El Contrato del Diezmo

Lección 3, 1er Trimestre, del 14 al 20 de Enero del 2023

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Sábado por la Tarde – 14 de Enero

Texto para memorizar:

"Traed todo el diezmo al tesoro, y haya alimento en mi casa. Probadme en esto, ha dicho Jehovah de los Ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos y vaciaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde. RVa — Malaquías 3:10


"Tenía un mensaje muy solemne para el pueblo sobre el tema del diezmo y las ofrendas. Algunos de los presentes habían afirmado ser incapaces de ver la cuestión del diezmo. ¿Acaso eran incapaces de percepción para discernir esta cuestión, tan antigua y lejana como los días de Abraham? Después que hizo la conquista sobre los reyes y recuperó [los] bienes robados a los habitantes de Sodoma, y a los cautivos, y los devolvió al rey de Sodoma, "Melquisedec rey de Salem"-el representante de Jesucristo-"trajo pan y vino:"-no fermentado-"y era sacerdote del Dios Altísimo. Y le bendijo, y dijo: Bendito sea Abram del Dios altísimo, poseedor del cielo y de la tierra; y bendito sea el Dios altísimo, que entregó a tus enemigos en tu mano. Y le dio el diezmo de todo". [Leí versículo por versículo Malaquías, capítulos tercero y cuarto. Nunca di un mensaje más cercano y escudriñador que aquel día, sábado 3 de octubre de 1896." 11LtMs, Lt 158, 1896, par. 2 (Referencia del Inglés)

Domingo - 15 de Enero

El Diezmo Equivale a la Décima Parte


Lee Génesis 14:18-20 y Hebreos 7:1-9 ¿Cuál fue la respuesta de Abram al encontrarse con Melquisedec? ¿Qué nos enseña esto sobre la antigüedad de esta práctica?


Lee Génesis 28:13, 14, 20-22. ¿Qué prometió Dios que haría por Jacob, y cuál fue la respuesta de Jacob a Dios?

El sistema del diezmo se remonta hasta más allá del tiempo de Moisés. Ya en los días de Adán se requería de los hombres que ofreciesen a Dios donativos de índole religiosa, es decir, antes que el sistema fuese dado a Moisés en forma definida. Al cumplir lo requerido por Dios, debían manifestar, mediante sus ofrendas, aprecio por las misericordias y las bendiciones de Dios para con ellos. Esto continuó durante las generaciones sucesivas y fue practicado por Abrahán, quien dio diezmos a Melquisedec, sacerdote del Altísimo. El principio existía en los días de Job. Mientras Jacob estaba en Betel, peregrino, desterrado y sin dinero, se acostó una noche, solitario y abandonado, teniendo una piedra por almohada, y allí prometió al Señor: "De todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti". Génesis 28:22. Dios no obliga a los hombres a dar. Todo lo que ellos dan debe ser voluntario. El no quiere que afluyan a su tesorería ofrendas que no se presenten con buena voluntad. CPI 499.2

En cuanto a la cantidad requerida, Dios ha especificado que sea la décima parte de los ingresos. Esto queda a cargo de la conciencia y generosidad de los hombres, cuyo juicio debe ejercerse libremente en este asunto del diezmo. Y aunque queda librado a la conciencia, se ha trazado un plan bastante definido para todos. No se requiere compulsión alguna. CPI 500.1

Miqueas 6:6, 7 - “¿Con qué me presentaré ante Jehová, y adoraré al Dios Altísimo? ¿Me presentaré ante él con holocaustos, con becerros de un año?¿Se agradará Jehová de millares de carneros, o de diez mil arroyos de aceite? ¿Daré mi primogénito por mi rebelión, el fruto de mis entrañas por el pecado de mi alma?”.

