Misión en Favor de los No Alcanzados: Primera Parte

Lección10, 4° Trimestre, del 2 al 8 de Diciembre del 2023.

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Sábado por la tarde, 2 de Diciembre

Texto para memorizar:

"Dios, que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas;" KJV - Hechos 17:24


La ciudad de Atenas era la metrópoli del paganismo. Allí Pablo no se encontró con un populacho ignorante y crédulo como en Listra, sino con gente famosa por su inteligencia y cultura. Por doquiera se veían estatuas de sus dioses y de los héroes deificados de la historia y la poesía, mientras magníficas esculturas y pinturas representaban la gloria nacional y el culto popular de las deidades paganas. Los sentidos de la gente se extasiaban con la belleza y el esplendor del arte. Por doquiera los santuarios y templos, que representaban gastos incalculables, levantaban sus macizas formas. Las victorias de las armas y los hechos de hombres célebres eran conmemorados mediante esculturas, altares e inscripciones. Todo esto convertía a Atenas en una vasta galería de arte. HAp 190.1

El apóstol no se engañaba por lo que veía en ese centro del saber. Su naturaleza espiritual estaba tan despierta a los atractivos de las cosas celestiales, que el gozo y la gloria de las riquezas que no perecerán nunca, invalidaban a sus ojos la pompa y el esplendor que lo rodeaban. Al ver la magnificencia de Atenas, comprendía su poder seductor para los amantes del arte y de la ciencia, y quedó profundamente impresionada su mente por la importancia de la obra que tenía por delante. HAp 190.3

Domingo, 3 de Diciembre

Un Hebreo en Atenas


Lee Hechos 17:1-16. ¿Cómo acabó Pablo en Atenas y cómo respondió a lo que encontró allí?

Los judíos incrédulos de Tesalónica, llenos de celo y odio hacia los apóstoles, y no conformes con haberlos ahuyentado de su ciudad, los siguieron a Berea y despertaron contra ellos las pasiones excitables de la clase inferior. Temiendo que se hiciese violencia a Pablo si permanecía allí, los hermanos le enviaron a Atenas, acompañado por algunos de los bereanos que acababan de aceptar la fe. HAp 189.2

En esta gran ciudad, donde no se adoraba a Dios, Pablo se sentía oprimido por un sentimiento de soledad; y anhelaba la simpatía y la ayuda de sus colaboradores. En cuanto se refería a la amistad humana, se sentía completamente solo. Lo expresa en su Epístola a los Tesalonicenses al decir: "Acordamos quedarnos solos en Atenas." 1 Tesalonicenses 3:1. Delante de él se presentaban obstáculos que parecían insuperables, haciendo casi desesperada para él la tentativa de alcanzar los corazones de la gente. HAp 190.4

Los grandes hombres de Atenas no tardaron en enterarse de la presencia en su ciudad de un maestro singular, que estaba presentando a las gentes doctrinas nuevas y extrañas. Algunos de esos hombres buscaron a Pablo, y entablaron conversación con él. Pronto una multitud de oyentes se reunió en torno de ellos. Algunos estaban listos para ridiculizar al apóstol como a uno muy inferior a ellos tanto social como intelectualmente, y ésos dijeron con mofa: "¿Qué quiere decir este palabrero?" Otros, "porque les predicaba a Jesús y la resurrección," dijeron: "Parece que es predicador de nuevos dioses." HAp 191.2

Entre aquellos que se encontraron con Pablo en la plaza, había "algunos filósofos de los Epicúreos y de los Estoicos;" pero éstos, y todos los demás que trataron con él, vieron pronto que tenía un caudal de conocimiento aun mayor que el de ellos. Sus facultades intelectuales imponían el respeto de los letrados; mientras su fervor, su lógico razonamiento y el poder de su oratoria llamaban la atención de todo su auditorio. Sus oyentes reconocieron el hecho de que no era un novicio, sino un hombre capaz de hacer frente a todas las clases de argumentos convincentes en defensa de la doctrina que enseñaba. Así el apóstol permaneció impávido, haciendo frente a sus opositores en su propio terreno, haciendo frente a la lógica con la lógica, a la filosofía con la filosofía, a la elocuencia con la elocuencia. HAp 191.3

Lunes, 4 de Diciembre

Pablo en el Areópago


Lee Hechos 17:18-21. ¿Cómo reaccionaron los paganos de la plaza ante las palabras y las preguntas de Pablo?

