Jacob, El Suplantador

Lección 9, 2do Trimestre, Del 21 al 27 de Mayo del 2022

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Sábado por la Tarde – 21 de Mayo

Texto para Memorizar:

“El respondió: —¿No es cierto que llamaron su nombre Jacob? Pues ya me ha suplantado estas dos veces: Se llevó mi primogenitura, y he aquí que ahora también se ha llevado mi bendición. —Y añadió—: ¿No te queda una bendición para mí? ” RVa — Génesis 27:36


“Jacob y Rebeca triunfaron en su propósito, pero por su engaño no se granjearon más que tristeza y aflicción. Dios había declarado que Jacob debía recibir la primogenitura y si hubiesen esperado con confianza hasta que Dios obrara en su favor, la promesa se habría cumplido a su debido tiempo. Pero, como muchos que hoy profesan ser hijos de Dios, no quisieron dejar el asunto en las manos del Señor. Rebeca se arrepintió amargamente del mal consejo que había dado a su hijo; pues fué la causa de que quedara separada de él y nunca más volviera a ver su rostro. Desde la hora en que recibió la primogenitura, Jacob se sintió agobiado por la condenación propia. Había pecado contra su padre, contra su hermano, contra su propia alma, y contra Dios. En sólo una hora se había acarreado una larga vida de arrepentimiento. Esta escena estuvo siempre presente ante él en sus años postrimeros, cuando la mala conducta de sus propios hijos oprimía su alma.” PP54 179.1

Domingo – 22 de Mayo

Jacob y Esaú

Genesis 25: 21-34.

Compara las dos personalidades de Jacob y Esaú. ¿Qué cualidades de Jacob lo predisponían a ser digno de la bendición de Isaac?

En el sobrenatural nacimiento y vidas de Esaú y Jacob, hay un evidente diseño y tipología Divino. La extraña anomalía de la experiencia de esta familia obviamente dramatizada en miniatura una experiencia a través de la cual pasaría la iglesia de Dios algún día. Rebeca misma fue bien informada de este hecho cuando “el Señor le dijo: Dos naciones hay en tu seno, Y dos pueblos serán divididos desde tus entrañas. Y un pueblo será más fuerte que el otro pueblo, Y el mayor servirá al menor”. Versículo 23.

¿Cuál es la tipología en este latente drama de la vida? Básicamente la que está en la interpretación de Pablo del igualmente intenso drama de Agar e Ismael, Sara e Isaac. La Inspiración revela el hecho que el primer par representa la iglesia del Antiguo Testamento y sus miembros, los Judíos; y que el último par representa la iglesia del Nuevo Testamento y sus miembros, los Cristianos (Gálatas 4:22-31).

Similarmente, aunque en otra fase, Rebeca también representa la iglesia, mientras Esaú y Jacob representan su descendencia, los laicos. Y puesto que los dos combatían dentro de la madre antes que hubiesen nacido (libertados), la lección importante es que mientras que la iglesia está de parto con sus hijos justo antes que sean libertados, reciban el segundo nacimiento (Juan 3:3) y sean guiados al reino, ellos han de combatir dentro. Así como Rebeca cargando dos hijos hace saber que la iglesia está cargando dentro de sí dos clases de pueblo - Esauitas y Jacobitos.

“Hay dos influencias opositoras” afirma la Inspiración, “que se ejercen contínuamente sobre los miembros de la iglesia. Una influencia trabaja para purificación de la iglesia, y la otra para la corrupción del pueblo de Dios”. Testimonios para los Ministros, página 46.

La manera en que Esaú y Jacob nacieron - Jacob siguiendo a Esaú agarrado de su talón- tiene un significado muy obvio: Esaú a la cabeza lo hace un tipo de líderes que poseen su carácter, y Jacob siguiéndole lo hace un tipo de seguidores que poseen su carácter. Esta analogía infalible significa, también, que uno representa una clase la cual precede a la otra en la confraternidad de la iglesia. Generalmente hablando, por lo tanto, juntos representan los candidatos de un sucesor ministerio y laicos respectivamente.

También hay un significado típico en el hecho adicional que Esaú nació velludo y Jacob lampiño. Esta sobresaliente diferencia externa obviamente significa alguna clase de visible identificación sobresaliente de las dos clases tipificadas.

