La Cosmovisión Bíblica

Lección 12, 4° Trimestre, del 10 al 16 de Diciembre del 2022

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Sábado por la tarde – 10 de Diciembre

Texto para memorizar:

“Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; que todo vuestro ser—tanto espíritu, como alma y cuerpo— sea guardado sin mancha en la venida de nuestro Señor Jesucristo.” RVa — 1Tesalonicenses 5:23


El apóstol San Juan, estando en visión, oyó una gran voz que exclamaba en el cielo: "¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido a vosotros, teniendo grande ira, sabiendo que tiene poco tiempo". Apocalipsis 12:12. Espantosas son las escenas que provocaron esta exclamación de la voz celestial. La ira de Satanás crece a medida que se va acercando el fin, y su obra de engaño y destrucción culminará durante el tiempo de angustia. CS 608.1

Pronto aparecerán en el cielo signos pavorosos de carácter sobrenatural, en prueba del poder milagroso de los demonios. Los espíritus de los demonios irán en busca de los reyes de la tierra y por todo el mundo para aprisionar a los hombres con engaños e inducirlos a que se unan a Satanás en su última lucha contra el gobierno de Dios. Mediante estos agentes, tanto los príncipes como los súbditos serán engañados. Surgirán entes que se darán por el mismo Cristo y reclamarán los títulos y el culto que pertenecen al Redentor del mundo. Harán curaciones milagrosas y asegurarán haber recibido del cielo revelaciones contrarias al testimonio de las Sagradas Escrituras. CS 608.2

El acto capital que coronará el gran drama del engaño será que el mismo Satanás se dará por el Cristo. Hace mucho que la iglesia profesa esperar el advenimiento del Salvador como consumación de sus esperanzas. Pues bien, el gran engañador simulará que Cristo habrá venido. En varias partes de la tierra, Satanás se manifestará a los hombres como ser majestuoso, de un brillo deslumbrador, parecido a la descripción que del Hijo de Dios da San Juan en el Apocalipsis. Apocalipsis 1:13-15. La gloria que le rodee superará cuanto hayan visto los ojos de los mortales. El grito de triunfo repercutirá por los aires: "¡Cristo ha venido! ¡Cristo ha venido!" El pueblo se postrará en adoración ante él, mientras levanta sus manos y pronuncia una bendición sobre ellos así como Cristo bendecía a sus discípulos cuando estaba en la tierra. Su voz es suave y acompasada aunque llena de melodía. En tono amable y compasivo, enuncia algunas de las verdades celestiales y llenas de gracia que pronunciaba el Salvador; cura las dolencias del pueblo, y luego, en su fementido carácter de Cristo, asegura haber mudado el día de reposo del sábado al domingo y manda a todos que santifiquen el día bendecido por él. Declara que aquellos que persisten en santificar el séptimo día blasfeman su nombre porque se niegan a oír a sus ángeles, que les fueron enviados con la luz de la verdad. Es el engaño más poderoso y resulta casi irresistible. Como los samaritanos fueron engañados por Simón el Mago, así también las multitudes, desde los más pequeños hasta los mayores, creen en ese sortilegio y dicen: "Este es el poder de Dios llamado grande". Hechos 8:10 (V. Nácar-Colunga). CS 608.3

Domingo - 11 de Diciembre

El Modelo de Jesús

Lucas 2:52

¿Qué cuatro dimensiones del crecimiento de Jesús se mencionan en este pasaje?