Esta pregunta por el pueblo de Dios en el desarrollo de esta escritura revela que lo que ellos piensan sería lo más agradable para el Señor. Ellos piensan que un presente de cualquier clase de cosas materiales quizá el presente más aceptable que pueden ofrecer para la remisión de sus pecados. Nosotros con nuestros propios ojos realmente vemos esta misma cosa por todas nuestras iglesias. Esta misma condición alcanzada en los días del primer advenimiento de Cristo; los Judíos eran muy particulares acerca de pagar el diezmo aún en las más mínimas cosas de sus ganancias, en tales como menta, anís, y comino, pero omitían “lo que es lo más importante de la ley, el juicio, la misericordia, y la fe”. Mateo 23:23. El diezmo honesto era para su crédito, dice el Señor, pero el diezmar nunca remplazaría el juicio, la misericordia, y la fe…

Lunes - 16 de Enero

¿Dónde Está el Almacén?


Lee Malaquías 3:10. ¿Qué podemos aprender de este versículo sobre el destino de nuestro diezmo?

A medida que la obra de Dios se extienda, se pedirá ayuda más y más frecuentemente. Para que estas peticiones puedan atenderse, los cristianos deben prestar atención al mandato: "Traed todos los diezmos al alfolí, y haya alimento en mi casa." Malaquías 3:10. Si los profesos cristianos fueran fieles en traer a Dios sus diezmos y ofrendas, su tesorería estaría llena. No habría entonces que recurrir a exposiciones, loterías, o excursiones de placer para asegurar fondos para el sostén del Evangelio. HAp 272.2

¿Dónde ha de buscar uno el alfolí de Dios? - donde está la Verdad de Dios para hoy, de donde quiera que se distribuye el “alimento a tiempo”.

La declaración, “Traed todos los diezmos al alfolí”, implica que algunos ya lo están trayendo, pero no todos. Esto, junto con la acusación que toda la nación está robando a Dios, positivamente muestra que los diezmos ahora son traídos, no al alfolí de Dios, sino a alguna otra casa. Para repetir, el alfolí de Dios siempre ha sido y siempre será donde está “el mensaje de la Hora”, donde está la “Verdad Presente”, la casa de la cual el “alimento a tiempo” es distribuido al tiempo que son pagados los diezmos.

Lee Deuteronomio 12:5-14. Estos versículos no indican que los hijos de Dios pudieran usar su propia discreción en cuanto a dónde depositar su diezmo. ¿Qué principios podemos tomar de estos versículos para nosotros hoy?

"Se me ha presentado durante años que mi diezmo debía ser apropiado por mí para ayudar a los ministros blancos y de color que estaban desatendidos y no recibían lo suficiente como para mantener a sus familias. Cuando se me llamaba la atención sobre ministros ancianos, blancos o negros, era mi deber especial investigar sus necesidades y suplirlas. Este debía ser mi trabajo especial, y lo he hecho en varios casos. Nadie debe dar notoriedad al hecho de que en casos especiales el diezmo se usa de esa manera". 2MR 99.2

"No os preocupéis de que algunos medios vayan directamente a los que tratan de hacer obra misionera de una manera tranquila y eficaz. No todos los medios deben ser manejados por una sola agencia u organización. Hay mucho que hacer concienzudamente por la causa de Dios. Hay que buscar ayuda en todas las fuentes posibles. Hay hombres que pueden hacer el trabajo de asegurar los medios para la causa, y cuando éstos actúan concienzudamente y en armonía con los consejos de sus compañeros de trabajo en el campo que representan, no se debe poner la mano restrictiva sobre ellos. Son ciertamente obreros junto con Aquel que dio su vida por la salvación de las almas". SpM 421.7

En ninguna parte de las Escrituras encontramos permiso para usar el dinero del Señor a nuestra propia discreción. La única justificación para hacerlo sería la pura incapacidad, por alguna razón de enviarlo al "almacén" del Señor. Sin embargo, si uno voluntariamente se involucrara en tal práctica, entonces daría un mal ejemplo ante los demás. Y si siguiendo su ejemplo, otros asumieran el mismo derecho, su curso inevitablemente resultaría en perjudicar seriamente la obra del Señor, desangrar y subvertir Su tesorería, y así desorganizar Su obra y reducir la iglesia a una mera cáscara, mientras sus miembros se contratan a sí mismos como obreros en la viña del Señor, ayudándose a sí mismos con el dinero del Señor, ¡y corriendo sin haber sido enviados! ¡Qué Babilonia sería esa!