Dios ordena al hombre dirigir y a la mujer seguirle, y como tal él creó al hombre velludo y a la mujer lampiña. Estas marcas Divinas de distinción revelan que Esaú y la clase que representa poseen la habilidad natural de liderazgo, mientras que Jacob y la clase que representa no. Además siendo el primogénito, Esaú por derecho de nacimiento había de ser el sacerdote de la familia. Por medio de él habían de venir los primogenitores de las doce tribus, los profetas, los príncipes, y los reyes de Israel, aun el mismo Rey de reyes, el Salvador del mundo.

Pero los deseos, ambiciones, y propósitos de Esaú y Jacob, corrían contra sus posiciones heredadas. Esaú no tuvo interés especial en la parte de la obra que por derecho su primogenitura le permitía, mientras que Jacob la anhelaba. Aunque obstruido, por la ley de la herencia de poseer la parte de Esaú, Jacob en su excesivo anhelo por el derecho de primogenitura se las ingenió para apropiarse de éste en el tiempo oportuno. Luego para recibir las bendiciones de su padre, él consintió al convenio de su madre para obtenerlo por engaño.

La trágica lección es dolorosamente eminente: La clase como Esaú que atiende los deberes de su oficio menos de lo que su santidad demanda, indiferentemente dejan que se le escape de sus manos, a las ansiosas manos extendidas para tomar de la clase como Jacob, que verdaderamente aprecian y alaban su obligación, pero quienes, no habiendo nacido con el liderazgo natural, deben adquirir el equipo para el santo oficio pasando a través del entrenamiento disciplinario de algunas experiencias de prueba para el alma como es prefigurado por el entrenamiento de Jacob mientras él era un fugitivo de su tierra. Así en esta suerte providencial, arrojados de la iglesia por sus hermanos ancianos, como fue arrojado Jacob de la casa por su hermano mayor, por su celo en el servicio de Dios, ellos obtienen un entrenamiento para la privilegiada obra que será de ellos.

¡Que inestimable bendición los primogénitos, el ministerio presente, están perdiendo! De ellos es el incomparable privilegio de estar sobre el Monte de Sión con el Cordero y de apadrinar a los súbditos del Reino de los últimos días, anunciando el Reino, trayendo el segundo advenimiento de Cristo, y finalmente guiando a las huestes redimidas a la Canaán celestial, a la regiones de a gloria que no se desvanece. Pero ellos están por perder - ¡tragedia de tragedias!.

¡Por alguna seductora vianda de potaje permitieron que se les escapará este soberano privilegio! Tristemente, aun ahora están permitiendo que se les escape a la clase como Jacob, los fieles laicos, los 144.000 futuros siervos de Dios (Apocalipsis 7:3; 5:10; Testimonios para la Iglesia, Volumen 5, página 450).

“Así como Esaú despertó para ver la locura de su cambio precipitado cuando era tarde para recobrar lo perdido, así les ocurrirá en el día de Dios a los que han trocado su herencia celestial por la satisfacción de goces egoístas”. Patriarcas y Profetas, página 181. (También léase Testimonios para la Iglesia, Volumen 2, página 35-38).

“Hermanos”, hace años imploró el Espíritu de Verdad con los primogénitos amonestándolos de su peligro de perder su derecho de primogenitura, “si continuáis siendo tan ociosos y mundanos y tan egoístas como antes, Dios os pasará seguramente por alto, y tomará a los que tienen menos cuidado de sí mismos, son menos ambiciosos de honores mundanales, y no vacilarán, como no vaciló su maestro, en cuanto a salir del campamento cargados de oprobio. La obra será dada a quienes la acepten, y la aprecien y entretejan sus principios con su experiencia diaria. Dios elegirá a hombres humildes, que traten de glorificar su nombre y de hacer progresar su causa, más bien que honrarse y favorecerse a sí mismos. El suscitará hombres que no tengan tanta sabiduría mundanal, pero que estén relacionados con él, que busquen fuerza y consejo de lo alto”. Testimonios para la Iglesia, Volumen 5, página 436.

