Rebelión en un Universo Perfecto

Lección 1, 4° Trimestre, del 24 al 30 de Septiembre del 2022

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Sábado por la Tarde – 24 de Septiembre

Texto para memorizar:

Cum ai căzut din cer, Luceafăr strălucitor, fiu al zorilor! Cum ai fost doborît la pămînt, tu, biruitorul neamurilor! NTR — Isaia 14:12


"Es imposible explicar el origen del pecado, o dar una razón de su existencia. Es un intruso, cuya existencia no se puede explicar. Es misterioso, inexplicable; excusarlo es defenderlo. Si se pudiera excusar, si se pudiera mostrar una causa para su existencia, dejaría de ser pecado. Nuestra única definición de pecado es la que da la palabra de Dios; es 'la transgresión de la ley'". 4SP 316.2 (pg. en Inglés)

Domingo – 25 de Septiembre

La Creación, una Expresión de Amor

1 Juan 4:8, 16

¿Qué puede decirnos la certeza de que "Dios es amor" sobre la naturaleza de su actividad creadora?

 En Su propia imagen Dios creó a Adán y le dio potestad para que “enseñoree en los peces de la mar, en las aves de los cielos, en las bestias, y en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra” (Génesis 1:26).

De esta forma, Él hizo a Adán el rey del primer dominio de la tierra, y todas las criaturas vivientes los súbditos de ella. La capacidad natural de Adán de enseñorear en ellos, y su sumisión natural a él, muestran que toda la creación, hombre y bestia, y las cosas que se arrastran y vuelan en la tierra, fueron influenciados o capacitados divinamente - inspirados. Así que cuando Adán revisó la entera creación animal mientras desfilaban ante él, no pasó tiempo estudiando la naturaleza de las criaturas para poder identificarlas, sino instantáneamente dio a cada especie su nombre, ellos, a su vez, inmediatamente le reconocieron como su rey - se sometieron a él. Esta Superinteligencia (como concedida en Mateo 10:19), muestra claramente que toda la creación fue influenciada por un poder por encima y más allá de ella. En breve, la comprensión de Adán y de los animales llegó por la Inspiración.

Cada vez que veo estas flores pienso en el Edén. Constituyen una expresión del amor de Dios hacia nosotros. Así es como él nos proporciona en este mundo un goce anticipado del Edén. Quiere que nos deleitemos en las cosas hermosas de su creación, y que veamos en ellas una expresión de lo que él hará por nosotros. 2MS 408.4

"Todo el mundo natural está diseñado para ser un intérprete de las cosas de Dios. Para Adán y Eva, en su hogar del Edén, la naturaleza estaba llena del conocimiento de Dios, rebosante de instrucción divina. Para sus oídos atentos, la naturaleza hablaba con la voz de la sabiduría. La sabiduría hablaba a los ojos y era recibida en el corazón, pues comulgaban con Dios en sus obras creadas. Tan pronto como la santa pareja transgredió la ley del Altísimo, el brillo de la faz de Dios se apartó de la faz de la naturaleza. La naturaleza está ahora estropeada y contaminada por el pecado. Pero las lecciones objetivas de Dios no se han borrado; incluso ahora, estudiada e interpretada correctamente, habla de su Creador.... Los niños y los jóvenes, todas las clases de estudiantes, necesitan las lecciones que se derivan de esta fuente. En sí misma, la belleza de la naturaleza aleja al alma del pecado y de las atracciones mundanas, y la conduce hacia la pureza, la paz y Dios". Consejos a los padres, maestros y alumnos, 185, 186.

"El contacto constante con el misterio de la vida y la belleza de la naturaleza, así como la ternura que se despierta al atender estos hermosos objetos de la creación de Dios, tiende a agilizar la mente y a refinar y elevar el carácter; y las lecciones que se enseñan preparan al trabajador para tratar con más éxito con otras mentes". Educación, 111, 112.