Aunque el Señor ordena: "Traed todos los diezmos al alfolí" (Mal. 3: 10), no dice que traigamos todas las ofrendas. Así, Él muestra que si nos dedicamos a alguna caridad personal o actividad misionera, debemos sostenerla con las ofrendas, no con el diezmo.

Martes - 17 de Enero

El Propósito del Diezmo


Lee Levítico 27:30 y Números 18:21, 24. ¿Qué propone Dios hacer con el diezmo?

Dios ha dispuesto que la proclamación del Evangelio dependa de las labores y dádivas de su pueblo. Las ofrendas voluntarias y el diezmo constituyen los ingresos de la obra del Señor. De los medios confiados al hombre, Dios reclama cierta porción: la décima parte. Los deja libres a todos de decir si han de dar o no más que esto. Pero cuando el corazón se conmueve por la influencia del Espíritu Santo, y se hace un voto de dar cierta cantidad, el que ha hecho el voto no tiene ya ningún derecho a la porción consagrada. Las promesas de esta clase hechas a los hombres serían consideradas como obligación; ¿y no son más obligatorias las que se hacen a Dios? ¿Son las promesas consideradas en el tribunal de la conciencia menos obligatorias que los acuerdos escritos de los hombres? HAp 61.2

Originalmente Dios apartó el diezmo para el sostenimiento de toda la tribu de Leví, y como sólo a un levita se le permitía ministrar en todo lo concerniente al servicio religioso, esto prueba que desde el sumo sacerdote, cuyo oficio era el más alto, hasta el portero, todos eran sostenidos por el diezmo. Sin embargo, nuestros principales hermanos en este tiempo hacen que los ancianos de la iglesia local, los diáconos, el coro, etc., que están haciendo el trabajo que corresponde sólo a un levita, trabajen por nada y se mantengan a sí mismos, y como consecuencia la obra del Señor es descuidada, mientras que la mesa del ministerio está sobrecargada. Además, Dios originalmente santificó los dones y las ofrendas del pueblo como lo hizo con el diezmo, pero no para el sustento de los levitas en la antigüedad o para el ministerio en nuestro tiempo, sino para alimentar a los pobres, ministrar a los enfermos, etc. No obstante, los ministros de nuestro tiempo están consumiendo ambos -- diezmos y ofrendas -- y al hacerlo no sólo han privado a otros obreros en relación con el evangelio, sino también a los pobres y a los enfermos, a los huérfanos y a las viudas.

Lee Hechos 20:35. ¿Cuál es el mensaje aquí, y cómo se relaciona con la cuestión del diezmo?

Pablo trabajaba algunas veces noche y día, no solamente para su propio sostén, sino para poder ayudar a sus colaboradores. Compartía sus ganancias con Lucas, y ayudaba a Timoteo. Hasta sufría hambre a veces, para poder aliviar las necesidades de otros. La suya era una vida de abnegación. Hacia el fin de su ministerio, en ocasión de su discurso de despedida a los ancianos de Efeso, en Mileto, pudo levantar ante ellos sus manos gastadas por el trabajo, y decir: "La plata, o el oro, o el vestido de nadie he codiciado. Antes, vosotros sabéis que para lo que me ha sido necesario, y a los que están conmigo, estas manos me han servido. En todo os he enseñado que, trabajando así, es necesario sobrellevar a los enfermos, y tener presente las palabras del Señor Jesús, el cual dijo: Más bienaventurada cosa es dar que recibir." Hechos 20:33-35. HAp 283.3

Si los ministros sienten que están sufriendo durezas y privaciones en la causa de Cristo, visiten con la imaginación el taller donde Pablo trabajaba. Recuerden que mientras este hombre escogido por Dios confeccionaba tiendas, trabajaba por el pan que ya había ganado con justicia por sus labores como apóstol. HAp 284.1

Satanás está sugiriendo a algunos en ciertas secciones del campo que están haciendo más por la causa de la verdad que algunos otros y que aquellos que pueden estar haciendo menos están cosechando los beneficios de sus labores en lugar de ellos mismos.