“El llamado para hacer esta grande y solemne obra se hizo a hombres eruditos y de elevada posición; si éstos no hubieran tenido una opinión tan elevada de sí mismos y hubieran confiado completamente en el Señor, él lo hubiera honrado permitiéndoles llevar su estandarte triunfantemente hasta la victoria …

“Dios ha de llevar a cabo una obra en nuestros días que muy pocos anticipan. Levantará y exaltará en nuestro medio a aquellos que son enseñados por la unción de su Espíritu en vez de por la enseñanza de las instituciones científicas del mundo”.Testimonios para la Iglesia, Volumen 5, página 77.

“Aquí [Ezequiel 9:5-6] vemos que la iglesia, el santuario del Señor, era la primera en sentir los golpes de la ira de Dios. Los ancianos, aquellos a quienes Dios había brindado gran luz, que se habían destacado como guardianes de los intereses espirituales del pueblo, habían traicionado su cometido. Habían asumido la actitud de que no necesitamos esperar milagros ni la señalada manifestación del poder de Dios como en los tiempos anteriores. Los tiempos han cambiado. Estas palabras fortalecen su incredulidad, y dicen: el Señor no hará bien ni mal. Es demasiado misericordioso para castigar a su pueblo. Así el clamor de paz y seguridad es dado por hombres que no volverán a elevar su voz como trompeta para mostrar al pueblo de Dios sus transgresiones y a la casa de Jacob sus pecados. Estos perros mudos que no querían ladrar, son los que sienten la justa venganza de un Dios ofendido. Hombres, jóvenes y niñitos, todos perecen juntos”.Testimonios para la Iglesia, Volumen 5, página 196.

Ahora, esta numerosa fase tipológica se torna en su siguiente aspecto, Esaú y Jacob se ven en otra representación de dos clases pecaminosas: Esaú, tanto por el color de su piel como el significado de su nombre después que fue cambiado de Esaú a Edom; Jacob, por el significado de su nombre antes que fuera cambiado de Jacob a Israel.

Singularmente suficiente, como era el color rojo de la piel de Esaú, así era el significado de su nuevo nombre, Edom. Y así como fracasó en apreciar y abrigar el don paternal, nunca cumpliendo el significado de su nombre de nacimiento (“el que termina”), se ve que su nuevo nombre, a diferencia del nuevo nombre de Jacob, significa, no prosperidad, sino que en cambio fracasó en prosperar, yendo desfrenado en sus caminos carnales permaneciendo en su natural o innato, carácter “rojo”. De aquí que, la clase de dirigentes que él tipifica perderán, nunca terminarán su obra asignada por Dios, y nunca serán transformados de pecadores a santos. ¡Que pérdida!

No así, entonces, con la clase como Jacob. Así como su tipo, que diligentemente cuidaba de las ovejas, cuidadosamente atendía sus negocios, y triunfantemente venció su naturaleza ambiciosa, se cambió su nombre de Jacob (suplantador) a Israel (un vencedor y así un Príncipe), así ellos, también, triunfando finalmente sobre su propia naturaleza carnal, tienen sus nombres cambiados de Jacobitas a Israelitas, de suplantadores a vencedores, - de siervos del yo a siervos de Dios, de Cristianos comunes en Laodicea a exaltados príncipes sobre el Monte de Sión. Así en su propio derecho, los antitípicos Jabobitos vienen a ser los antitípicos Israelitas, por la adquisición del derecho, por nacimiento, al sacerdocio, ellos llegan a ser los que finalizan la obra del evangelio y como siervos de Dios ellos están en pié sobre el Monte de Sión.

Así se ve que ambas clases, como sus tipos, han cambiado su nombre: la clase como Jacob, porque ellos estiman, como lo hizo Jacob, una primogenitura imperecedera; la clase como Esaú, porque ellos la desprecian, como lo hizo Esaú, la primogenitura imperecedera, y aprecian la gloria perecedera de esta vida. Una tiene un sentido perspicaz, correcto de los valores de la vida; la otra, un sentido embotado, incorrecto de ellos.

Y aunque Jacob carecía de las habilidades naturales para hacer los deberes de su oficio, la carencia fue mas que compensada por su celo dominante. Sin importar, por lo tanto, cuanto talento natural y entrenamiento adquirido pueda uno tener para cualquier posición, nunca tendrá éxito al menos que invierta en ésta todo lo que posee - ponga todo su corazón y alma en ella. Esta es una de las leyes inmutables de la vida, y debiera ser recordado por todos que esta prosperidad gobierna en todo campo de esfuerzo, tanto para el creyente como el incrédulo.

