Enséñanos a Orar

Lección 2, Primer Trimestre, del 6 al 12 de Enero del 2024.

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Sábado por la tarde, 6 de Enero

Texto para memorizar:

"Y aconteció que, estando él orando en cierto lugar, cuando cesó, uno de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos." RV - Lucas 11:1


En la oración ejemplar del Señor se encuentra el camino perfecto. Allí está la oración hermosa, la oración perfecta, cada palabra repleta de propósito y significado: "Padre nuestro", no "Padre mío" (especialmente en la oración pública); "perdónanos...como", no simplemente "perdónanos"; "Venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad en la tierra", no en el cielo, sino "como en el cielo".

Breve, pero inclusivo y sin repeticiones, nos enseña a dirigirnos a nuestro Creador por Su título paternal, nuestro Padre, que nos une a Él más estrechamente que cualquier otro de Sus títulos. Nos hace comprender nuestra total dependencia de Él para todas nuestras necesidades. Cubre nuestros pecados y nos reconcilia con nuestro Padre, y nos hace amigos de nuestros semejantes, incluso de aquellos que pecan contra nosotros. Crea en nosotros amor por Su Reino, y nos inspira celo para trabajar por su venida. Y finalmente, nos lleva a hacer todo lo posible por la entronización de Su voluntad aquí en la tierra.

"¿Quién puede entender sus errores? límpiame de faltas secretas. Guarda también a tu siervo de pecados presuntuosos; que no se enseñoreen de mí; entonces seré recto, y seré inocente de la gran transgresión. Sean gratos a tus ojos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón, oh Jehová, fortaleza mía y redentor mío." RV - Salmo 19:12-14

Domingo, 7 de Enero

Fomentar el uso de los Salmos en la Oración


Lee Salmo 105:5, Colosenses 3:16 y Santiago 5:13. ¿Cuál es el lugar de los Salmos en la experiencia de adoración del creyente?

Es menester que los miembros de iglesia confiesen sus rebeldías y que se unan. Mis hermanos, no permitáis que nada se introduzca que os separe unos de otros o de Dios. No habléis de diferencias de opinión, sino más bien uníos en el amor de la verdad tal como es en Jesús. Presentaos ante el Señor y reclamad la sangre del Salvador como razón para recibir auxilio en el conflicto contra el mal. No rogaréis en vano. Al acercaros a Dios, contritos de corazón y llenos de la seguridad que da la fe, venceréis al enemigo que procura destruiros. 8TPI 19.2

Volveos al Señor, oh prisioneros de esperanza. Buscad la fuerza en Dios, el Dios viviente. Manifestad una fe constante y humilde en su poder y en su deseo de salvar. De Cristo fluye el manantial vivo de salvación. Él es la Fuente de vida y de todo poder. Cuando por la fe nos aferremos de su poder, él cambiará de la manera más maravillosa la perspectiva más desanimadora. Hará esto para la gloria de su nombre.

Dios invita a sus seguidores fieles, que creen en él, que les inspiren ánimo a los que son incrédulos y que no tienen esperanza. Que el Señor nos ayude a auxiliarnos unos a otros y a probarlo por medio de una fe viviente.

"Cantad con gozo a Dios, fortaleza nuestra; al Dios de Jacob aclamad con júbilo. Entonad canción, y tañed el pandero, el arpa deliciosa y el salterio". Salmos 81:1, 2.

"Bueno es alabarte, oh Jehová, y cantar salmos a tu nombre, oh Altísimo; anunciar por la mañana tu misericordia, y tu fidelidad cada noche, en el decacordio y en el salterio, en tono suave con el arpa. Por cuanto me has alegrado, oh Jehová, con tus obras; en las obras de tus manos me gozo". Salmos 92:1-4. 8TPI 19.3 - 8TPI 19.6

Lunes, 8 de Enero

Confianza en Tiempos Difíciles


Lee el Salmo 44. ¿Qué nos está diciendo y por qué es relevante para los creyentes de todas las épocas?

