La Hora de Su Juicio

Lección 6, 2° Trimestre, del 29 de Abril al 5 de Mayo del 2023.

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Sábado por la Tarde - 29 de Abril

Texto para memorizar :

“Y haced esto conociendo el tiempo, que ya es hora de despertaros del sueño; porque ahora la salvación está más cercana de nosotros que cuando creímos. La noche está muy avanzada, y el día está cerca. Despojémonos, pues, de las obras de las tinieblas y vistámonos con las armas de la luz.” RVa — Romanos 13:11, 12.


Si sabe que Aquel que guardó a Israel ni duerme ni se adormece (Salmos 121:3-4); que él conoce todo acerca de usted, mis amigos, cada momento del día y de la noche; que él toma nota aún de los cabellos que caen de nuestras cabezas; que cualquier cosa que le sobrevenga no es sino la voluntad de Dios para su propio bien. Yo digo, si usted sabe y cree que Él es Dios, y el guardador de su cuerpo y alma, entonces no importa que le sobrevenga, usted estará contento en ello y le dará a Dios el crédito, no murmurando, sino glorificando aun en sus pruebas y aflicciones.

Sí, cientos y miles de cosas pueden acontecer, pero el que confía en Dios y hace bien su obra encontrará todos estos así llamados impedimentos o contratiempos, maravillosas liberaciones, y avenidas para el éxito, todas llevando los maravillosos planes de Dios, y los caminos de Dios hacia su promoción de una gran cosa a otra. Cuando usted está en el cuidado de Dios y en su control nunca diga el Diablo hizo esto o aquello sin importar lo que sea, porque él no puede hacer nada al menos que se le permita hacerlo. Siempre de a Dios el crédito.

Domingo – 30 de Abril

La Purificación del Santuario


Lee Daniel 8:14. ¿Qué calendario concreto nos da Daniel sobre la purificación del santuario?

  Daniel 8:13, 14 - “Entonces oí a un santo que hablaba; y otro de los santos preguntó a aquel que hablaba: ¿Hasta cuándo durará la visión del continuo sacrificio, y la prevaricación asoladora entregando el santuario y el ejército para ser pisoteados? Y él dijo: Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado”.

A esta pregunta, “¿Hasta cuándo durará la visión del contínuo sacrificio, y la prevaricación asoladora entregando el santuario y el ejército para ser pisoteados?” Vino la respuesta, “Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado”. Eso es, dentro de 2300 días el continuo (diario) será quitado, la prevaricación asoladora establecida, el Santuario y el ejército serán hollados. Después de esto el santuario será purificado. “Cada mañana” (margen), denota días de 24 horas - medida completa de tiempo. La palabra “sacrificio” no pertenece en el texto.

Lee Daniel 8:27 y Daniel 9:21, 22. ¿Cuál fue la respuesta de Daniel a la visión de los 2.300 días y cuál fue la respuesta de Dios?

 Daniel 8:26, 27 - “La visión de las tardes y mañanas que se ha referido es verdadera; y tú guarda la visión, porque es para muchos días. Y yo Daniel quedé quebrantado, y estuve enfermo algunos días, y cuando convalecí, atendí los negocios del rey; pero estaba espantado a causa de la visión, y no la entendía”.

Daniel aquí confiesa que la escasa explicación que Gabriel dio concerniente a la visión no fue suficiente. Nadie podía entenderla.

Consecuentemente, como el tiempo pasaba y él todavía no podía entender la visión aunque el tiempo establecido para la liberación había llegado, gráficamente dijo:

Daniel 9:1-3, 22, 23 - “En el año primero de Darío hijo de Asuero, de la nación de los medos, que vino a ser rey sobre el reino de los caldeos, en el año primero de su reinado, yo Daniel miré atentamente en los libros el número de los años de que habló Jehová al profeta Jeremías, que habían de cumplirse las desolaciones de Jerusalén en setenta años. Y volví mi rostro a Dios el Señor, buscándole en oración y ruego, en ayuno, cilicio y ceniza … Y me hizo entender, y habló conmigo, diciendo: Daniel, ahora he salido para darte sabiduría y entendimiento. Al principio de tus ruegos fue dada la orden, y yo he venido para enseñártela, porque tú eres muy amado. Entiende, pues, la orden, y entiende la visión”.

