondad y la justicia del Creador, y también la naturaleza sagrada e inmutable de su ley. Dios mismo había establecido el orden del cielo, y, al separarse de él, Lucifer deshonraría a su Creador y acarrearía la ruina sobre sí mismo. Pero la amonestación, hecha con misericordia y amor infinitos, solamente despertó un espíritu de resistencia. Lucifer permitió que su envidia hacia Cristo prevaleciera, y se afirmó más en su rebelión. PP 13.3
Como los ángeles, los moradores del Edén habían de ser probados. Únicamente podían conservar su feliz estado si eran fieles a la ley del Creador. Podían obedecer y vivir, o desobedecer y perecer. Dios los había colmado de ricas bendiciones; pero si ellos menospreciaban su voluntad, Aquel que no perdonó a los ángeles que pecaron no los perdonaría a ellos tampoco: la transgresión los privaría de todos sus dones, y les acarrearía desgracia y ruina. PP 32.2
Los ángeles amonestaron a Adán y a Eva a que estuvieran en guardia contra las argucias de Satanás; porque sus esfuerzos por tenderles una celada serían infatigables. Mientras fueran obedientes a Dios, el maligno no podría perjudicarles; pues, si fuera necesario, todos los ángeles del cielo serían enviados en su ayuda. Si ellos rechazaban firmemente sus primeras insinuaciones, estarían tan seguros como los mismos mensajeros celestiales. Pero si cedían a la tentación, su naturaleza se depravaría, y no tendrían en sí mismos poder ni disposición para resistir a Satanás. PP 32.3
Lee Génesis 2: 9 al 17. ¿Cuál fue el primer mandato que Dios dio a la humanidad y por qué era tan importante?
Satanás, se nos dice, no era el único pecador en el Cielo, porque con él fue arrojada del cielo una tercera parte de la hueste angélica (Apocalipsis 12:4). Estos fueron arrojados del Cielo porque dieron atención a las palabras de Lucifer, a un hombre en el Cielo, en lugar de dar atención a la palabra del Señor. Esta fue la caída de los ángeles. Lucifer mismo cayó cuando aspiró ser como Dios.
Estos dos pecados – confiar en el hombre, y desear exaltar el yo todavía son los principales elementos de pecado aquí en la tierra ahora. Este fue el tropiezo de Eva y para muchos aún hoy esto es todavía el tropiezo. No, no solamente el apetito fue la causa de la caída de Eva. La serpiente no dijo, “Debes comer de esta fruta porque es maravillosa, más deliciosa que cualquier otra fruta en el jardín de Dios”. Sino que dijo: “Sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal”. Génesis 3:5.
La fruta, por supuesto, le atrajo a ella, pero ella fue tentada por la idea de tener la oportunidad de ser exaltada al trono de Dios, de ser exaltada a la misma posición a la cual Lucifer mismo aspiró. Lucifer debe haber creído honestamente que él sería como Dios si los ángeles en el Cielo y los hombres en la tierra tomaran órdenes sólo de él.
Y así vemos que el Diablo engañó a Eva en el mismo terreno que se engañó a sí mismo y a sus ángeles, la única diferencia es que él hizo que Eva comiera del fruto que él mismo y sus ángeles no comerían. Consecuentemente, Eva pecó contra su ser físico, también, llevando a éste, algo que no fue creado para comer, y por consiguiente murió. Pero Satanás y su ángeles todavía viven.
