Monumentos de gracia

Lección 3, 4° Trimestre, 11 al 17 de Octubre de 2025

img rest_in_christ
Comparta esta Lección
sharethis sharing button
copy sharing button
email sharing button
whatsapp sharing button
facebook sharing button
twitter sharing button
telegram sharing button
messenger sharing button
line sharing button
wechat sharing button
vk sharing button
tencentqq sharing button
weibo sharing button
kakao sharing button
Download PDF

Tarde de sabbat 11 Octubre

Para memorizar:

“Porque Jehová vuestro Dios secó las aguas del Jordán delante de vosotros, hasta que habíais pasado, a la manera que Jehová vuestro Dios lo había hecho en el Mar Rojo, el cual secó delante de nosotros hasta que pasamos; para que todos los pueblos de la tierra conozcan que la mano de Jehová es poderosa; para que temáis a Jehová vuestro Dios todos los días.” RVR1960 — Josué 4:23, 24


“Los sacerdotes obedecieron las órdenes de su líder y se adelantaron al pueblo llevando el arca de la alianza. Se había ordenado a la multitud que retrocediera, de modo que había un espacio libre de tres cuartos de milla alrededor del arca. La inmensa multitud observaba con gran interés cómo los sacerdotes avanzaban por la orilla del Jordán. Los vieron avanzar con paso firme, con el arca sagrada, hacia la corriente furiosa y embravecida, hasta que los pies de los portadores parecieron sumergirse en las aguas. Entonces, de repente, la corriente retrocedió, mientras la marea seguía su curso, y el lecho profundo del Jordán quedó al descubierto. Por orden divina, los sacerdotes descendieron al centro del cauce y se quedaron allí, mientras la gran multitud avanzaba y cruzaba al otro lado. Así quedó grabado en la mente de todo Israel el hecho de que el poder que detuvo las aguas del Jordán era el mismo que abrió el Mar Rojo ante sus padres cuarenta años antes.” ST April 7, 1881, par. 6

“Los sacerdotes y el arca permanecían aún en su posición en medio del lecho del río. Por orden del Señor, se ordenó a doce hombres, uno de cada tribu, que cada uno tomara una piedra del cauce y la llevara a tierra firme, como memorial para todas las generaciones futuras. “Las aguas del Jordán se cortaron delante del arca del pacto del Señor; cuando pasó por el Jordán, las aguas del Jordán se cortaron.’” ST April 7, 1881, par. 7

Domingo 12 Octubre

El cruce del Jordan


Lee Josué 3: 1-5 y Números 14: 41-44. ¿Por qué Dios pidió a los israelitas que se prepararan especialmente para lo que estaba a punto de suceder?

“Se ordenó entonces que se hicieran los preparativos para el avance. El pueblo debía abastecerse de alimentos para tres días, y el ejército había de ponerse en pie de guerra para la batalla. Todos aceptaron de corazón los planes de su jefe y le aseguraron su confianza y su apoyo: “Nosotros haremos todas las cosas que nos has mandado, e iremos adondequiera que nos mandes. De la manera que obedecimos a Moisés en todas las cosas, así te obedeceremos a ti; solamente que Jehová, tu Dios, esté contigo, como estuvo con Moisés”.” PP 459.3

“Abandonando su campamento en los bosques de acacias de Sitim, el ejército descendió a la orilla del Jordán. Todos sabían, sin embargo, que sin la ayuda divina no podían esperar cruzar el río. Durante esa época del año, la primavera, las nieves derretidas de las montañas habían hecho crecer tanto el Jordán que el río se había desbordado, y era imposible cruzarlo en los vados acostumbrados. Dios quería que el cruce del Jordán por Israel fuera milagroso. Por orden divina, Josué mandó al pueblo que se santificara; debía poner a un lado sus pecados y librarse de toda impureza exterior; “porque -dijo- Jehová hará mañana maravillas entre vosotros”. El “arca del pacto” debía de encabezar el ejército y abrirle paso. Para cuando vieran ese distintivo de la presencia de Jehová, cargado por los sacerdotes, moverse de su sitio en el centro del campamento y avanzar hacia el río, la orden era: “Vosotros partiréis de vuestro lugar, y marcharéis en pos de ella”. Las circunstancias del cruce del río fueron predichas minuciosamente; y Josué dijo: “En esto conoceréis que el Dios viviente está en medio de vosotros, y que él echará de delante de vosotros al cananeo. [...] El del pacto del Señor de toda la tierra pasa el Jordán delante de vosotros”.” PP 459.4

Lunes 13 Octubre

El Dios de las maravillas


Lee Josué 3: 6-17. ¿Qué nos dice el milagroso cruce del Jordán acerca de la naturaleza del Dios a quien servimos?