Porque Gabriel iba a comenzar donde se quedó (Daniel 8), le aconsejó a Daniel considerar primero la visión.

Lunes – 1 de Mayo

Los 2.300 Días Y El Tiempo Del Fin


Lee Daniel 8:17, 19, 26. ¿A qué período de tiempo declara el ángel que se aplican la visión de Daniel 8 y los 2.300 días, y por qué es importante entenderlo?

 Daniel 8:16, 17 - “Y oí una voz de hombre entre las riberas del Ulai, que gritó y dijo: Gabriel, enseña a éste la visión. Vino luego cerca de donde yo estaba; y con su venida me asombré, y me postré sobre mi rostro. Pero él me dijo: Entiende, hijo de hombre, porque la visión es para el tiempo del fin”.

La explicación de Gabriel que al tiempo del fin se cumpliría la visión, muestra que la importancia suprema de la visión es la purificación del santuario, y que esta no se cumple en el tiempo de Daniel, ni antes del tiempo del fin, sino después de los 2300 días, en el tiempo del fin.

Ahora puesto que los 2300 días comenzaron en el quinto siglo antes de Cristo (como se ve en los siguientes versículos), y puesto que la visión había de ser para muchos días, para el tiempo del fin, entonces obviamente los 2300 días deben ser calculados día por año como en Ezequiel 4:6. Los 2300 días, por lo tanto, son realmente 2300 años, al fin de los cuales el santuario es purificado. ¿Qué señales han de marcar el tiempo del fin?

Daniel 12:4 - “Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia se aumentará”.

El ángel explicó que al tiempo del fin muchos correrán de aquí para allá y la ciencia se aumentará. Y el hecho que los hombres están corriendo de aquí para allá y la ciencia se ha aumentado en sí misma prueba que ahora estamos viviendo en el tiempo del fin, que la visión ahora debe ser entendida, y que el santuario ahora debe ser purificado.

Daniel 8:18-21 - “Mientras él hablaba conmigo, caí dormido en tierra sobre mi rostro; y él me tocó, y me hizo estar en pie. Y dijo: He aquí yo te enseñaré lo que ha de venir al fin de la ira; porque eso es para el tiempo del fin. En cuanto al carnero que viste, que tenía dos cuernos, éstos son los reyes de Media y de Persia. El macho cabrío es el rey de Grecia, y el cuerno grande que tenía entre sus ojos es el rey primero”.

Aquí vemos donde comienza la historia profética de esta visión. Comienza con el imperio Medo-Persa, y nos lleva en el tiempo hasta las victorias de Alejandro el Grande.

Daniel 8:23 - “Y al fin del reinado de éstos, cuando los transgresores lleguen al colmo, se levantará un rey altivo de rostro y entendido en enigmas”.

Al cabo del fin de los Medos y los Griegos, cuando los prevaricadores, los Judíos, se cumplan, otro rey o reino se levantaría. Por supuesto este no es otro que Roma, el reino que invadió las cuatro divisiones de Grecia.

Daniel 8:26, 27 - “La visión de las tardes y mañanas que se ha referido es verdadera; y tú guarda la visión, porque es para muchos días. Y yo Daniel quedé quebrantado, y estuve enfermo algunos días, y cuando convalecí, atendí los negocios del rey; pero estaba espantado a causa de la visión, y no la entendía”.

Daniel aquí confiesa que la escasa explicación que Gabriel dio concerniente a la visión no fue suficiente. Nadie podía entenderla.

Porque Gabriel iba a comenzar donde se quedó (Daniel 8), le aconsejó a Daniel considerar primero la visión.

Martes – 2 de Mayo

Las Instrucciones Del Ángel a Daniel


Lee Daniel 9:23-27. ¿Qué instrucción específica da el ángel a Daniel? ¿Por qué es importante para comprender el significado de la purificación del santuario en Daniel 8:14? ¿A qué acontecimientos de la vida y el ministerio de Jesús se refiere?

Daniel 9: 23 - “Al principio de tus ruegos fue dada la orden, y yo he venido para enseñártela, porque tú eres muy amado. Entiende, pues, la orden, y entiende la visión”.