Esta es la labor que Satanás ha llevado adelante con gran éxito, desde los días de Adán hasta el presente. Tienta a los hombres a desconfiar del amor de Dios y a dudar de su sabiduría. Constantemente pugna por despertar en los seres humanos un espíritu de curiosidad irreverente, un inquieto e inquisitivo deseo de penetrar en los inescrutables secretos del poder y la sabiduría de Dios. En sus esfuerzos por escudriñar aquello que Dios tuvo a bien ocultarnos, muchos pasan por alto las verdades eternas que nos ha revelado y que son esenciales para nuestra salvación. Satanás induce a los hombres a la desobediencia llevándoles a creer que entran en un admirable campo de conocimiento. Pero todo esto es un engaño. Engreidos por sus ideas de progreso, pisotean los requerimientos de Dios, caminando por la ruta que los lleva a la degradación y a la muerte. PP 34.2
Satanás hizo creer a la santa pareja que ellos se beneficiarían si violaban la ley de Dios. ¿No oímos hoy día razonamientos semejantes? Muchos hablan de la estrechez de los que obedecen los mandamientos de Dios, mientras pretenden tener ideas más amplias y gozar de mayor libertad. ¿Qué es esto sino el eco de la voz del Edén: “El día que comáis de él”, es decir, el día que violareis el divino mandamiento, “seréis como Dios”? Satanás aseveró haber recibido grandes beneficios por haber comido del fruto prohibido, pero nunca dejó ver que por la transgresión había sido desechado del cielo. Aunque había comprobado que el pecado acarrea una pérdida infinita, ocultó su propia desgracia para atraer a otros a la misma situación. Así también el pecador trata de disfrazar su verdadero carácter; puede pretender ser santo; pero su elevada profesión únicamente hace de él un embaucador tanto más peligroso. Está del lado de Satanás y al hollar la ley de Dios e inducir a otros a hacer lo mismo, los lleva hacia la ruina eterna. PP 34.3
Lee Daniel 2: 31 al 35, donde se ofrece una visión panorámica de la historia del mundo hasta el fin de los tiempos. ¿Qué importantes verdades podemos aprender de esta asombrosa profecía?
En los anales de la historia humana, el desarrollo de las naciones, el nacimiento y la caída de los imperios, parecen depender de la voluntad y las proezas de los hombres; y en cierta medida los acontecimientos se dirían determinados por el poder, la ambición y los caprichos de ellos. Pero en la Palabra de Dios se descorre el velo, y encima, detrás y a través de todo el juego y contrajuego de los humanos intereses, poder y pasiones, contemplamos a los agentes del que es todo misericordioso, que cumplen silenciosa y pacientemente los designios y la voluntad de él. PR 366.1
Centenares de años antes que ciertas naciones subiesen al escenario, el Omnisciente miró a través de los siglos y predijo el nacimiento y la caída de los reinos universales. Dios declaró a Nabucodonosor que el reino de Babilonia caería, y que se levantaría un segundo reino, el cual tendría también su período de prueba. Al no ensalzar al Dios verdadero, su gloria iba a marchitarse y un tercer reino ocuparía su lugar. Este también pasaría; y un cuarto reino, fuerte como el hierro, iba a subyugar las naciones del mundo. PR 367.1
En la historia de las naciones el que estudia la Palabra de Dios puede contemplar el cumplimiento literal de la profecía divina. Babilonia, al fin quebrantada, desapareció porque, en tiempos de prosperidad, sus gobernantes se habían considerado independientes de Dios y habían atribuído la gloria de su reino a las hazañas humanas. El reino medo-persa fué objeto de la ira del Cielo porque en él se pisoteaba la ley de Dios. El temor de Jehová no tenía cabida en los corazones de la vasta mayoría del pueblo. Prevalecían la impiedad, la blasfemia y la corrupción. Los reinos que siguieron fueron aun más viles y corruptos; y se fueron hundiendo cada vez más en su falta de valor moral. PR 367.3
Así que “. . . en los días de estos reyes, el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás des- truido, ni será el reino dejado a otro pueblo; des- menuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre, de la manera que viste que del monte fue cortada una piedra, no con mano, la cual desmenuzó el hierro, el bronce, el barro, la plata y el oro. El gran Dios ha mostrado al rey lo que ha de acontecer en lo por venir; y el sueño es verdadero, y fiel su interpretación.” Dan. 2:44, 45.
Si el Reino ha de destruir a todos estos reinos, entonces éste debe ser establecido antes de que estos reinos sean destruidos. La piedra que es cortada del “monte” en los días de estos reyes es hecha un gran monte, el Reino, que llenó toda la tierra (Dan. 2:35, 45).
Lee Daniel 7: 1 al 3. Hay mucho movimiento en esta escena. ¿Qué lecciones podemos extraer de estas imágenes, como la de la primera bestia que emerge del mar?
"El Mar" ubica el Territorio de las Cinco Bestias. Ya que el reino de la naturaleza, el mar es el almacén (hogar) de las aguas, por lo tanto en el reino de los símbolos, el "mar" debe ser el lugar de nacimiento de las naciones – el País Antiguo. Las cinco bestias (el león, el oso, el leopardo, y la bestia indescriptible junto con la bestia como leopardo) viniendo del mar, muestra que ellos representan reinos que se han levantado en el País Antiguo, tal como la historia lo confirma.