“A la hora señalada comenzó el avance. El arca, llevada en hombros de los sacerdotes, encabezaba la vanguardia. Se le había ordenado al pueblo que se retrasara un poco, de manera que había un espacio de más de media milla entre ellos y el arca. Todos observaron con profundo interés cómo los sacerdotes bajaban hacia la orilla del Jordán. Los vieron avanzar firmemente con el arca santa en dirección a la corriente airada y turbulenta, hasta que los pies de los portadores del arca tocaron el agua. Entonces, las aguas que venían de arriba fueron rechazadas de repente, mientras que las de abajo siguieron su curso, y se vació el lecho del río. PP 460.1

“Obedeciendo el mandamiento divino, los sacerdotes avanzaron hacia el centro del cauce, y se quedaron detenidos allí, mientras todo el ejército descendía y cruzaba al otro lado. Así se grabó en la mente de todo Israel el hecho de que el poder que había contenido las aguas del Jordán, era el mismo que había abierto el Mar Rojo para sus padres cuarenta años antes. Cuando todo el pueblo hubo pasado, se llevó el arca a la orilla occidental. En cuanto llegó a un sitio seguro, y “las plantas de los pies de los sacerdotes estuvieron en seco”, las aguas aprisionadas, quedando libres, se precipitaron hacia abajo por el cauce natural del río en un torrente irresistible.” PP 460.2

Martes 14 Octubre

Recuerda


Lee Josué 4. ¿Por qué Dios pidió a los israelitas que erigieran un monumento?

“Las generaciones venideras no debían carecer de testimonio con referencia a este gran milagro. Mientras los sacerdotes que llevaban el arca estaban aún en medio del Jordán, doce hombres escogidos con anticipación, uno de cada tribu, se encargaron de tomar cada uno una piedra del cauce del río donde estaban los sacerdotes, y las llevaron a la orilla occidental. Estas piedras se colocarían en forma de monumento en el primer sitio donde acampara Israel después de cruzar el río. El pueblo recibió la orden de repetir a sus hijos y a los hijos de sus hijos la historia del libramiento que Dios había obrado en su favor, como dijo Josué: “Para que todos los pueblos de la tierra conozcan que la mano de Jehová es poderosa, y para que temáis a Jehová, vuestro Dios, todos los días”.” PP 460.3

“Este milagro ejerció gran influencia, tanto sobre los hebreos como sobre sus enemigos. Por él Dios daba a Israel una garantía de su continua presencia y protección, una evidencia de que obraría en su favor por medio de Josué como lo había hecho por medio de Moisés. Esta seguridad era necesaria para fortalecer su corazón en el momento de emprender la conquista de la tierra, tarea estupenda que había hecho tambalear la fe de sus padres cuarenta años atrás. Antes que se cruzara el río, el Señor había declarado a Josué: “Desde este día comenzaré a engrandecerte ante los ojos de todo Israel, para que entiendan que como estuve con Moisés, así estaré contigo”. Y el resultado cumplió la promesa. “En aquel día Jehová engrandeció a Josué a los ojos de todo Israel. Y lo temieron como habían temido a Moisés durante toda su vida”.” PP 461.1

“Este ejercicio del poder divino en favor de Israel estaba destinado también a aumentar el temor con que lo consideraban las naciones circunvecinas y a ayudarle así a obtener un triunfo más fácil y más completo. Cúando las nuevas de que Dios había detenido las aguas del Jordán ante los hijos de Israel llegaron a oídos de los reyes de los amorreos y de los cananeos, sintieron gran temor en su corazón. Los hebreos ya habían dado muerte a cinco reyes de Madián, al poderoso Sehón, rey de los amorreos y a Og de Basán, y luego el cruce del impetuoso y crecido río Jordán había llenado de terror a todas las naciones vecinas. Tanto a los cananeos como a todo Israel y al mismo Josué, se les habían dado evidencias inequívocas de que el Dios viviente, el Rey del cielo y de la tierra, estaba entre su pueblo y no los dejaría ni los desampararía.” PP 461.2

Miércoles 15 Octubre

Olvido


Lee Josué 4: 20-24 a la luz de Jueces 3: 7; 8: 34; Salmo 78: 11; Deuteronomio 8: 2, 18 y Salmo 45: 17. ¿Por qué era tan importante recordar las proezas del Señor?

“Muchos sienten que no hay culpa alguna en ser olvidadizo. Éste es un gran error. El olvido es pecado. Conduce a muchos errores y a mucho desorden y equivocaciones. No deben olvidarse las cosas que necesitan hacerse. A la mente se le debe exigir; debe ser disciplinada hasta que recuerde.” 3TPI 18.1

“Como he participado en todo paso de avance hasta nuestra condición presente, al repasar la historia pasada puedo decir: “¡Alabado sea Dios! “Al ver lo que el Señor ha hecho, me lleno de admiración y de confianza en Cristo como director. No tenemos nada que temer del futuro, a menos que olvidemos la manera en que el Señor nos ha conducido, y lo que nos ha enseñado en nuestra historia pasada.—Notas Biográficas de Elena G. de White, 216 (1902).” EUD 64.1

Lee 1 Corintios 11: 24, 25 y Juan 14: 26. ¿Por qué debemos recordar siempre lo que Cristo hizo por nosotros? ¿Hay acaso algo más importante que eso?