Porque Gabriel iba a comenzar donde se quedó (Daniel 8), le aconsejó a Daniel considerar primero la visión. Luego dijo Gabriel:

Daniel 9:24 - “Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar la prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable, y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos”.

Puesto que Gabriel aquí está explicando la visión del capítulo 8 - las cosas que debían tomar lugar durante los 2300 días - las setenta semanas son por lo tanto una parte de los 2300 días.

Las setenta semanas son realmente 490 años. Note que durante estos 490 años, el pueblo de Daniel, los Judíos, habían de concluir el pecado y hacer reconciliación por sus iniquidades, o de otro modo se rindieran sin esperanza. Después se le dijo a Daniel donde comienzan las setenta semanas:

Daniel 9:25 - “Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos”.

Desde el mandato para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, hasta Cristo, habría 7 semanas (49 años), y 62 semanas (434 años) - 69 semanas en total, o 483 años. La historia muestra que el decreto para edificar la antigua ciudad salió en 457 a.C. De ahí que 483 años desde 457 a.C. nos trae hasta 27 d.C., al año que Cristo, el Mesías, fue bautizado. (Este incidente, también, prueba que los 2300 días son calculados día por año, y que las setenta semanas son el primer bloque de tiempo dentro de los 2300 días. Véase la gráfica). Ahora debemos recordar que después de cortar las 69 semanas de las 70 semanas aún hay una semana. Lo que toma lugar durante esta semana es dicho en los versículos que siguen:

Daniel 9:26, 27 - “Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí; y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario; y su fin será con inundación, y hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones. Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador”.

Al fin de las siguientes 62 semanas, o 434 años se había de quitar la vida, crucificar al Mesías. Durante la semana restante, la 70, él había de confirmar el pacto con muchos, y a la mitad de ella se le quitaría la vida, crucificaría; es decir, habría 3 ½ años desde su bautismo hasta su crucifixión, y 3 ½ años después de la crucifixión en los cuales él habría de confirmar el pacto. Esto completa las 70 semanas y nos trae al tiempo que los apóstoles fueron enviados a salir y predicar el Evangelio a los Gentiles: Uno llamado Cornelio (un Gentil), y Pedro (un Judío y un Apóstol) a ambos se les dio una visión: a Cornelio se le instruyó ver a Pedro y a Pedro se la mandó encontrarse con Cornelio. Véase Hechos, capítulo 10. Los Judíos como nación fracasaron en concluir el pecado y por lo tanto fueron rechazados, rendidos.

El sacrificio de Cristo al final de los primeros 3 ½ años reemplazó el sistema ceremonial de sacrificios, y así él hizo cesar el sacrificio a la mitad de la semana. Todo esto, tiempo y eventos, vemos, tomó lugar exactamente como Gabriel lo predijo.

Miércoles – 3 de Mayo

El Mesías “Cortado”


Lee Romanos 5:6-9 junto con Daniel 9:26. ¿Qué grandes verdades se revelan aquí?

Siendo además que el mandamiento para reedificar Jerusalén fue dado en el año 457 a.C. (Esdras 7:21-27), prueba que el punto de partida de las setenta semanas es el mismo que el de los 2.300 días.

Ubicando el ministerio de Cristo dentro de este período, el ángel dijo: “… confirmará (Cristo) el pacto a muchos, y a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda” Daniel 9:27.

Siendo que la confirmación del pacto con muchos (los Judíos) se llevó a cabo durante los siete años desde el comienzo del ministerio de Cristo, que comenzó con su bautismo, hasta el momento en que Pedro fue comisionado para llevar el evangelio a los gentiles (Hechos 10:28; léase el capítulo completo), y siendo que a la mitad de este período Cristo fue crucificado, prueba que “la semana” representa siete años literales, y revela que el período de los 2.300 días debe ser calculado usando la regla de Ezequiel 4, calculando un día por año, y de esta forma:

“… desde la salida de la orden [véase Esdras 7:21-27] para restaurar y edificar a Jerusalén [el comienzo de los 2.300 días], hasta el Mesías Príncipe [el bautismo de Cristo], habrá siete semanas [49 años], y sesenta y dos semanas [434 años]”, haciendo un total de 483 años por todos, siendo las primeras siete semanas, o cuarenta y nueve años, para la reedificación de la ciudad.