Si esto es así, y si han confiado plenamente en Aquel de quien es la viña en lugar de en los administradores de Sus medios para su recompensa, deben ser los más felices, por el hecho de que Aquel que dijo: "El obrero es digno de su salario", los recompensará más abundantemente de lo que nosotros podríamos hacer incluso en nuestro mejor esfuerzo.

Miércoles, 18 de Enero

¿Diezmo Sobre la Renta Bruta o Neta?


Lee 1 Reyes 17:9-16. ¿Cuál era la situación de la viuda antes de que Elías acudiera a ella? ¿Qué le pidió el profeta que hiciera antes de ocuparse de sí misma y de su hijo? ¿Qué podemos aprender de este relato sobre la cuestión que nos ocupa?

En cuanto a la cantidad requerida, Dios ha especificado que sea la décima parte de los ingresos. Esto queda a cargo de la conciencia y generosidad de los hombres, cuyo juicio debe ejercerse libremente en este asunto del diezmo. Y aunque queda librado a la conciencia, se ha trazado un plan bastante definido para todos. No se requiere compulsión alguna. 3TI 433.2

Deuteronomio 14:22 dice: “Indefectiblemente diezmarás todo el producto del grano que rindiere tu campo cada año”. ¿Cómo debería yo diezmar mi cosecha?

Para facilitar la respuesta a esta pregunta, consideremos el caso de un cultivador de papas. Digamos que él no tiene gastos de obreros contratados, de riego, de renta, etc. Si él es libre de semejantes gastos, y si su ingreso total es de $50 dólares por acre, entonces la cantidad entera estará sujeta al diezmo, la que por supuesto sería $5 por acre. Sin embargo, si él tiene que operar con gastos adicionales para producir su cosecha, entonces, claramente, tales gastos deberían deducirse del valor entero de su producción, y él diezmará sólo de lo que queda. Por ejemplo, si el valor total de su cosecha es $50 por acre, y sus gastos son $10 por acre, entonces, la ganancia neta, la cantidad sujeta al diezmo sería $40 dólares por acre, y el diezmo sería solamente $4 dólares en lugar de $5 por acre.

Por otra parte, si uno es un empleado sosteniendo los gastos de seguro social, transportación de ida y vuelta a su trabajo, etc., entonces se substrae la cantidad de los gastos de sus ganancias antes de diezmarlos. Por ejemplo, si se recibe $100 mensualmente, y tiene que pagar 10 centavos cada día o como $2,60 al mes por transportación, entonces él substrae $2,60 de $100 y diezma de lo que queda $97,40.

Si el ingreso de uno proviene de rentar sus edificios, entonces se substrae la cantidad que se gasta para mantener la propiedad del ingreso total. Computando sus ingresos de esta forma, uno diezma todos sus bienes.

Puesto que la Biblia enseña que uno debería diezmar todos sus aumentos, por lo tanto ¿No debería uno diezmar todos sus regalos?

Usada como sustantivo, la palabra “aumento” significa “Lo que es añadido a la cantidad original: ganancia”, - la entrada por el trabajo o por la herencia de uno. Como no sabemos que pueda ser entendido bíblicamente ordenar que se diezmen los pequeños regalos de amor, la decisión debe descansar enteramente en el individuo.

Jueves - 19 de Enero

Un Diezmo Honesto o Fiel


Lee 1 Corintios 4:1, 2. Como hijos de Dios y administradores de sus bendiciones, ¿qué clase de personas se nos pide que seamos?

Debemos reconocer la propiedad de Dios—El cimiento de la integridad comercial y del verdadero éxito es el reconocimiento del derecho de propiedad de Dios. El Creador de todas las cosas es el propietario original. Nosotros somos sus mayordomos. Todo lo que tenemos es depósito suyo para ser usado de acuerdo con sus indicaciones. HC 332.1