"El mismo poder que sostiene la naturaleza actúa también en el hombre. Las mismas grandes leyes que guían tanto a la estrella como al átomo controlan la vida humana. Las leyes que gobiernan la acción del corazón, regulando el flujo de la corriente de vida al cuerpo, son las leyes de la poderosa Inteligencia que tiene la jurisdicción del alma. De Él procede toda la vida. Sólo en armonía con Él puede encontrarse su verdadera esfera de acción. Para todos los objetos de su creación, la condición es la misma: una vida sostenida al recibir la vida de Dios, una vida ejercida en armonía con la voluntad del Creador. Transgredir su ley, física, mental o moral, es colocarse fuera de armonía con el universo, introducir la discordia, la anarquía, la ruina". Educación, 99, 100.

Lunes – 26 de Septiembre

El Libre Albedrío, Fundamento del Amor

1 Juan 4:7-16

¿Qué nos dice este pasaje sobre el libre albedrío como condición para cultivar el amor?

La gente debe saber por sí misma lo que es la Verdad, y debe decidir por sí misma qué hacer con ella si quiere que se le conceda la admisión al Reino. Tanto los que deben ser cercados, o conducidos con una cuerda o conducidos con un garrote, por así decirlo, al Reino, como los que construyen el cerco, tiran de la cuerda o sostienen el garrote, encontrarán la puerta cerrada, y oirán al Maestro decir: "Apártate de mí; nunca te conocí". Los ministros no están llamados a ser maestros de la tarea, ni conciencia para los demás. Están llamados a ser maestros de la Verdad.

También hoy hay muchedumbres tan ciertamente dominadas por el poder de los malos espíritus como lo era el endemoniado de Capernaúm. Todos los que se apartan voluntariamente de los mandamientos de Dios se colocan bajo la dirección de Satanás. Muchos juegan con el mal, pensando que podrán romper con él cuando quieran; pero quedan cada vez más engañados hasta que se encuentran dominados por una voluntad más fuerte que la suya. No pueden substraerse a su misterioso poder. El pecado secreto o la pasión dominante puede hacer de ellos cautivos tan inertes como el endemoniado de Capernaúm. MC 61.4

Sin embargo, su condición no es desesperada. Dios no domina nuestra mente sin nuestro consentimiento, sino que cada hombre está libre para elegir el poder que quiera ver dominar sobre él. Nadie ha caído tan bajo, nadie es tan vil que no pueda hallar liberación en Cristo. El endemoniado, en vez de oraciones, sólo podía pronunciar las palabras de Satanás; sin embargo, la muda súplica de su corazón fué oída. Ningún clamor de un alma en necesidad, aunque no llegue a expresarse en palabras, quedará sin ser oído. Los que consienten en hacer pacto con el Dios del cielo no serán abandonados al poder de Satanás ni a las flaquezas de su propia naturaleza. MC 62.1

"¿Será quitada la presa al valiente? o ¿libertaráse la cautividad legítima? Así empero dice Jehová: Cierto, la cautividad será quitada al valiente, y la presa del robusto será librada; y tu pleito yo lo pleitearé, y yo salvaré a tus hijos." Isaías 49:24, 25. MC 62.1 - MC 62.2

Martes – 27 de Septiembre

Ingratitud Misteriosa

Ezequiel 28: 12-19.

¿Qué podemos aprender de este pasaje sobre el misterioso origen del pecado?

Reconoces esta descripción [Ezequiel 28:12-19] como la de Lucifer; sin embargo, la profecía está dirigida al príncipe de Tiro, así como Isaías 14 asoció al rey de Babilonia con Lucifer. Por esto debemos entender que tanto "Tiro" como "Babilonia" son instigados por Satanás y son establecidos para hacer en la tierra la idéntica obra perversa que Satanás hizo originalmente en el cielo. Pero aquí se nos dice que la derrota de Satanás en estos esfuerzos será completa y vergonzosa.

Para muchos el origen del pecado y el por qué de su existencia es causa de gran perplejidad. Ven la obra del mal con sus terribles resultados de dolor y desolación, y se preguntan cómo puede existir todo eso bajo la soberanía de Aquel cuya sabiduría, poder y amor son infinitos. Es esto un misterio que no pueden explicarse. Y su incertidumbre y sus dudas los dejan ciegos ante las verdades plenamente reveladas en la Palabra de Dios y esenciales para la salvación. Hay quienes. En sus investigaciones acerca de la existencia del pecado, tratan de inquirir lo que Dios nunca reveló; de aquí que no encuentren solución a sus dificultades; y los que son dominados por una disposición a la duda y a la cavilación lo aducen como disculpa para rechazar las palabras de la Santa Escritura. Otros, sin embargo, no se pueden dar cuenta satisfactoria del gran problema del mal, debido a la circunstancia de que la tradición y las falsas interpretaciones han oscurecido las enseñanzas de la Biblia referentes al carácter de Dios, la naturaleza de su gobierno y los principios de su actitud hacia el pecado. CS 483.1