“Los viajes de los hijos de Israel se describen fielmente; la liberación que el Señor les proporcionó, su perfecta organización y orden especial, su pecado al murmurar contra Moisés y, por lo tanto, contra Dios, sus transgresiones, sus rebeliones, sus castigos, sus cadáveres esparcidos por el desierto debido a su renuencia a someterse a los sabios designios de Dios: esta fiel imagen se nos presenta como una advertencia para que no sigamos su ejemplo de desobediencia y caigamos como ellos.” GW92 159.2

“Pablo dice: “pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz” [1 Corintios 14:33]. Él es tan exigente ahora como lo era entonces. Y desea que aprendamos lecciones de orden y organización del orden perfecto instituido en los días de Moisés, para el beneficio de los hijos de Israel. —Testimonios para la iglesia 1:647.” GW92 160.1

Jueves 16 Octubre

Más allá del Jordán


Lee Mateo 3: 16, 17 y Marcos 1: 9. ¿De qué manera dan a entender los escritores del Nuevo Testamento que el río Jordán tiene un significado simbólico y espiritual?

“Los judíos, esparcidos ampliamente ahora en todos los países civilizados, esperaban en general el advenimiento del Mesías. Cuando Juan el Bautista predicaba, muchos, en sus visitas a Jerusalén en ocasión de las fiestas anuales, habían ido a las orillas del Jordán para escucharle. Allí habían oído a Jesús proclamado como el Prometido, y habían llevado las nuevas a todas partes del mundo. Así había preparado la Providencia el terreno para las labores de los apóstoles. HAp 228.3

“Juan proclamaba la venida del Mesías, e invitaba al pueblo a arrepentirse. Como símbolo de la purificación del pecado, bautizaba en las aguas del Jordán. Así, mediante una lección objetiva muy significativa, declaraba que todos los que querían formar parte del pueblo elegido de Dios estaban contaminados por el pecado y que sin la purificación del corazón y de la vida, no podrían tener parte en el reino del Mesías.” DTG 80.1

Después del bautismo de Jesús en el Jordán, fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo. Cuando salió del agua, se inclinó sobre las orillas del Jordán y suplicó al gran Eterno que le diera fuerzas para soportar el conflicto con el enemigo caído. La apertura de los cielos y el descenso de la gloria excelente atestiguaron su carácter divino. La voz del Padre declaró la estrecha relación de Cristo con Su Majestad Infinita: «Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia». La misión de Cristo estaba a punto de comenzar. Pero primero debía retirarse de las ajetreadas escenas de la vida a un desolado desierto con el propósito expreso de soportar la triple prueba de la tentación en nombre de aquellos a quienes había venido a redimir. Con 9.1

Viernes 17 Octubre

Para estudiar y meditar

“Cuando los reyes de los amorreos y los reyes de los cananeos oyeron que el Señor había detenido las aguas del Jordán ante los hijos de Israel, sus corazones se derritieron de miedo. Los israelitas habían matado a dos de los reyes de Moab, y ahora este milagroso paso sobre el Jordán crecido e impetuoso llenó de gran terror a todas las naciones vecinas. ST April 7, 1881, par. 9

“Los largos años de peregrinaje habían terminado; las huestes hebreas habían llegado por fin a la tierra prometida. En medio del júbilo general, Josué no olvidó los mandamientos del Señor. De acuerdo con las instrucciones divinas, procedió a realizar el rito de la circuncisión a todas las personas que habían nacido en el desierto. Tras esta ceremonia, las huestes de Israel celebraron la Pascua en la llanura de Jericó. ST April 7, 1881, par. 10

““Y el Señor dijo a Josué: Hoy he quitado de vosotros la afrenta de Egipto”. Las naciones paganas habían reprochado al Señor y a su pueblo porque los hebreos no habían logrado poseer la tierra de Canaán, que esperaban heredar poco después de salir de Egipto. Sus enemigos habían triunfado porque Israel había vagado durante tanto tiempo por el desierto, y se enaltecieron con orgullo contra Dios, declarando que no era capaz de guiarlos a la tierra de Canaán. El Señor había manifestado ahora de manera notable su poder y su favor, al guiar a su pueblo a través del Jordán por tierra firme, y sus enemigos ya no podían reprochárselo.” ST April 7, 1881, par. 11