Una vez que David se hubo afianzado en el trono de Israel, la nación gozó de un largo período de paz. Los pueblos vecinos, viendo la fortaleza y la unidad del reino, no tardaron en creer prudente desistir de las hostilidades abiertas; y David, ocupado con la organización y el desarrollo de su reino, evitó toda guerra agresiva. Sin embargo, hizo finalmente la guerra a los viejos enemigos de Israel, los filisteos, y a los moabitas, y logró la victoria sobre ambos pueblos y los sujetó a tributo.

Todas las naciones vecinas formaron entonces contra David una gran coalición, que dió origen a las mayores guerras y victorias de su reinado, y al mayor incremento de su poder. Esta alianza hostil, que surgió en realidad de los celos inspirados por el creciente poder de David, no había sido provocada por él… PP54 771.1 - PP54 771.2

Los peligros que habían amenazado a la nación con la destrucción total resultaron ser, gracias a la providencia de Dios, el medio por el que se elevó a una grandeza sin precedentes. Al conmemorar sus notables liberaciones, David canta: PP 715.3 (Referencia del Inglés)

"Tú eres mi Rey, oh Dios: Ordena liberaciones para Jacob. Por Ti derribaremos a nuestros enemigos: En tu nombre pisotearemos a los que se levanten contra nosotros. Porque no confiaré en mi arco, Ni me salvará mi espada. Pero Tú nos has salvado de nuestros enemigos, Y has avergonzado a los que nos odiaban". Salmo 44:4-7. PP 716.3 (Referencia del Inglés)

Martes, 9 de Enero

Un Salmo de Desesperación


Lee el Salmo 22. ¿Qué podemos aprender de este salmo sobre la confianza en Dios en medio de un gran sufrimiento?

Después que Jesús fue clavado a la cruz, varios hombres fuertes la levantaron y la colocaron con gran violencia en el lugar preparado con ese fin, causando al Hijo de Dios la más dolorosa agonía. Y entonces se produjo una escena terrible. Los sacerdotes, dirigentes y escribas se olvidaron de la dignidad de sus sagrados cargos, y se unieron con la turba para burlarse y reírse del agonizante Hijo de Dios diciéndole: "Si tú eres el Rey de los judíos, sálvate a ti mismo". Lucas 23:37. Y otros repetían burlonamente entre ellos: "A otros salvó, a sí mismo no se puede salvar". Marcos 15:31. Los dignatarios del templo, los curtidos soldados, el mal ladrón en la cruz y los viles y crueles que se hallaban entre la multitud, todos se unieron para maltratar a Cristo.

Los ladrones que fueron crucificados con Jesús sufrieron la misma tortura física que él. Pero sólo uno de ellos se endureció; el dolor lo desesperó y le infundió rebeldía. Se unió a las burlas de los sacerdotes y vilipendió a Jesús diciéndole: "Si tú eres el Cristo, sálvate a ti mismo y a nosotros". Lucas 23:39. El otro malhechor no era un criminal endurecido. Cuando oyó las diatribas de su compañero de fechorías, "le reprendió, diciendo: ¿Ni aún temes tú a Dios, estando en la misma condenación? Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; mas éste ningún mal hizo". Vers. 40, 41. Acto seguido, cuando su corazón sintió la atracción de Cristo, la iluminación celestial invadió su mente. En Jesús, magullado, escarnecido y colgado de una cruz, vio a su Redentor, a su única esperanza, y se dirigió a él con humilde fe: "Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el Paraíso". Vers. 42, 43.*

Con asombro los ángeles consideraron el infinito amor de Jesús quien, mientras sufría la más atroz agonía mental y física, sólo pensó en los demás y animó a creer al alma penitente. Al derramar su vida hasta la muerte, manifestó un amor por los hombres más fuerte que ésta. Muchos de los que fueron testigos de esas escenas del Calvario más tarde se afirmaron en la fe de Cristo.