Estas cuatro grandes bestias, dijo el ángel "son cuatro reyes que se levantarán en la tierra". Daniel 7:17.
Previo a la visión de Daniel de estas bestias, Nabucodonosor, Rey de la antigua Babilonia, mientras permanecía en el dilema respecto a la duración de su reino, le fue mostrado en un sueño una gran imagen compuesta de cuatro metales. Su cabeza era de "oro"; su pecho y brazos eran de "plata"; sus muslos de "bronce"; sus piernas de "hierro" y sus pies "de hierro mezclado con barro". Interpretando la visión, Daniel dijo al Rey :
"… Tú eres aquella cabeza de oro. Y después de ti se levantará otro reino inferior al tuyo; y luego un tercer reino de bronce, el cual dominará sobre toda la tierra. Y el cuarto reino será fuerte como hierro … Y lo que viste de los pies y los dedos, en parte barro cocido de alfarero y en parte de hierro, será un reino dividido; más habrá en él algo de la fuerza del hierro; así como viste hierro mezclado con barro cocido.
Y por ser los dedos de los pies en parte de hierro y en parte de barro cocido, el reino será en parte fuerte y en parte frágil. Así como viste el hierro mezclado con barro, se mezclarán por medio de alianzas humanas; pero no se unirán el uno con el otro, como el hierro no se mezcla con el barro.
Y en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos; pero él permanecerá para siempre". Daniel 2:38-44.
Claramente, los cuatro metales de la gran imagen simbolizan, así como las cuatro bestias, una sucesión de cuatro reyes en sus respectivos períodos. Los pies (derecho e izquierdo) de hierro y barro representan obviamente dos divisiones de reyes (los derechistas e izquierdistas) en un quinto período - el tiempo, en el cual, "el Dios del cielo, establecerá un reino, que nunca será destruido". Los dedos de los pies, por supuesto, indican una multiplicidad de reyes en ambos partidos, los derechistas y los izquierdistas.
Lee Apocalipsis 12: 15 y 16, y Apocalipsis 13: 1 y 11, sobre la base de la idea anterior. Observa la vinculación existente entre el agua y la tierra. ¿Cómo se utilizan ambos símbolos y qué pueden enseñarnos acerca de cómo entender la profecía?
Tres años y medio después de la resurrección del Señor, la iglesia dejó Palestina (La Viña), y mientras estuvo en el mundo Gentil (el desierto), "la serpiente echó de su boca agua como un río tras la mujer [forzaron a los paganos a bautizarse dentro del Cristianismo, y unirse a la iglesia], a fin de que fuese arrastrada [paganizada] por el río" Apocalipsis 12:15. Mientras fue así inundada, tuvo que ser alimentada (mantenida) por el Señor, porque muchos de sus seguidores fueron paganizados, y casi todos aquellos que no fueron paganizados, fueron llevados a la muerte por "el río". Así que, si El no la hubiese alimentado (mantenida en existencia) por un milagro, la Iglesia hubiese perecido durante aquellas edades oscuras de la religión. Cierto, ella ha sido capaz de alimentarse desde la Reforma, pero los inconversos (el río) están en su medio todavía. No obstante, ella tiene esta promesa de rescate:
"Y la tierra ayudó a la mujer, y la tierra abrió su boca, y tragó el río que había echado el dragón de su boca" Apocalipsis 12:16.
O, dicho literalmente, los inconversos que están aún en el medio de la Iglesia, tiene que ser muertos y enterrados. Los conversos, entonces, son llevados al reino. Luego el dragón se "airó contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el remanente de ella, los cuales guardan los mandamientos de Dios, y tienen el testimonio de Jesucristo" Apocalipsis 12:17.
Incitado por la furia de la purificación de ella, el dragón hace guerra "con el remanente de su simiente". Contra ella personalmente, aunque, El no peleará, porque sus comulgantes, los 144.000 (los primeros frutos – Apocalipsis 7:3-8; 14:4), quienes entran primero al reino, permanecen con el Cordero, el Rey, en el Monte de Sión (Apocalipsis 14:1), los terrenos de Su palacio. Así siendo los gobernantes de las tribus, están simbolizados por la mujer coronada. Y estando en su propia tierra, son protegidos del dragón quien persigue consecuentemente sólo "al remanente", los que son dejados atrás, quienes aún están en Babilonia, pero quienes son finalmente llamados a salir de ella (Apocalipsis 18:4).