Es imposible explicar el origen del pecado y dar razón de su existencia. Sin embargo, se puede comprender suficientemente lo que atañe al origen y a la disposición final del pecado, para hacer enteramente manifiesta la justicia y benevolencia de Dios en su modo de proceder contra todo mal. Nada se enseña con mayor claridad en las Sagradas Escrituras que el hecho de que Dios no fue en nada responsable de la introducción del pecado en el mundo, y de que no hubo retención arbitraria de la gracia de Dios, ni error alguno en el gobierno divino que dieran lugar a la rebelión. El pecado es un intruso, y no hay razón que pueda explicar su presencia. Es algo misterioso e inexplicable; excusarlo equivaldría a defenderlo. Si se pudiera encontrar alguna excusa en su favor o señalar la causa de su existencia, dejaría de ser pecado. La única definición del pecado es la que da la Palabra de Dios: "El pecado es transgresión de la ley"; es la manifestación exterior de un principio en pugna con la gran ley de amor que es el fundamento del gobierno divino. CS 484.1

Miércoles - 28 de Septiembre

El precio del Orgullo

Isaías 14: 12-15

¿Qué consecuencias de largo alcance trajo el orgullo de Lucifer mientras estaba en el cielo al universo y a este mundo?

Entendemos que el nombre de Satanás antes de pecar era Lucifer, y que pecó antes de que Eva pecara, que se hizo pasar por la serpiente que engañó a Eva. Por lo tanto, consideraremos el pecado en el cielo antes de seguir considerando el pecado en la tierra.

Satanás, se nos dice, no era el único pecador en el Cielo, porque con él fueron expulsados del Cielo un tercio de la hueste angélica (Apocalipsis 12:4). Estos fueron expulsados del Cielo porque prestaron atención a las palabras de Lucifer, a un hombre del Cielo, en lugar de prestar atención a la palabra de Dios. Esta fue la caída de los ángeles. Lucifer mismo cayó cuando aspiró a ser como Dios.

Estos dos pecados -la confianza en el hombre y el deseo de exaltar el yo- siguen siendo los principales elementos de pecado ahora aquí en la tierra. Esta fue la piedra de tropiezo de Eva y para muchos aún hoy sigue siendo la piedra de tropiezo. No, el apetito por sí solo no fue la causa de la caída de Eva. La serpiente no dijo: "Debes comer de esta fruta porque es maravillosa, más deliciosa que cualquier otra fruta en el jardín de Dios". Sino que dijo: "Sabe Dios que el día que comáis de él, se os abrirán los ojos y seréis como dioses, conociendo el bien y el mal". Gen. 3:5.

El fruto, por supuesto, le atraía, pero le tentaba la idea de tener la oportunidad de ser exaltado al trono de Dios, de ser exaltado a la misma posición a la que aspiraba el propio Lucifer. Lucifer debió creer honestamente que sería como Dios si los ángeles del cielo y los hombres de la tierra no hicieran más que acatar sus órdenes.

Y así vemos que el Diablo engañó a Eva por los mismos motivos por los que se engañó a sí mismo y a sus ángeles, con la única diferencia de que hizo que Eva comiera del fruto que él mismo y sus ángeles no comerían. En consecuencia, Eva pecó también contra su ser físico, al tomar en él algo que no fue creado para la alimentación, y en consecuencia murió. Pero Satanás y sus ángeles siguen viviendo.