Los enemigos del Señor aguardaron su muerte entonces con impaciente esperanza. Creían que esos acontecimientos eliminarían para siempre los rumores de su poder divino y la maravilla de sus milagros. Se complacían en pensar en que entonces no necesitarían temblar más por causa de su influencia. Los indiferentes soldados que extendieron el cuerpo de Jesús en la cruz se repartieron sus ropas y contendieron por una prenda tejida pero sin costura. Finalmente decidieron el asunto echando suertes. La pluma movida por la inspiración describió con exactitud esta escena cientos de años antes que ocurriera: "Porque perros me han rodeado; me ha cercado cuadrilla de malignos; horadaron mis manos y mis pies... repartieron entre sí mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes". Salmos 22:16, 18. HR 230.2 - HR 231.3

Miércoles, 10 de Enero

De la Desesperación a la Esperanza


Lee el Salmo 13. ¿Qué dos estados de ánimo principales puedes distinguir en este salmo? ¿Qué decisión crees que provocó el cambio radical en la perspectiva general del salmista?

Cristo se regocijó de que podía hacer más en favor de sus discípulos de lo que ellos podían pedir o pensar. Habló con seguridad sabiendo que se había promulgado un decreto todopoderoso antes que el mundo fuese creado. Sabía que la verdad, armada con la omnipotencia del Espíritu Santo, vencería en la contienda con el mal; y que el estandarte manchado de sangre ondearía triunfantemente sobre sus seguidores. Sabía que la vida de los discípulos que confiasen en él sería como la suya, una serie de victorias sin interrupción, no vistas como tales aquí, pero reconocidas así en el gran más allá.

"Estas cosas os he hablado—dijo,—para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción: mas confiad, yo he vencido al mundo." Cristo no desmayó ni se desalentó, y sus seguidores han de manifestar una fe de la misma naturaleza perdurable. Han de vivir como él vivió y obrar como él obró, porque dependen de él como el gran Artífice y Maestro. Deben poseer valor, energía y perseverancia. Aunque obstruyan su camino imposibilidades aparentes, por su gracia han de seguir adelante. En vez de deplorar las dificultades, son llamados a superarlas. No han de desesperar de nada, sino esperarlo todo. Con la áurea cadena de su amor incomparable, Cristo los ha vinculado al trono de Dios. Quiere que sea suya la más alta influencia del universo, que mana de la fuente de todo poder. Han de tener poder para resistir el mal, un poder que ni la tierra, ni la muerte ni el infierno pueden dominar, un poder que los habilitará para vencer como Cristo venció. DTG 633.3 - DTG 634.1

Jueves, 11 de Enero

Oh, Restáuranos Otra Vez


Lee el Salmo 60:1-5. ¿Para qué ocasiones crees que este salmo sería una oración adecuada? ¿Cómo podemos beneficiarnos de los salmos de lamentación incluso en épocas alegres de la vida?

Has dado a los que te temen bandera, que alcen por causa de la verdad. Salmos 60:4.

Asegúrese de que la verdad está inscripta en su bandera en todas las ocasiones y en todos los lugares.

Todos los humanos son seres queridos para el corazón de Dios; porque han sido comprados por precio. Como nación, los judíos no quisieron aceptar a Cristo. Los había conducido en sus viajes, como su invisible e infinito Guía. Les había comunicado su voluntad, pero cuando fueron puestos a prueba, lo rechazaron a él que era su única esperanza, su única salvación; y Dios los rechazó a ellos. "Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios". Juan 1:12. Para todos los que aceptan y obedecen las condiciones, los dones de Dios fluyen continuamente, sin arrepentirse por otorgarlos y sin retaceos. Dios impartió dones al hombre para que los use, no de acuerdo con ideas heredadas o antojadizas, no de acuerdo con impulsos o inclinaciones naturales, sino de acuerdo con su voluntad...