A diferencia de la primera bestia, la segunda bestia sube de la tierra. El mar y la tierra muestran dos diferentes ubicaciones. Sabemos que las bestias de Daniel 7, y la bestia como leopardo de Apocalipsis 13, las bestias que subían del mar, todas se originaron en el Viejo Mundo, las tierras donde se originó la humanidad. Si, el “mar” propiamente simboliza el Viejo Mundo porque el mar es el almacén de las aguas, el lugar donde se originan las aguas, como el Viejo Mundo es el lugar de donde se esparció la humanidad.
La “tierra”, entonces, muestra un lugar lejos del “mar” y lo opuesto de lo que el mar representa – un país compuesto de habitantes que han emigrado de otra parte. El único tal país o nación lejos del Viejo Mundo y tan influyente como se representa en esta bestia de dos cuernos que sube después de la formación de la bestia como leopardo, en el período Protestante, es los Estados Unidos. Además, los Estados Unidos es ya un poder mundial, y no necesitamos estar adivinando mas. Los dos cuernos de la bestia muestran sus dos poderes políticos de gobierno – Demócrata y Republicano. Su carácter como cordero da la apariencia de inocente, inofensivo, y caritativo. No obstante al hablar como dragón repudia la apariencia de los cuernos como cordero.
Lee Apocalipsis 10: 1 al 11, donde se describe el nacimiento de este movimiento. Busca en ese texto algunos de los elementos que hemos estudiado, como «las naciones», la tierra y el mar. Con la debida cautela para no introducir en el pasaje ideas que no se encuentran en él, ¿qué mensajes encuentras allí?
El tema de nuestro estudio se encuentra en Apocalipsis, capítulos 10 y 11. Comenzaremos con Apocalipsis 10:1 – “Vi descender del cielo a otro ángel fuerte, envuelto en una nube, con el arco iris sobre su cabeza; y su rostro era como el sol, y sus pies como columnas de fuego”.
Este ángel tiene todas las características de un poder que envía “la lluvia tardía”, y que causa que el grano espiritual se desarrolle completamente, porque eso es lo que indica nubes, luz del sol, y arco iris. Como el arco iris nunca aparece sin lluvia, el ángel es por consiguiente el ángel que trae la lluvia y la luz del sol para madurar la cosecha final.
Apocalipsis 10:2 – “Tenía en su mano un librito abierto; y puso su pie derecho sobre el mar, y el izquierdo sobre la tierra”.
Hay sólo un libro en la Biblia que ha tenido que ser abierto, y ese es el libro de Daniel (Daniel 12:4). Y puesto que la primera cosa que hizo el ángel fue abrir el libro, el análisis prueba que en realidad él aparece en la escena al comienzo del tiempo del fin, el tiempo en que el libro debía abrirse (Apocalipsis 10:2).
Sabemos que el hombre naturalmente comienza con su pie derecho. Ahora, puesto que el pie derecho del ángel estaba sobre el mar y su pie izquierdo sobre la tierra, el simbolismo muestra que él empieza en el mar, la provincia de las bestias de Daniel (Daniel 7), luego en la tierra, la provincia de la bestia de dos cuernos (Apocalipsis 13:10-18). Su obra, por consiguiente, comienza en el Viejo País, y debe incluir la primera verdad que fue revelada del libro de Daniel. Todo en todo su mensaje y poder prueba ser mundial – tierra y mar.
Apocalipsis 10:5-7 – “Y el ángel que vi en pie sobre el mar y sobre la tierra, levantó su mano al cielo, y juró por el que vive por los siglos de los siglos, que creó el cielo y las cosas que están en él, y la tierra y las cosas que están en ella, y el mar y las cosas que están en él, que el tiempo no sería más, sino que en los días de la voz del séptimo ángel, cuando él comience a tocar la trompeta, el misterio de Dios se consumará, como él lo anunció a sus siervos los profetas” (Al comienzo del sonido de la séptima trompeta, el misterio de Dios será consumado).
¿Qué acerca de la declaración, “el tiempo no sería más”? – La respuesta se encuentra en Apocalipsis 10:6, la cual realmente prueba que el tiempo no será más para que el Misterio de Dios sea consumado; que el resto de los días de la sexta trompeta, el tiempo para tocar la séptima trompeta, es el tiempo para que el Misterio de Dios, el Evangelio de Cristo, sea consumado. De hecho, el primer anuncio del séptimo ángel es que los reinos de este mundo vendrán a ser los reinos de nuestro Señor, – que la obra del Evangelio se ha consumado.