Jesús trabajaba con alegría y tacto. Se necesita mucha paciencia y espiritualidad para introducir la religión de la Biblia en la vida familiar y en el taller; para soportar la tensión de los negocios mundanales, y, sin embargo, continuar deseando sinceramente la gloria de Dios. En esto Cristo fué un ayudador. Nunca estuvo tan embargado por los cuidados de este mundo que no tuviese tiempo o pensamientos para las cosas celestiales. A menudo expresaba su alegría cantando salmos e himnos celestiales. A menudo los moradores de Nazaret oían su voz que se elevaba en alabanza y agradecimiento a Dios. Mantenía comunión con el Cielo mediante el canto; y cuando sus compañeros se quejaban por el cansancio, eran alegrados por la dulce melodía que brotaba de sus labios. Sus alabanzas parecían ahuyentar a los malos ángeles, y como incienso, llenaban el lugar de fragancia. La mente de los que le oían se alejaba del destierro que aquí sufrían para elevarse a la patria celestial. DTG 54.2

Jesús era la fuente de la misericordia sanadora para el mundo; y durante todos aquellos años de reclusión en Nazaret, su vida se derramó en raudales de simpatía y ternura. Los ancianos, los tristes y los apesadumbrados por el pecado, los niños que jugaban con gozo inocente, los pequeños seres de los vergeles, las pacientes bestias de carga, todos eran más felices a causa de su presencia. Aquel cuya palabra sostenía los mundos podía agacharse a aliviar un pájaro herido. No había nada tan insignificante que no mereciese su atención o sus servicios. DTG 54.3

Así, mientras crecía en sabiduría y estatura, Jesús crecía en gracia para con Dios y los hombres. Se granjeaba la simpatía de todos los corazones, mostrándose capaz de simpatizar con todos. La atmósfera de esperanza y de valor que le rodeaba hacía de él una bendición en todo hogar. Y a menudo, en la sinagoga, los sábados, se le pedía que leyese la lección de los profetas, y el corazón de los oyentes se conmovía al ver irradiar una nueva luz de las palabras familiares del texto sagrado. DTG 54.4

"Por tanto, amados, ya que buscáis tales cosas, procurad ser hallados por él en paz, sin mancha e irreprochables". "Pero creced en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A Él sea la gloria ahora y siempre. Amén". (2 Ped. 3:14, 18.).

La santificación no es la obra de un momento, una hora o un día. Es un crecimiento continuo en la gracia". "Jesús, considerado como hombre, era perfecto, pero crecía en gracia. Lucas 2:52, 'Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres'. Incluso el cristiano más perfecto puede crecer continuamente en el conocimiento y el amor de Dios" -- "Testimonios para la Iglesia", Vol. 1, pp. 339, 340.

"Debemos considerar las palabras del apóstol Pablo, en las que apela a sus hermanos, por la misericordia de Dios, a presentar sus cuerpos 'como un sacrificio vivo, santo, agradable a Dios' ... La santificación no es meramente una teoría, una emoción o una forma de palabras, sino un principio vivo y activo, que entra en la vida diaria. Requiere que nuestros hábitos de comer, beber y vestirse sean tales que aseguren la preservación de la salud física, mental y moral, para que podamos presentar al Señor nuestros cuerpos, no como una ofrenda corrompida por hábitos incorrectos, sino como "un sacrificio vivo, santo, agradable a Dios". Rom 12:1."--"Consejos sobre la salud", p. 67.

Lunes - 12 de Diciembre

El Cuerpo Como Templo

1 Corintios 6:19, 20; 10:31

¿Cómo puede influir positivamente en nuestro estilo de vida el hecho de entender que nuestro cuerpo es "el templo de Dios" y "el templo del Espíritu Santo"?

En esta carta a los corintios, Pablo se esforzó por mostrarles el poder de Cristo para guardarlos del mal. Sabía que si cumplieran con las condiciones expuestas serían revestidos de la fuerza del Poderoso. Como medio para ayudarles a librarse de la esclavitud del pecado y perfeccionar la santidad con el temor del Señor, Pablo les presentó con vehemencia los requerimientos de Aquel a quien habían dedicado sus vidas cuando se convirtieron. "Sois de Cristo" (V.M.), declaró. "No sois vuestros.... Comprados sois por precio: glorificad pues a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios." HAp 247.3

El apóstol bosquejó francamente el resultado de volver de la vida de pureza y santidad a las prácticas corruptas del paganismo. "No erréis—escribió,—que ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los robadores, heredarán el reino de Dios." Les suplicó que dominaran las bajas pasiones y apetitos. "¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo—les preguntó,—el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios?" HAp 247.4