Después de las “siete semanas” y las “sesenta y dos semanas [483 años], se quitará la vida al Mesías, … y el pueblo de un príncipe [los Romanos] que ha de venir, destruirá la ciudad y el santuario [tuvo su cumplimiento en Tito en el año 70 d.C.]; con inundación será el fin de ella, y hasta el fin de la guerra será talada con asolamiento. Y en otra semana confirmará [Cristo] el pacto con muchos [siete años, comenzando en su bautismo]: y a la mitad de la semana [a la mitad de los siete años] hará cesar el sacrificio y la ofrenda [mediante el sacrificio de sí mismo y su transferencia al santuario celestial; tomando su sacrificio el lugar del sacrificio terrenal, y de esta forma el santuario celestial tomaba el lugar del santuario terrenal, siendo Cristo mismo el sumo sacerdote]. Después con la muchedumbre de las abominaciones [el templo en Jerusalén] será desolado [su presencia removida completamente], y esto hasta que venga la consumación; y, lo que está determinado se derrame sobre el desolador. Daniel 9:25-27.

El restante de los 2.300 días, o años, alcanzan hasta el tiempo de la purificación del santuario. (Véase la ilustración de la página 37).

Jueves – 4 de Mayo

El Año 1844


Lee Levítico 16:16. ¿Cuál era la razón de la purificación del santuario y qué nos enseña sobre el Evangelio?

Aunque el santuario del cielo y el de la tierra están en dos lugares diferentes, sin embargo, el uno necesariamente involucra al otro, porque ambos tienen que ver con los mismos pecados y los mismos pecadores. De aquí que, si un santuario se contamina, como consecuencia afectará también al otro. Por ejemplo, si algunos de los miembros de la iglesia en la tierra apostataran después de haber sido alguna vez convertidos (como Acán, el rey Saúl, Judas, Ananías y Safira, y muchos otros cuyos nombres estuvieron alguna vez escritos en el libro de la vida, pero quienes fracasando en continuar con la fe, llegaron a ser indignos de la vida eterna), ellos, por supuesto, contaminarían a la misma vez ambos santuarios. Los pecadores contaminan el santuario terrenal con sus hechos e influencias actuales, y el celestial por tener allí sus nombres indignos en los libros, porque mientras el santuario terrenal alberga al pueblo, el celestial tiene sus registros.

Así que mientras que hay necesidad de limpiar el santuario terrenal de los apóstatas e hipócritas, hay necesidad de limpiar el santuario celestial de los nombres de los pecadores en sus libros. El término apropiado para semejante obra es el juicio investigador - la obra ilustrada en la profecía de Daniel (Daniel 7:9, 10) y en las parábolas de Cristo de la cosecha, la red, los talentos, el vestido de boda, los cabritos y las ovejas.

Contando 2.300 años partiendo de Octubre, 457 a.C. terminan en Octubre, 1844 d.C. Y como el ángel dijo: “hasta 2.300 días; entonces el santuario será purificado”, la purificación por lo tanto debe haber comenzado en 1844, el año en que por primera vez en la historia, el mensaje del primer ángel resonó la proclamación: “Temed a Dios, y dadle honra, porque la hora de su juicio es venida” (Apocalipsis 14:7; Daniel 7:9-10) - el tiempo en que el Gran Juez y el tribunal celestial entran en juicio para separar lo malo y de lo bueno; o sea, para borrar del Libro de la Vida los nombres de aquellos que han entrado al servicio de Cristo, pero que no han perseverado hasta el fin.

Puesto que esta terrible verdad, como aquí ha sido revelada, encuentra su contraparte en la parábola de Cristo del trigo y la cizaña, las parábolas, por lo tanto, deben enseñar necesariamente--- El Juicio Investigador de los Vivos.

“Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro” ordena Cristo, en cuanto a la convivencia del trigo y la cizaña, “hasta la siega, y al tiempo de la siega yo diré a los segadores: Arrancad primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; mas juntad el trigo en el alfolí” Mateo 13:30.

El Señor está enseñando aquí, parabólicamente que ha de venir un tiempo de investigación en el cual los ángeles removerán los pecadores de “la congregación de los justos” Salmos 1:5.