El orgullo de su propia gloria le hizo desear la supremacía. Lucifer no apreció como don de su Creador los altos honores que Dios le había conferido, y no sintió gratitud alguna. Se glorificaba de su belleza y elevación, y aspiraba a ser igual a Dios. Era amado y reverenciado por la hueste celestial. Los ángeles se deleitaban en ejecutar sus órdenes, y estaba revestido de sabiduría y gloria sobre todos ellos. Sin embargo, el Hijo de Dios era el Soberano reconocido del cielo, y gozaba de la misma autoridad y poder que el Padre. Cristo tomaba parte en todos los consejos de Dios, mientras que a Lucifer no le era permitido entrar así en los designios divinos. Y este ángel poderoso se preguntaba por qué había de tener Cristo la supremacía y recibir más honra que él mismo. CS 485.3

Jueves – 29 de Septiembre

La Propagación de la Incredulidad

Apocalipsis 12

¿Qué enseña este capítulo sobre la propagación de la rebelión en el cielo a la tierra?

 “Y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las echó en tierra. Y el dragón se paró delante de la mujer que estaba para parir, a fin de devorar a su hijo cuando hubiese parido…

Y fue hecha una grande batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles lidiaban contra el dragón; y lidiaba el dragón y sus ángeles. Y no prevalecieron, ni su lugar fue más hallado en el cielo.

Y fue lanzado fuera aquel gran dragón, la serpiente antigua, que se llama Diablo y Satanás, el cual engaña a todo el mundo; fue arrojado en tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.

Y cuando vio el dragón que él había sido arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había parido al hijo varón.”. Apocalipsis 12:4, 7-9, 13.

Aquí están descritas dos diferentes “expulsiones”. Note que en el primer ejemplo, el dragón arrastró los ángeles con su cola. Pero, Usted se preguntará, ¿Por qué no con sus garras? Simplemente, porque tal asunto indicaría falsamente que Satanás derrotó al Señor y consecuentemente sacarían del cielo una tercera parte de los ángeles. Pero desde que él los arrastró con su cola, el verdadero significado es claro que una tercera parte de los ángeles, le siguió voluntariamente. Ellos se asieron de su cola, por así decirlo, mientras El condujo el camino. “Estos se apartaron del Padre y del Hijo, y se unieron con el instigador de la rebelión”. Testimonios para la Iglesia, Volumen 3, página 129-130. El dragón persuadió a los ángeles, y le siguieron del cielo a la tierra, de donde él buscó devorar a Cristo.

Este incidente del versículo 4, el dragón arrastrando las estrellas, precedió al incidente del versículo 9, el Señor arrojando al dragón. Lo primero ocurrió antes de que el Señor naciese, y lo último después de Su resurrección. Esto es hecho manifiesto en los siguientes párrafos:

En los días de Job, Satanás tenía todavía acceso al cielo, ya que se nos dijo: “Y un día vinieron los hijos de Dios a presentarse delante de Jehová, entre los cuales vino también Satán. Y dijo Jehová a Satán: ¿De dónde vienes? Y respondiendo Satán a Jehová, dijo: De rodear la tierra, y de andar por ella”. Job 1:6-7.

Entonces, Satanás no fue arrojado del cielo inmediatamente después que se rebeló o ni siquiera cuando hizo pecar a Adán y Eva. Más bien, debió haber sido en el tiempo de Job. Pero para determinar exactamente cuándo, debemos leer el versículo 13: “Y cuando vio el dragón que él había sido arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al hijo varón”. El por lo tanto fue arrojado antes de que fuese a perseguir a la iglesia. El hizo esto en el “tiempo que hubo gran persecución contra la iglesia que estaba en Jerusalén; y fueron todos ellos esparcidos por todas las regiones de Judea y Samaria, con excepción de los apóstoles”. Hechos 8:1. Este hecho es corroborado otra vez por el Espíritu de Profecía:

Con triunfos el Señor fue tomado para Dios y Su Trono: “Todo el cielo estaba esperando para dar la bienvenida al Salvador a los atrios celestiales. … ofrece a Dios las gavillas de las primicias, aquellos que resucitaron con él como representantes de la gran multitud que saldrá de la tumba en ocasión de su segunda venida. ... Se oye entonces la voz de Dios proclamando que la justicia está satisfecha. Satanás está vencido. Los hijos de Cristo, que trabajan y luchan en la tierra, son “aceptos en el Amado”. Delante de los ángeles celestiales y los representantes de los mundos que no cayeron, son declarados justificados”.