Sus oponentes paganos le llamaron la atención a la suerte de Sócrates, quien por haber predicado dioses extraños, había sido condenado a muerte; y aconsejaron a Pablo que no arriesgara su vida de la misma manera. Pero los discursos del apóstol cautivaron la atención del pueblo, y su sabiduría sin afectación les imponía respeto y admiración. No fué reducido al silencio por la ciencia o la ironía de los filósofos; convencidos de que estaba resuelto a cumplir su cometido entre ellos y, bajo cualquier riesgo, dar su mensaje, decidieron darle una justa audiencia. HAp 191.4

De consiguiente, lo condujeron al Aerópago. Este era uno de los puntos más sagrados de toda Atenas, y sus recuerdos y asociaciones inducían a considerarlo con supersticiosa reverencia que, en la mente de algunos, se convertía en terror. Era en este lugar donde los asuntos relacionados con la religión eran a menudo considerados cuidadosamente por hombres que actuaban como jueces finales en todo lo de mayor importancia moral, tanto como en asuntos civiles. HAp 192.1

Aquí, lejos del ruido y la bulla de las atestadas vías públicas, del tumulto de la promiscua discusión, el apóstol podría ser oído sin interrupción. Se reunieron en derredor de él poetas, artistas y filósofos—los doctos y sabios de Atenas,—quienes se dirigieron así a él: "¿Podremos saber qué sea esta nueva doctrina que dices? Porque pones en nuestros oídos unas nuevas cosas: queremos pues saber qué quiere ser esto." HAp 192.2

En esta hora de solemne responsabilidad, el apóstol estaba sereno y dueño de sí. Su corazón estaba cargado con un mensaje importante, y las palabras que brotaron de sus labios convencieron a sus oyentes de que no era un ocioso palabrero. "Varones Atenienses—dijo—en todo os veo como más supersticiosos; porque pasando y mirando vuestros santuarios, hallé también un altar en el cual estaba esta inscripción: AL DIOS NO CONOCIDO. Aquel pues, que vosotros honráis sin conocerle, a éste os anunció yo." Con toda su inteligencia y conocimiento general, no conocían al Dios que había creado el universo. Sin embargo, algunos de ellos deseaban tener mayor luz. Los tales buscaban el Infinito. HAp 192.3

Martes, 5 de Diciembre

Pablo y el Dios Desconocido


Lee Hechos 17:22, 23. ¿Qué estaba haciendo Pablo aquí en su intento de alcanzar a estas personas con el evangelio?

Con la mano extendida hacia el templo cuajado de ídolos, Pablo derramó la carga de su alma y expuso la falacia de la religión de los atenienses. Sus más sabios oyentes estaban asombrados al escuchar su razonamiento. Demostró que estaba familiarizado con sus obras de arte, su literatura y su religión. Señalando sus estatuas e ídolos, declaró que Dios no podía ser asemejado con formas de invención humana. Esas imágenes esculpidas no podían, en el sentido más débil, representar la gloria de Jehová. Les recordó que las imágenes no tenían vida, sino que eran manejadas por el poder humano. Se movían solamente cuando las manos del hombre las movían; por lo tanto, los que las adoraban eran en todo sentido superiores a los objetos de adoración. HAp 193.1

Pablo dirigió la mente de sus idólatras oyentes más allá de los límites de su falsa religión a un verdadero concepto de la Deidad, que habían titulado: "Dios no conocido." Este Ser, a quien ahora les declaraba, no dependía del hombre, ni necesitaba que las manos humanas añadiesen nada a su poder y gloria…

…La gente se llenó de admiración por el fervor de Pablo y su lógica exposición de los atributos del Dios verdadero: su poder creador y la existencia de su providencia predominante. Con ardiente y férvida elocuencia, el apóstol declaró: "El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, éste, como sea Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos de manos, ni es honrado con manos de hombres, necesitado de algo; pues él da a todos vida, y respiración, y todas las cosas." Los cielos no eran bastante grandes para contener a Dios, cuánto menos los templos hechos por manos humanas. HAp 193.2

Miércoles, 6 de Diciembre

Cómo Presentar a un Nuevo Dios


Lee Hechos 17:24-27. ¿Qué enfoque estaba adoptando Pablo aquí en un intento de llegar a estas personas?

En aquella época de castas, cuando a menudo no se reconocían los derechos de los hombres, Pablo presentó la gran verdad de la fraternidad humana, declarando que Dios "de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habitasen sobre toda la faz de la tierra." A la vista de Dios, todos son iguales. Cada ser humano debe suprema lealtad al Creador. Luego el apóstol mostró cómo, a través de todo el trato de Dios con el hombre, su propósito de misericordia y gracia corre como un hilo de oro. El "les ha prefijado el orden de los tiempos, y los términos de la habitación de ellos; para que buscasen a Dios, si en alguna manera, palpando, le hallen; aunque cierto no está lejos de cada uno de nosotros." HAp 193.3

Señalando a los nobles exponentes de la humanidad que le rodeaban, con palabras tomadas de un poeta suyo pintó al Dios infinito como a un Padre cuyos hijos eran. "En él vivimos, y nos movemos, y somos—declaró;—como también algunos de vuestros poetas dijeron: Porque linaje de éste somos también, Siendo pues linaje de Dios, no hemos de estimar la Divinidad ser semejante a oro, o a plata, o a piedra, escultura de artificio o de imaginación de hombres. HAp 194.1