Puesto que la pérdida de uno es siempre la ganancia del otro, así como la pérdida de Esaú fue la ganancia de Jacob, así la terrible, irreparable e inapreciable pérdida de la clase como Esaú será una gloriosa ganancia eterna para la clase como Jacob.

En el remordimiento de conciencia sobre la realización de su inestimable pérdida, Esaú “no halló lugar de arrepentimiento, aunque lo procuró con lágrimas”. Hebreos 12:17. Su destino irrevocablemente es tipo de lo que les sobrecogerá a todos los que por sus obras se colocan asimismo en la clase como Esaú.

Lunes – 23 de Mayo

La Escalera de Jacob

Genesis 28: 10-22; 11: 1-9

¿En qué se diferencia Betel de Babel? ¿Qué lección podemos aprender sobre nuestra relación con Dios de la experiencia de Jacob en Betel frente a lo que ocurrió en Babel?

  En la primera noche de su huida de la ira asesina de Esaú, Jacob, usando una piedra por almohada, se acostó a reposar:

“Y soñó, y he aquí una escalera que estaba apoyada en tierra, y su cabeza tocaba en el cielo; y he aquí ángeles de Dios que subían y descendían por ella”. Génesis 28:12.

¿Qué significa el sueño? Siendo otra faceta de la misma tipología, necesariamente debe ser un prototipo de un evento digno de atención que sobrecogerá al pueblo de Dios, los Jacobitas.

Desde que la escalera, con una orilla en la tierra y la otra en el cielo, simboliza a Cristo (Patriarcas y Profetas, página 183), y desde que los ángeles bajando y subiendo la escalera son sus mensajeros (El Conflicto de los Siglos, página 566), todo significa que Cristo establecería por medio de sí mismo una segura y constante comunicación entre el cielo y la tierra.

“Y será que en aquel tiempo responderé, dice Jehová, yo responderé a los cielos, y ellos responderán a la tierra”. Oseas 2:21.

Martes – 24 de Mayo

El Engañador Engañado

Genesis 29: 1-30

¿Cómo y por qué permite Dios el engaño de Labán? ¿Qué lecciones aprendió Jacob?.

“Jacob trabajó fielmente siete años por Raquel, y los años durante los cuales sirvió, "le parecieron como pocos días, porque la amaba". Génesis 29:20. Pero el egoísta y codicioso Labán, deseoso de retener tan valioso ayudante, cometió un cruel engaño al sustituir a Lea en lugar de Raquel. El hecho de que Lea misma había participado del engaño hizo sentir a Jacob que no la podía amar. Su indignado reproche fue contestado por Labán con el ofrecimiento de que trabajara por Raquel otros siete años. Pero el padre insistió en que Lea no debía ser repudiada, puesto que esto deshonraría a la familia. De este modo se encontró Jacob en una situación sumamente penosa y difícil; por fin, decidió quedarse con Lea y casarse con Raquel. Fue siempre a Raquel a quien más amó; pero su predilección por ella provocó envidia y celos, y su vida se vio amargada por la rivalidad entre las dos hermanas.” PP 168.1

Miércoles – 25 de Mayo

La Bendición de la Familia

Genesis 29: 31-30:22

¿Cómo vamos a entender hoy el significado de lo que ocurre aquí?

 Junto con el camino cronológico de esta numerosa fase tipológica, ahora en pensamiento sigamos a Jacob en Padan-aram. Allí tomó para sí cuatro esposas - Lea y Raquel, las hijas de Laban; luego Zilpa y Bilha, sus respectivas criadas. Estas cuatro fueron las madres de los doce hijos de Jacob, que después fueron los padres de las doce tribus de Israel.

En esta progresión tipo del Israel espiritual, solo una de las cuatro, Lea, era la esposa legal de Jacob. Solamente ella, por consiguiente, puede tipificar la iglesia verdadera y legal, la cual fue organizada en Jerusalén por el reino de las doce tribus, y la cual finalmente desenvolvió en la Iglesia Cristiana.

Raquel necesariamente representa una iglesia hermana, la que fue organizada en Samaria por el reino de las diez tribus y dispersada entre los Gentiles.