“Satanás vio que su disfraz le había sido arrancado. Su administración quedaba desenmascarada delante de los ángeles que no habían caído y delante del universo celestial. Se había revelado como homicida. Al derramar la sangre del Hijo de Dios, había perdido la simpatía de los seres celestiales. Desde ahora su obra sería restringida. Cualquiera fuese la actitud que asumiese, no podría ya acechar a los ángeles mientras salían de los atrios celestiales, ni acusar ante ellos los hermanos de Cristo de estar revestidos de ropas de negrura y contaminación del pecado. Estaba roto el último vínculo de simpatía entre Satanás y el mundo celestial”. El Deseado de Todas las Gentes, páginas 772-774, 709.

En realidad, al darse cuenta que El hubo acabado con su continua acusación de los hermanos en el cielo, y sabiendo que su estadía aún aquí en la tierra sería por poco tiempo, SATANAS DESCENDIÓ CON GRAN IRA

M Después que el dragón fue arrojado, Juan oyó una fuerte voz en el cielo que decía:

“… Ahora ha venido la salvación, y la virtud, y el reino de nuestro Dios, y el poder de su Cristo; porque el acusador de nuestros hermanos ha sido arrojado, el cual los acusaba delante de nuestro Dios día y noche. Y ellos le han vencido por la sangre del Cordero, y por la palabra de su testimonio; y no han amado sus vidas hasta la muerte. Por lo cual alegraos, cielos, y los que moráis en ellos. ¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido a vosotros, teniendo grande ira, sabiendo que tiene poco tiempo”. Apocalipsis 12:10-12.

“Las acusaciones de Satanás contra aquellos que buscan al Señor no son provocadas por el desagrado que le causen sus pecados. El carácter deficiente de ellos le causa regocijo porque sabe que sólo si violan la ley de Dios puede él dominarlos”. Profetas y Reyes, página 430.

Vemos que Satanás, anima al pecador a cometer pecado inconscientemente, y de esta manera asegura su condenación, no necesariamente en la tierra, pero en el cielo. Delante del justo Juez, Satanás acusa al transgresor de “estar vestido con las ropas de maldad y la corrupción del pecado”. Pero cuando el Espíritu de Dios sugiere la reprensión, revela el pecado y reprende al pecador a través de Su iglesia.

El pueblo de Dios siempre debería estar alerta a la voz del Espíritu de Cristo, como también estar en guardia para discernir el espíritu de Satanás. Cuando los dos entran en conflicto, uno lucha por la obediencia a la Palabra de Dios, mientras que el otro excusa el pecado y simpatiza con el pecador. En esta última manera sutil Satanás saca ventaja a menudo y gana al pecador para sus filas, pues el pecador naturalmente ama su pecado. Los fieles le vencen “por medio de la sangre del Cordero y por la Palabra del testimonio de ellos”. Ellos aman “no sus vidas hasta la muerte”. Apocalipsis 12:11.

“Y fueron dadas a la mujer dos alas de grande águila, para que de la presencia de la serpiente volase al desierto, a su lugar, donde es mantenida por un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo”. Apocalipsis 12:14.

Ya que el desierto es exactamente lo opuesto a una viña, la declaración “para que volase al desierto” implica enfáticamente, que ella debe haber dejado la viña. Y eso es precisamente lo que ella hizo: Poco después de la resurrección, la iglesia (la mujer) abandonó la tierra santa (la viña) y se fue a la tierra de los Gentiles (el desierto).

Además de estos hechos históricos, tenemos también el significado Bíblico de la viña: “La viña del Señor de los ejércitos, es la casa de Israel, y los hombres de Judá planta deliciosa Suya”. Isaías 5:7.

Incuestionablemente, por lo tanto, el desierto, donde la mujer fue alimentada por el tiempo restante, es la tierra de los Gentiles. Y la mujer teniendo que huir de la presencia de la serpiente en su propia casa, demuestra que el dragón había hecho de la tierra santa su cuartel general. No satisfecho con esto, la persiguió aún al desierto.

“Y la serpiente echó de su boca tras la mujer agua como un río, a fin de hacer que fuese arrebatada del río”. Apocalipsis 12:15.

Con la esperanza de destruir a la mujer, al comienzo la persiguió. Fallando aun en alcanzar su objetivo, de repente, él cambió la táctica. El cesó la persecución y en vez de eso, comenzó a amistarse con ella. ¡Pero a qué precio para la mujer! Astutamente, echó agua como un río tras ella, pareciendo poner un poderoso esfuerzo para refrescarla, cuando en realidad, fue un poderoso esfuerzo para destruirla por ese medio.