Los requerimientos de Dios ocupan el primer lugar. No estamos haciendo su voluntad si le consagramos lo que queda de nuestros ingresos después que han sido suplidas todas nuestras necesidades imaginarias. Antes de consumir cualquier parte de nuestras ganancias, debemos sacar y presentar a Dios la porción que él exige. En la antigua dispensación, se mantenía siempre ardiendo sobre el altar una ofrenda de gratitud, para demostrar así la infinita obligación del hombre hacia Dios. Si nuestros negocios seculares prosperan, ello se debe a que Dios nos bendice. Una parte de estos ingresos debe consagrarse a los pobres, y una gran porción debe dedicarse a la causa de Dios. Cuando se le devuelve a Dios lo que él pide, el resto será santificado y bendecido para nuestro propio uso. Pero cuando un hombre roba a Dios reteniendo lo que él requiere, su maldición recae sobre el conjunto. 4TI 468.2

Lee Mateo 25:19-21. ¿Cuándo se nos pide que rindamos cuentas de nuestra gestión de los fondos de Dios? ¿Qué se les dice a los que han sido fieles financieramente?

Malaquías 3:6-9 - "Porque Yo soy el Señor, no cambio; por eso vosotros, hijos de Jacob, no habéis sido consumidos. Aun desde los días de vuestros padres os habéis apartado de Mis ordenanzas, y no las habéis guardado. Volveos a mí, y yo me volveré a vosotros, dice Jehová de los ejércitos. Pero vosotros dijisteis: ¿A dónde volveremos? ¿Robará un hombre a Dios? Pues a Mí me habéis robado. Pero vosotros decís: ¿En qué te hemos robado? En diezmos y ofrendas. Malditos sois con maldición; porque me habéis robado, toda esta nación".

Estos versículos no culpan a los miembros individuales de la iglesia por robar al Señor, sino a toda la denominación, a "toda la nación". Además, usted notará que la historia del capítulo tres de Malaquías comienza con el capítulo dos. Allí notarás que el Señor se dirige al ministerio, no a los laicos, diciendo: "...Oh sacerdotes, este mandamiento es para vosotros." Mal. 2:1. Claramente, entonces, el problema radica en el hecho de que aunque los laicos como regla pagan diezmos y ofrendas fieles, sin embargo Dios es robado porque la Denominación está tomando los diezmos y al mismo tiempo está luchando en lugar de aceptar y promulgar Su mensaje para hoy - el Juicio para los Vivos. Su dinero es usado para engañar a Su pueblo de Su Verdad en lugar de iluminarlos con Ella - manteniendo a Su pueblo en la oscuridad y el engaño, incluso prohibiéndoles investigar el mensaje de la hora por ellos mismos. ¡Que cargo!

Viernes - 20 Enero

Estudio Adicional

¿Deberíamos pagar nuestros diezmos al “alfolí” si sabemos que no son usados correctamente?

Sabiendo que nuestros diezmos pertenecen al alfolí de Dios, nuestra mayor carga debería ser que sean fielmente pagados allí. En ninguna parte en la Biblia encontramos que el Señor ha colocado sobre cualquiera que pague el diezmo, el ser policía de los canales por los cuales pasan estos fondos.

La tesorería del Señor está bajo Su control, y si Él mismo no ve debido corregir algún abuso en el manejo de Su dinero, ciertamente nosotros no podríamos corregirlo por mucho que intentemos. Si guardamos cuidadosamente esa parte de Su obra que Él nos confía, nuestra única preocupación será saber dónde está Su “alfolí”, y entonces fielmente depositar Su dinero allí. No nos ha hecho responsables de su uso, porque Él personalmente tomará el control, - aún más Él está “tomando las riendas en sus propias manos”.

Cuando la tierra prometida fue dividida entre las doce tribus de Israel, la tribu de Leví no recibió tierra por su herencia, como lo hicieron las once tribus. En lugar de eso, el Señor mandó que los diezmos de las otras tribus debían de darse a los Levitas. Esto fue su heredad. Los diezmos fueron en realidad suyos. Y así como los que recibían los diezmos no tenían derecho de decir a los pagadores de diezmos qué hacer con el resto de sus ganancias después que ellos habían diezmado, así los que pagaban los diezmos no tenían derecho a dictar a los que los recibían, qué hacer con esos diezmos. Cada tribu misma fue responsable ante el Señor para lo que Él le había confiado. Así debe ser hoy.

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