Los que temían a Dios debían pensar por sí mismos. No debían permitir que otros pensaran por ellos. Sus mentes ya no debían estar encadenadas a máximas, teorías y doctrinas erróneas. La ignorancia y el vicio, el crimen y la violencia, la opresión que se ejerce desde las altas esferas, debían ser desenmascarados. La Luz de la vida vino a este mundo a resplandecer en medio de la oscuridad moral. El Evangelio debía ser proclamado entonces entre los pobres y los oprimidos. A los humildes se les daría la oportunidad de entender cuáles son los verdaderos requisitos que hay que llenar para entrar en el reino de Dios.

Y hoy los hombres de los rangos inferiores han de tomar su lugar obedeciendo el mandato: "Avanzad". Por fe han de hacer frente a las dificultades, sin atreverse a ceder a la contienda y al parloteo de las lenguas incrédulas. Deben avanzar de un grado de éxito a otro, orando siempre y ejercitando esa fe que responde a la oración....

Los instrumentos del Señor son muchos. Pero todos los que se sienten inclinados a trabajar de acuerdo con los planes de Dios, están comprendidos en las palabras "porque... vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios". 1 Corintios 3:9. Los siervos de Dios deben avanzar de manera que no se pierda ni uno solo de los dones del Señor. Su voluntad debe estar completamente sometida a Dios, de manera que cuando llegue el momento establecido por él, su vara reverdezca. Nadie sabe exactamente qué rumbo tomará la obra, pero los siervos del Altísimo deben estar siempre dispuestos, en condiciones de comprender los procedimientos y la voluntad de su Jefe.—Carta 8, del 23 de enero de 1889, dirigida al Dr. J. H. Kellog, director médico del Sanatorio de Battle Creek, Míchigan. CDCD 29.1 - CDCD 29.5

Viernes, 12 de Enero

Estudio Adicional

David, en medio de las vicisitudes de su vida borrascosa, mantenía comunión con el cielo por medio del canto. Cuán dulcemente se reflejan los episodios de su vida de muchacho pastor en las palabras:

"Jehová es mi pastor; nada me faltará.En lugares de delicados pastos me hará descansar.Junto a aguas de reposo me pastoreará...Aunque ande en valle de sombra de muerte,No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo;Tu vara y tu cayado me infundirán aliento".13

Ya hombre, y como fugitivo que tenía que buscar refugio en las rocas y las cuevas del desierto, escribió:

"Dios, Dios mío eres tú; de madrugada te buscaré;Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela,En tierra seca y árida donde no hay aguas...Porque has sido mi socorro,Y así en la sombra de tus alas me regocijaré".

"¿Por qué te abates, oh alma mía,Y por qué te turbas dentro de mí?Espera en Dios,Porque aún he de alabarle,Salvación mía y Dios mío".

"¡Jehová es mi luz y mi salvación!¿De quién temeré?¡Jehová es la fortaleza de mi vida!¿De quién he de atemorizarme?"14

La misma confianza respiran las palabras escritas cuando, como rey destronado y sin corona, David huyó de Jerusalén a causa de la rebelión de Absalón. Abatido por la pena y el cansancio producido por la fuga, se detuvo con sus compañeros junto al Jordán, para descansar unas horas. Lo despertó la invitación a huir inmediatamente. El grupo de hombres, mujeres y niños debía cruzar el río profundo y correntoso, en la oscuridad; porque lo perseguían tenazmente las fuerzas del hijo traidor.

En aquella hora de amarga prueba, David cantó:

"Con mi voz clamé a Jehová,Y el me respondió desde su monte santo.

Yo me acosté y dormí,Y desperté, porque Jehová me sustentaba.No temeré a diez millares de gentes, que pusieren sitio contra mí". ED98 164.1 - ED98 165.3