Las palabras figurativas de la inspiración explican que la compulsiva Cristianización de los Gentiles y el derramamiento de ellos dentro de la iglesia durante el siglo cuarto de la era cristiana, no fue en realidad un acto amistoso. Más bien, fue una torrente devastadora para ahogar el poder salvador del Cristianismo. En otras palabras, la Inspiración predijo el período en el cual el dragón cubrió políticos paganos con una vestimenta de cristianismo, y luego los condujo a obligar a los paganos no-cristianos a unirse a la iglesia, para que de esa forma pudiesen paganizarla, en vez de que ella les cristianizase.

Para confirmar, citamos una descripción parcial de las obras del señor Gibbon: “A través de los edictos de tolerancia, él [Constantino] quitó las desventajas temporales que a partir de ese momento habían retardado el progreso del cristianismo; y sus ministros, activos y numerosos, recibieron permiso gratuito, un incentivo liberal, para recomendar las verdades benéficas de la revelación con todo argumento que pudiese influenciar la razón o la piedad de la humanidad. El balance exacto de las dos religiones [Cristiana y Pagana] continuaron sólo por un momento … Las ciudades que mostraron un celo precoz por medio de la destrucción de sus templos [los de los paganos], fueron distinguidos con privilegios municipales, y recompensados con donativos populares… La salvación del pueblo común, fue comprada a un precio módico, y si esto es verdad que en un año, doce mil hombres fueron bautizados en Roma, además, una cantidad proporcional de mujeres y niños, y que un vestido blanco, con veinte piezas de oro, había sido prometido por el emperador, a cada converso”. Esto fue “una ley de Constantino, la cual, dio libertad a todos los esclavos que abrazasen el cristianismo”.La Roma de Gibbon, Vol. 2, páginas 273-274 (en inglés).

“Y la tierra ayudó a la mujer, y la tierra abrió su boca, y sorbió el río que había echado el dragón de su boca”. Apocalipsis 12:16.

La tierra, la poderosa arma de Dios, finalmente ayuda a la mujer. Tragándose el “río”; que es, los mismos medios Divinos los cuales, según la parábola, quitan la cizaña y la queman, de la misma manera quitan a todo el que se une a la iglesia pero que es pagano de corazón todavía. ¿Y qué sucede entonces? Las Escrituras suplen la respuesta:

“Entonces el dragón fue airado contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra los otros de la simiente de ella, los cuales guardan los mandamientos de Dios, y tienen el testimonio de Jesucristo”. Apocalipsis 12:17.

El término “remanente” revela que la simiente está dividida en dos partes: La primera es tomada, la otra es dejada. Nehemías, por ejemplo, explica: “El remanente que quedó de la cautividad allí en la provincia, están en gran dificultad y afrenta”. Nehemías 1:3. Un “remanente” siempre representa una parte del todo, grande o pequeño.

Y note que el dragón hace guerra, no contra el remanente del “río”, sino contra la simiente de ella. Siendo Cristo, el único Hijo de la mujer, su simiente son, por lo tanto, los cristianos, los que son nacidos en la iglesia, a través del Espíritu de Cristo. Por consiguiente, el acto de llevar los primeros frutos al Monte de Sión (Apocalipsis 14:1) trae una condición que crea a un remanente de aquellos quienes son aún dejados de entre los Gentiles. En ésta instancia, por lo tanto, ellos, los segundos frutos, son el remanente.

Recordemos, que esto es después de que la tierra se traga el río que el dragón se aíra contra la mujer, y “se fue hacer guerra contra la simiente de ella [no con ella personalmente], los cuales guardan los mandamientos de Dios, y tienen el testimonio de Jesucristo”. Apocalipsis 12:16-17. Claramente, entonces, no cabe duda respecto a la conclusión que la obra de eliminación del río de Satanás es sin duda la purificación de la iglesia, la destrucción de aquellos quienes se han unido a la iglesia con la ayuda de la serpiente. Esta purificación es la misma cosa que capacita a la iglesia como una organización a guardar los mandamientos de Dios y también tener el testimonio de Jesucristo, el Espíritu de Profecía viviente (Apocalipsis 19:10), en su medio. Esta es su única esperanza, su única fortaleza, su única liberación. En esta luz, la Inspiración ahora pone nueva vida en las palabras.