Que los seguidores de Cristo deben ser un pueblo piadoso, sin adoptar las máximas impías ni conformarse a los caminos injustos del mundo, sin amar sus placeres pecaminosos ni tolerar sus locuras. Que el creyente reconozca que su cuerpo es el templo del Espíritu Santo, y que, por lo tanto, lo vista con ropas pulcras, modestas y dignas. Además, que en el comer y el beber y en toda su conducta debe modelar su vida como se hace con un seguidor del manso y humilde Maestro. Así, el creyente será llevado a abstenerse de todas las bebidas embriagantes, del tabaco y de otros narcóticos, y a evitar todo hábito y práctica que contamine el cuerpo y el alma. 1 Cor. 3:16, 17; 9:25; 10:31; 1 Tim. 2:9, 10; 1 Juan 2:6.

Martes - 13 de Diciembre

La Mente de Cristo

1 Corintios 2:16; Salmo 24:3, 4; Romanos 12:2; Filipenses 4:8; Colosenses 3:2

¿Qué significa tener la "mente de Cristo"?

En la oración que Cristo dirigió al Padre, dio al mundo una lección que debe ser grabada en la mente y el alma. "Esta empero es la vida eterna—dijo—: que te conozcan el solo Dios verdadero, y a Jesucristo, al cual has enviado".10 Esta es la verdadera educación. Imparte poder. El conocimiento experimental de Dios y de Cristo Jesús, a quien él ha enviado, transforma al hombre a la imagen de Dios. Le da dominio propio, sujetando cada impulso y pasión de la baja naturaleza al gobierno de las facultades superiores de la mente. Convierte a su poseedor en hijo de Dios y heredero del cielo. Lo pone en comunión con la mente del Infinito, y le abre los ricos tesoros del universo. PVGM 85.3

Jeremías 31:31-33 - "He aquí que vienen días, dice el Señor, en que haré un nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá; no según el pacto que hice con sus padres el día que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto; el cual rompieron mi pacto, aunque fui su esposo, dice el Señor: Pero éste será el pacto que haré con la casa de Israel: Después de aquellos días, dice el Señor, pondré mi ley en su interior y la escribiré en su corazón; y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo."

Este nuevo pacto, como ves, entrará en vigor en el tiempo de la reunión. Entonces todo el pueblo de Dios conocerá la diferencia entre el bien y el mal. Así sabrán cuál es la voluntad y el camino del Señor. Y así serán capaces de realizar el bien y evitar el mal. Se inclinarán naturalmente y con gusto a hacer el bien, así como ahora se inclinan a hacer el mal.

Nabucodonosor, rey de Babilonia, era un rey muy grande. Gobernaba un gran reino y vivía en un maravilloso palacio. Pero tan pronto como su corazón humano fue quitado de él y el corazón de una bestia fue puesto en él, así de pronto sus propios deseos y caminos lo dejaron y los deseos y caminos de una bestia entraron en él. (Véase Daniel 4:16). Lo mismo ocurre con el pueblo de Dios: Tan pronto como Él ponga Su ley en sus partes internas, y la escriba en sus corazones, tan pronto el deseo y la enemistad del corazón carnal contra la ley de Dios desaparecerán. Ya no será necesario que el pueblo de Dios diga: Cuando "queremos hacer el bien, el mal está presente". "¡Oh, miserable de mí! ¿Quién me librará del cuerpo de esta muerte?" Rom. 7:24.

Versículo 34 - "Y ya no enseñarán cada uno a su prójimo, y cada uno a su hermano, diciendo: Conoce al Señor; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice el Señor; porque perdonaré su iniquidad, y no me acordaré más de su pecado."

Nótese que los pecadores y los ignorantes de Dios ya no estarán entre el pueblo de Dios. Ciertamente, se avecina un cambio. El estado actual de las cosas no continuará por mucho tiempo, los pecadores serán apartados para siempre. Y ¡cuán contentos debemos estar de que, si nos arrepentimos ahora, nuestros pecados serán perdonados y olvidados, y que nadie nos los recordará jamás!