Apocalipsis 10:8-10 – “La voz que oí del cielo habló otra vez conmigo, y dijo: Ve y toma el librito que está abierto en la mano del ángel que está en pie sobre el mar y sobre la tierra. Y fui al ángel, diciéndole que me diese el librito. Y él me dijo: Toma, y cómelo; y te amargará el vientre, pero en tu boca será dulce como la miel. Entonces tomé el librito de la mano del ángel, y lo comí; y era dulce en mi boca como la miel, pero cuando lo hube comido, amargó mi vientre”.
Tragar el libro es, como si fuera, “devorar” sus dichos. Lo dulce de la miel debe ser el gozo que viene de sus promesas, y obviamente lo amargo denota inhabilidad para digerirlo, para comprender todo, y así un chasco. Esto, sabemos encontró su cumplimiento en los días del Primer Movimiento Adventista, cuando a través del estudio del libro de Daniel, aprendieron que la purificación del Santuario (Daniel 8:14) había de comenzar en el año 1844, pero que malentendieron la purificación que significaba el fin del mundo y el regreso de Cristo. El chasco vino después que la fecha establecida había pasado y después que la expectativa del pueblo fracasó en materializarse.
Apocalipsis 10:11 – “Y él me dijo: Es necesario que profetices otra vez sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes”.
Después del chasco se les mandó que profetizaran otra vez; eso es, profetizar otra vez la purificación del Santuario. Habían de hacer esta obra entre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes, obviamente no a todos.
Así fue que el Primer Movimiento Adventista fue reorganizado y renombrado, Adventistas del Séptimo Día. La organización Adventista del Séptimo Día, por consiguiente, no terminará la obra. Su mensaje no va a todos los pueblos, a todas las naciones, lenguas, y reyes. Consecuentemente, la Iglesia, también, será reorganizada si el Evangelio del Reino ha de ser predicado a todas las naciones. “Deben realizarse un reavivamiento y una reforma bajo la ministración del Espíritu Santo. Reavivamiento y reforma son dos cosas diferentes. Reavivamiento significa una renovación de la vida espiritual, una vivificación de las facultades de la mente y del corazón, una resurrección de la muerte espiritual. Reforma significa una reorganización, un cambio en las ideas y teorías, hábitos y prácticas” – Mensajes Selectos, Volumen 1, página 149.
¿Cómo vendrá la reorganización? –
“Porque he aquí que Jehová vendrá con fuego, y sus carros como torbellino, para descargar su ira con furor, y su reprensión con llama de fuego. Porque Jehová juzgará con fuego y con su espada a todo hombre; y los muertos de Jehová serán multiplicados.
“Los que se santifican y los que se purifican en los huertos, unos tras otros, los que comen carne de cerdo y abominación y ratón, juntamente serán talados, dice Jehová.
“Y pondré entre ellos señal, y enviaré de los escapados de ellos a las naciones, a Tarsis, a Fut y Lud que disparan arco, a Tubal y a Javán, a las costas lejanas que no oyeron de mí, ni vieron mi gloria; y publicarán mi gloria entre las naciones.
“Y traerán a todos vuestros hermanos de entre todas las naciones, por ofrenda a Jehová, en caballos, en carros, en literas, en mulos y en camellos, a mi santo monte de Jerusalén, dice Jehová, al modo que los hijos de Israel traen la ofrenda en utensilios limpios a la casa de Jehová”. Isaías 66:15-17, 19, 20.
En estos versículos vemos que toma lugar una matanza, una matanza que destruye los transgresores de la Verdad. Los que escapan de la matanza del Señor son enviados a las naciones que no han visto la gloria de Dios, ni oído su nombre, y ellos traerán a todos sus hermanos de “todas las naciones”. Claramente, entonces, la matanza es en la Iglesia, porque los que escapan son enviados a predicar a los Gentiles que no conocen nada de Dios. Enviar los fieles a las naciones, después de la destrucción de los infieles, presupone una reorganización. Y al último la comisión es de ir, no a muchas naciones sino a todas las naciones. Si han de traer todos sus hermanos de todas las naciones, entonces ellos deben ser los últimos, los que terminan la obra, “el Misterio de Dios”, traerán la gracia a su terminación y el mundo a su fin.