"Empero Dios, habiendo disimulado los tiempos de esta ignorancia, ahora denuncia a todos los hombres en todos los lugares que se arrepientan." En los siglos de obscuridad que habían precedido al advenimiento de Cristo, el Gobernante divino había pasado por alto la idolatría de los paganos; pero ahora, mediante su Hijo, había enviado a los hombres la luz de la verdad; y esperaba que todos se arrepintieran para salvación, no solamente los pobres y humildes, sino también los orgullosos filósofos y príncipes de la tierra. "Por cuanto ha establecido un día, en el cual ha de juzgar al mundo con justicia, por aquel varón al cual determinó; dando fe a todos con haberle levantado de los muertos." Al hablar Pablo de la resurrección de los muertos, "unos se burlaban, y otros decían: Te oiremos acerca de esto otra vez." HAp 194.2

Así terminaron las labores del apóstol en Atenas, el centro de la cultura pagana; porque los atenienses, aferrándose insistentemente a su idolatría, se apartaron de la luz de la religión verdadera. Cuando un pueblo está plenamente satisfecho con sus propias realizaciones, poco puede esperarse de él. Aunque se vanagloriaban de su saber y refinamiento, los atenienses se estaban corrompiendo cada vez más, y contentándose cada vez más con los vagos misterios de la idolatría. HAp 194.3

Jueves, 7 de Diciembre

Cruzar la Linea


Lee Hechos 17:24-34. ¿Cómo continúa Pablo su testimonio?

Entre los que escucharon las palabras de Pablo había algunos en cuyas mentes produjeron convicción las verdades presentadas; pero no quisieron humillarse para reconocer a Dios y aceptar el plan de la salvación. Ninguna elocuencia de palabras, ni fuerza de argumentos, puede convertir al pecador. Sólo el poder de Dios puede aplicar la verdad al corazón. El que se aparta persistentemente de este poder no puede ser alcanzado. Los griegos buscaban sabiduría; sin embargo, el mensaje de la cruz era locura para ellos porque estimaban su propia sabiduría más que la que viene de lo alto. HAp 195.1

En su orgullo de intelectual y humana sabiduría puede hallarse la razón por la cual el mensaje evangélico tuvo comparativamente poco éxito entre los atenienses. Los sabios según el mundo que acudan a Cristo como pobres y perdidos pecadores, llegarán a ser sabios para salvación; pero aquellos que acudan como hombres distinguidos, enalteciendo su propia sabiduría, no recibirán la luz y conocimiento que sólo él puede dar. HAp 195.2

Así afrontó Pablo el paganismo de sus días. Sus labores en Atenas no fueron totalmente inútiles. Dionisio, uno de los ciudadanos más eminentes, y algunos otros, aceptaron el mensaje evangélico, y se unieron plenamente con los creyentes. HAp 195.3

"He aquí que yo he hecho fuerte tu rostro contra sus rostros, y fuerte tu frente contra sus frentes. Como adamante más duro que el pedernal he hecho tu frente; no les temas, ni desmayes por su aspecto, aunque sean casa rebelde....recibe en tu corazón mis palabras que yo te hablaré, y oye con tus oídos. Y ve, acércate a ellos... y háblales, y diles: Así ha dicho el Señor Dios; si oirán, o si se abstendrán". Ezek. 3:8-11. 

Viernes, 8 de Diciembre

Estudio Adicional

En los días de Cristo, los que dudaban de la Inspiración atacaron tanto a los mensajeros como a sus mensajes para aquel tiempo. Por un lado, criticaron a Juan el Bautista porque su dieta consistía en miel silvestre y langostas (Mateo 3:4). Porque "no vino ni a comer ni a beber,...dicen: Demonio tiene". Mateo 11:18. Por otra parte, porque Cristo "vino comiendo y bebiendo", lo acusaron de ser "hombre comilón y bebedor de vino, amigo de publicanos y pecadores" Mat. 11:19. Negando que fuera enviado de Dios, le preguntaron burlonamente: "¿Con qué autoridad haces estas cosas? ¿O quién es el que te ha dado esta autoridad?" Lucas 20:2.

Y ahora a Su iglesia en estos últimos días, Su Espíritu declara: "La profecía debe cumplirse. El Señor dice: 'He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible'. Alguien ha de venir con el espíritu y el poder de Elías, y cuando aparezca, los hombres dirán: 'Eres demasiado serio, no interpretas las Escrituras como es debido. Permítame decirle cómo enseñar su mensaje.'"--Testimonios para los ministros, pág. 475.

A los que dudan de la posibilidad de un mensaje que contenga nada más que la verdad, viene la advertencia: "Dios y Satanás nunca trabajan en coparticipación. Los testimonios llevan el sello de Dios o el de Satanás. Un buen árbol no puede dar frutos corruptos...."--Testimonios, Vol. 5, pág. 98. "Creemos en las visiones", dicen los que dudan de la inspiración, "pero la hermana White, al escribirlas, puso sus propias palabras, y creeremos la parte que pensamos que es de Dios, y no haremos caso de la otra".