Miércoles - 14 de Diciembre

La Guía del Espíritu

Hechos 8:8-24

Simón el hechicero de Samaria quería recibir los dones del Espíritu Santo sin ser regenerado por el Espíritu. ¿Cómo se sigue manifestando esta misma actitud en nuestros días?

Se representa uno generalmente aquellos endemoniados como sometidos a grandes padecimientos; sin embargo había excepciones a esta regla. Con el fin de obtener poder sobrenatural, algunas personas se sometían voluntariamente a la influencia satánica. Estas, por supuesto, no entraban en conflicto con los demonios. A esta categoría pertenecen los que poseían el espíritu de adivinación, como los magos Simón y Elimas y la joven adivina que siguió a Pablo y a Silas en Filipos. CS 505.3

Nadie está en mayor peligro de caer bajo la influencia de los espíritus malos que los que, a pesar del testimonio directo y positivo de las Sagradas Escrituras, niegan la existencia e intervención del diablo y de sus ángeles. Mientras ignoremos sus astucias, ellos nos llevan notable ventaja; y muchos obedecen a sus sugestiones creyendo seguir los dictados de su propia sabiduría. Esta es la razón por la cual a medida que nos acercamos al fin del tiempo, cuando Satanás obrará con la mayor energía para engañar y destruir, él mismo propaga por todas partes la creencia de que no existe. Su política consiste en esconderse y obrar solapadamente. CS 505.3 - CS 506.1

Jesús, como ves, se enfrentó al Diablo con un "Así dice el Señor", con lo que estaba escrito. Si no podemos interesarnos en la Biblia tanto como Él se interesó en ella, si no estudiamos para saber lo que Él quiere que hagamos, ¿cómo, entonces, podemos enfrentar nuestras tentaciones y salir victoriosos? ¿Es de extrañar que muchos, después del bautismo, se aparten del camino? La misma cosa que los haría fuertes en la fe al ver que Dios les da una victoria gloriosa, la rehuyen, sin saber que después de una tormenta de lluvia y viento, viene el sol y la calma. Job fue probado hasta el límite, pero obtuvo la victoria, y después recibió el doble de todas sus pérdidas. ¿Por qué no podemos nosotros? Habiendo obtenido la victoria sobre su tentación, Jesús nunca más fue molestado por el Diablo. Y Job y todos los grandes hombres de Dios, por experiencia, encontraron el mismo alivio de Satanás.

Nuestra posición contra el pecado, por lo tanto, debe ser definitiva, sin la menor vacilación. Nosotros también debemos hacer saber al Diablo que vamos en serio, si queremos encontrar la paz.

Jueves - 15 de Diciembre

Preparados para su Advenimiento

2 Pedro 3:14; 1 Juan 3:1-3

¿Qué diferencia ves entre prepararnos para la Segunda Venida y estar preparados para ese glorioso acontecimiento?

"Hay una gran necesidad de estudiar la Palabra de Dios. De un extremo a otro del mundo, el mensaje de la justicia de Cristo ha de ser emitido por labios humanos, para preparar el camino del Señor. Los jóvenes, los ancianos y los de mediana edad han de desempeñar una parte personal en la preparación de sus propias almas para el gran acontecimiento que pronto tendrá lugar, la segunda venida de Cristo en las nubes del cielo, y al hacerlo reflejarán la luz sobre muchas otras almas." RH 22 de julio de 1909, parr.14

Nosotros, como estudiantes y profesores del Evangelio, hemos insistido mucho durante años en los signos de la segunda venida de Cristo, pero no en los signos del Reino. Como resultado de esto, la cristiandad ha fusionado teóricamente los signos del Reino con los signos de la segunda venida.