“Despierta, despierta, vístete tu fortaleza, oh Sión; vístete tu ropa de hermosura, oh Jerusalén, ciudad santa: porque nunca más acontecerá que venga a ti incircunciso ni inmundo”. Isaías 52:1.

La purificación de la iglesia, por lo tanto, no traerá un milenio de paz. En realidad no, sino que traerá el fin de los impíos en la iglesia, y con éste, la más grande ira de Satanás contra el remanente, contra los que aunque aún permanecen entre los gentiles, que se atreven desde ese momento a permanecer del lado del Señor. Sin embargo, ellos serán libertados sí, por así decirlo, arriesgan sus vidas si ellos se colocan del lado del Señor, y así colocan sus nombres en el “libro”. Daniel 12:1. {

El dragón no puede hacer guerra contra la mujer, que está compuesta de los primeros frutos, porque en ese tiempo, ella está con el Cordero sobre el Monte de Sión (Apocalipsis 14:1), fuera del alcance del dragón.

Viernes – 30 de Septiembre

Estudio Adicional

"Antes de la entrada del mal había paz y alegría en todo el universo. Todo estaba en perfecta armonía con la voluntad del Creador. El amor a Dios era supremo, el amor a los demás imparcial. Cristo el Verbo, el Unigénito de Dios, era uno con el Padre eterno, -uno en naturaleza, en carácter y en propósito-, el único ser en todo el universo que podía entrar en todos los consejos y propósitos de Dios. Por medio de Cristo el Padre obró en la creación de todos los seres celestiales. "En él fueron creadas todas las cosas que están en el cielo, ... ya sean tronos, o dominios, o principados, o potestades" (Colosenses 1:16); y a Cristo, igualmente con el Padre, todo el cielo le rindió pleitesía. CG 493.1

"Siendo la ley del amor el fundamento del gobierno de Dios, la felicidad de todos los seres creados dependía de su perfecta conformidad con sus grandes principios de rectitud. Dios desea de todas sus criaturas el servicio de amor-homenaje que surge de una apreciación inteligente de su carácter. No se complace en una lealtad forzada, y a todos les concede la libertad de voluntad, para que puedan prestarle un servicio voluntario. CG 493.2

"Pero hubo uno que eligió pervertir esta libertad. El pecado se originó en aquel que, junto a Cristo, había sido el más honrado por Dios y que se encontraba en lo más alto del poder y la gloria entre los habitantes del cielo. Antes de su caída, Lucifer era el primero de los querubines protectores, santos e inmaculados. "Así dice el Señor Dios: Tú sellas la suma, lleno de sabiduría y perfecto en belleza. Estuviste en el Edén, el jardín de Dios; toda piedra preciosa fue tu cubierta.... Tú eres el querubín ungido que cubre, y así te he puesto; estuviste en el santo monte de Dios; subiste y bajaste en medio de las piedras de fuego. Fuiste perfecto en tus caminos desde el día en que fuiste creado, hasta que se halló iniquidad en ti". Ezequiel 28:12-15. CG 493.3

"Lucifer podría haber permanecido en el favor de Dios, amado y honrado por toda la hueste angélica, ejerciendo sus nobles poderes para bendecir a otros y glorificar a su Hacedor. Pero, dice el profeta, "tu corazón se enalteció a causa de tu belleza, corrompiste tu sabiduría a causa de tu brillo". Versículo 17. Poco a poco, Lucifer llegó a satisfacer un deseo de autoexaltación. "Has puesto tu corazón como el corazón de Dios". "Has dicho: ... Exaltaré mi trono por encima de las estrellas de Dios: Me sentaré también en el monte de la congregación.... Subiré sobre las alturas de las nubes; seré como el Altísimo". Versículo 6; Isaías 14:13, 14. En vez de tratar de hacer que Dios fuera supremo en el afecto y la lealtad de sus criaturas, Lucifer se esforzó por ganar su servicio y homenaje para sí mismo. Y codiciando el honor que el Padre infinito había concedido a su Hijo, este príncipe de los ángeles aspiraba a un poder que sólo correspondía a Cristo". CG 494.1

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