“Así mismo el reino de los cielos es semejante a la red, que echada en la mar, saca toda suerte de peces; la cual estando llena, la sacaron a la villa; y sentados, juntaron lo bueno en vasos, lo malo echaron fuera. Así será al fin del siglo; saldrán los ángeles, y apartarán a los malos de entre los justos”. Mateo 13:47-49. En ambas parábolas, Cristo advierte que el juicio investigador se ha de llevar a cabo durante el tiempo llamado “la siega”, el cual es el fin del mundo - el tiempo en el cual culminan los 2.300 días, tal como el ángel declaró: “Entiende hijo de hombre, porque al tiempo del fin se cumplirá la visión” Daniel 8:17. “… y tu guarda la visión, porque es para muchos días” Daniel 8:26. “… porque la visión es aún para días” Daniel 10:14.

Señalando directamente al tiempo en que el juicio investigador ha de tomar lugar entre los vivos, Malaquías hace un paralelismo de ambas parábolas en su profecía:

“… Vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis … ¿Y quién podrá soportar el tiempo de su venida? ¿o quién podrá estar en pie cuando él se manifieste? Porque él es como fuego purificador, y como jabón de lavadores. Y se sentará para afinar y limpiar la plata; porque limpiará a los hijos de Leví, los afinará como a oro y como a plata, y traerán a Jehová ofrenda en justicia” Malaquías 3:1-3.

Siendo que la purificación a que hace referencia la parábola y el profeta Malaquías nunca se han llevado a cabo, obviamente, entonces, el juicio investigador de los vivos todavía está en el futuro…

Viernes – 5 de Mayo

Estudio Adicional

Esta obra investigadora es, por lo tanto, ocasionada por la obra de separación en el santuario terrenal (la iglesia) tal como se trae a continuación en Ezequiel 9:

“Y he aquí que seis varones venían del camino de la puerta de arriba que está vuelta al aquilón, y cada uno traía en su mano su instrumento para destruir. Y entre ellos había un varón vestido de lienzo, el cual traía a su cintura una escribanía de escribano; y entrados, parándose junto al altar de bronce. Y la gloria del Dios de Israel se alzó de sobre el querubín sobre el cual había estado, al umbral de la casa. Y llamó Jehová al varón vestido de lienzo, que tenía a su cintura la escribanía de escribano. Y díjole Jehová: pasa por medio de la ciudad, por medio de Jerusalén, y pon una señal en la frente de los hombres que gimen y claman a causa de todas las abominaciones que se hacen en medio de ella.”

“Y a los otros dijo a mis oídos: pasad por la ciudad en pos de él, y herid. No perdone vuestro ojo ni tengáis misericordia. Matad viejos, mozos y vírgenes, niños y mujeres, hasta que no quede ninguno. Mas a todo aquel sobre el cual hubiere señal, no llegaréis. Y habéis de comenzar desde mi santuario. Comenzaron pues desde los varones ancianos que estaban delante del templo” Ezequiel 9:2-6.

Aquí el pueblo se encuentra en un estado mixto (el trigo y la cizaña habitando juntos), con el tiempo más adelante mientras que por una parte los que gimen y claman por las abominaciones en medio de ella reciban la marca de liberación, por la otra parte aquellos que no gimieron ni clamaron serán dejados sin la marca, para que perezcan (en sus pecados) bajo las armas de matanza de los ángeles.

A esta le sigue la separación de entre las naciones, tal como lo vemos en la parábola de Mateo 25, en donde se describe proféticamente la venida de Cristo; no la que fue mostrada en 1ª Tesalonicenses 4:16-17, porque en la venida allí descrita, “los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros, los que vivimos, los que quedamos, juntamente con ellos seremos arrebatados en las nubes a recibir el Señor en el aire”; mientras que al tiempo de la primera “cuando el hijo del hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con El, entonces se sentará sobre el trono de Su gloria [La iglesia-reino, la cual en esta etapa consiste solamente de los primeros frutos].

“Y serán reunidas delante de él todas las gentes; los apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. Y pondrá las ovejas su derecha, y los cabritos a la izquierda. Entonces el Rey dirá a los de su derecha [estos son los segundos frutos]: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo … Entonces dirá también a los que estarán a la izquierda: Apartaos de Mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles” Mateo 25:31-34, 41.

De esta separación - la única entre las naciones - surgen los segundos frutos.