Algo parecido a esto es lo que hacían los judíos de antaño cuando esperaban la primera aparición del Mesías. Según su entendimiento privado, estudiaban profundamente los signos de la restauración del Reino, pero no tanto los de la venida del Mesías. Así fue que cuando se les dijo que el Mesías había venido pero no el momento de restaurar el Reino, los líderes de los judíos, dando por sentado que su interpretación privada (no inspirada) de las Escrituras era infalible, rechazaron el mensaje de ese día. Entonces, en un intento de salvaguardar su influencia sobre la gente común y de subyugarla a su manera de pensar, crucificaron al Señor, su Salvador y Rey, como también mataron a los profetas que le precedieron. Sin embargo, su insistencia en que el Reino fuera restaurado en sus días no les sirvió de nada.

2 Pedro 1:19-21 - "Tenemos también una palabra profética más segura, a la que hacéis bien en prestar atención, como a una luz que brilla en un lugar oscuro, hasta que amanezca el día y surja el lucero del alba en vuestros corazones; sabiendo primero que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada. Porque la profecía no vino en los tiempos antiguos por voluntad de hombre, sino que los santos hombres de Dios hablaron movidos por el Espíritu Santo".

Nadie, dicen las Escrituras, puede descifrar las profecías en privado (sin inspiración), pues, razona el Apóstol, como la profecía no vino por esfuerzo privado -no por la voluntad de los hombres, sino por los hombres santos y el Espíritu-, tampoco puede, por tanto, ser de interpretación privada, sino sólo por los hombres santos guiados por el Espíritu Santo. Además, incluso después de la interpretación de la profecía, sólo a los justos (los penitentes) se les da el don de entenderla (Dan. 12:10).

Puesto que nosotros, como pueblo, conocemos algunos de los signos de la segunda venida de Cristo, y ninguno de los signos del Reino, es mejor que nos concentremos ahora en los signos de este último.

Mateo 13:24-30 - "Otra parábola les propuso, diciendo: El reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero mientras los hombres dormían, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue. Pero cuando la hierba brotó y dio fruto, entonces apareció también la cizaña. Entonces se acercaron los siervos del dueño de casa y le dijeron: Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿de dónde, pues, ha salido cizaña? Él les dijo: Un enemigo ha hecho esto. Los criados le dijeron: ¿Quieres, pues, que vayamos a recogerla? Pero Él dijo: No; no sea que mientras recogéis la cizaña, arranquéis también el trigo con ella. Dejad que ambos crezcan juntos hasta la siega; y en el tiempo de la siega diré a los segadores: Recoged primero la cizaña y atadla en manojos para quemarla; pero recoged el trigo en mi granero."

Esta parábola del Reino, observa, contiene tres períodos de tiempo: Primero, el período de siembra de la semilla -el tiempo del ministerio de Cristo-; segundo, el período de crecimiento -el tiempo que va desde la ascensión de Cristo hasta la cosecha-; tercero, el tiempo de la cosecha -un corto período de tiempo "en el fin del mundo" (Mt. 13:49), el período en el que la tierra se ilumina con la gloria del ángel (Ap. 18:1), y en el que todo el pueblo de Dios es llamado a salir de Babilonia (versículo 4). Entonces los que no respondieron a este llamado de reunión gritarán: "La cosecha ha pasado, el verano ha terminado, y no nos hemos salvado". Jer. 8:20. La "cosecha", por lo tanto, es "el fin del mundo". Versículo 49. Comienza en la iglesia y termina en Babilonia.

Viernes – 16 de Diciembre

Estudio Adicional

Vi el chasco sufrido por los que habían estado confiando cuando no vieron a su Señor en el tiempo en que le esperaban. Había sido el propósito de Dios ocultar el futuro y llevar a su pueblo a un punto de decisión. Si no se hubiese predicado un tiempo definido para la venida de Cristo, no se habría hecho la obra que Dios quería ver cumplida. Satanás estaba induciendo a muchísimos a mirar lejos hacia el futuro en espera de los grandes acontecimientos relacionados con el juicio y el fin del tiempo de gracia. Era necesario que el pueblo fuese inducido a procurar fervorosamente una preparación inmediata. PE 246.1

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