Zilpa y Bilha, siendo “extranjeras” y siervas de Lea y Raquel, deben necesariamente representar iglesias subsecuentes de origen Gentil.

De estas cuatro líneas descendieron los antitípicos hijos de Israel. Y lo que es verdad en la genealogía física debe ser verdad también en la genealogía espiritual. De aquí que, mientras que la antitípica, como la típica, las doce tribus vienen a través de ambas madres Israelitas y Gentiles, con todo ellas son procreadas por un mismo padre, un Israelita.

Dispersadas por Dios a través de las naciones Gentiles, ambos Judá (el reino de dos tribus) e Israel (el reino de las diez tribus) fueron absorbidas por ellas. Luego, también, la Iglesia Cristiana, solo un retoño de la iglesia Judía (los discípulos y apóstoles de Cristo, como también los primeros conversos de la iglesia, fueron puramente Judíos, recordemos), dejaron su título “Judía” del Antiguo Testamento cuando tomó su título “Cristiana” en el Nuevo Testamento. Luego gradualmente perdió su follaje Judío entre el follaje de las ramas Gentiles injertadas.

Jueves – 26 de Mayo

Jacob se va

Genesis 30:25-32

¿Qué ocurre aquí y qué tipo de razonamiento utiliza Jacob? ¿Cuál es la respuesta de Labán?

“Jacob habría dejado a su astuto pariente mucho antes, si no hubiese temido el encuentro con Esaú. Ahora comprendió que estaba en peligro frente a los hijos de Labán, quienes, considerando suya la riqueza de Jacob, tratarían tal vez de obtenerla por la fuerza. Se encontraba en gran perplejidad y aflicción, sin saber qué camino tomar. Pero recordando la bondadosa promesa de Betel, llevó su problema ante Dios y buscó su consejo. En un sueño se contestó a su oración: "Vuélvete a la tierra de tus padres, y a tu parentela; que yo seré contigo." PP54 191.5

“La ausencia de Labán le ofreció una ocasión para marcharse. Jacob reunió rápidamente sus rebaños y manadas, y los envió adelante. Luego atravesó el Eufrates con sus esposas y niños y siervos, a fin de apresurar su marcha hacia Galaad, en la frontera de Canaán. Tres días después, Labán se enteró de su huída, y se puso en camino para perseguir la caravana, a la cual dió alcance el séptimo día de su viaje. Estaba lleno de ira y decidido a obligarlos a volver, lo que no dudaba que podría hacer, puesto que su compañía era más fuerte. Los fugitivos estaban realmente en gran peligro.” PP54 192.1

“Si Labán no realizó su intención hostil, fue porque Dios mismo se interpuso en favor de su siervo. "Poder hay en mi mano para haceros daño; pero el Dios de tu padre me habló anoche diciendo: "Cuídate de no hablarle a Jacob descomedidamente"", es decir, que no debía inducirlo a volver, ni por la fuerza ni mediante palabras lisonjeras.” PP 171.4

Viernes – 27 de Mayo

Estudio Adicional

 Después de veinte años de servicio fiel en Padan-aram, en el sagaz, engañoso empleo de Labán, su tío, al fin Jacob volteó su cara y sus pasos hacia su país, hacia la casa de su padre en la tierra de la promesa.

Pero la dificultad le sobrecogió. Mientras luchaba con sus temores acerca del resultado de su inminente encuentro con Esaú, “y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba”. Génesis 32:24.

Aquí cae el hombre Jacob y se levanta el hombre Israel, ejemplificando la agonizante experiencia a través de la cual su posteridad debe pasar victoriosamente antes que ellos, también, reciban un nuevo nombre, pasar de hijos de Jacob a hijos de Dios, venir a ser israelitas verdaderamente. Habiendo obtenido la victoria sobre esta prueba, “el tiempo de angustia de Jacob”, llegarán al hogar, la tierra de la promesa, el feliz final de su larga y angustiosa jornada.

Sobre este tiempo de prueba el Espíritu de Profecía comenta: “Se promulgó un decreto para matar los santos, lo cual los hizo clamar día y noche por su libramiento. Este fue el tiempo de la angustia de Jacob”. Primeros Escritos, páginas 36-37. (Véase también Patriarcas y Profetas, páginas 200-201).

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