Cónyuges: Juntos en la Cruz

Lección 10, 3er Trimestre, del 26 de Agosto al 1 de Septiembre del 2023

img rest_in_christ
Comparta esta Lección
005 facebook
001 twitter
004 whatsapp
007 telegram
Download Pdf

Sábado por la tarde – 26 de Agosto

Texto para memorizar:

"Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla y purificarla en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.” KJV - Efesios 5:25-27


Para vencer al enemigo y mantener la unidad y la armonía, que cada creyente deje de criticar a sus hermanos; que vigile sus propios pasos y no los de ellos; que se dé cuenta de que ellos tienen la misma oportunidad que él de conocer la diferencia entre el bien y el mal; que cargue con su propia responsabilidad y no con la de ellos; que los considere mejores que a sí mismo; y que no haga ni diga nada que no quisiera que le hicieran o le dijeran a él.

Que cada uno comprenda, como lo hizo Pablo, que la caridad -la paciencia a través del amor- es el más indispensable, urgente y elevado de todos los logros:

"Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo caridad, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. Y aunque tuviese el don de profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia; y aunque tuviese toda la fe, de tal manera que traspasase los montes, y no tengo caridad, nada soy.

"Y aunque repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y aunque entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo caridad, de nada me sirve. La caridad es sufrida y benigna; la caridad no tiene envidia; la caridad no se jacta de sí misma, no se envanece, no se porta indecorosamente, no busca lo suyo, no se irrita, no piensa el mal; no se goza de la iniquidad, mas se goza de la verdad; todo lo soporta, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.

Domingo, 27 de Agosto

Consejos para Esposas Cristianas


¿Qué quiere decir Pablo al exhortar a los miembros de la Iglesia a someterse unos a otros? ¿Cómo debemos entender esta idea? Ef. 5:21.

Claramente, este mandato divino encarga a la esposa que respete a su marido como lo haría con el Señor, siendo el marido el salvador temporal de la familia, como el Señor es el salvador eterno de la iglesia. "...Cristo...amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla y purificarla en el lavamiento del agua por la palabra". Ef. 5:25, 26. Cuando ella hace caso omiso de este mandato divino, insulta a Dios.

"Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia". Ef. 5:25.

Por lo tanto, igual de vinculante y sagrada es la responsabilidad del esposo hacia su esposa. Debe considerarla como Cristo a su iglesia. Cuando hace menos que esto, viola la ley del Señor.

Así, mientras la iglesia está obligada a respetar y obedecer a su Señor, la esposa debe respetar y obedecer a su esposo; y el esposo está obligado a amar y cuidar a su esposa como el Señor ama y cuida a su iglesia. De aquí se sigue que la casa del Señor se asemeja a la casa del esposo. Por consiguiente, de la misma manera que el Señor controla los asuntos de Su casa, la iglesia, así el esposo debe controlar los asuntos de su hogar, la familia.

Y puesto que el propio bienestar de la iglesia depende de su cooperación con la voluntad del Señor, del mismo modo el bienestar de la familia depende de su cooperación con la voluntad del padre. Por lo tanto, es doblemente claro el hecho de que así como Cristo es la cabeza de la iglesia, el padre es la cabeza del hogar. Y así como la iglesia convertida se regocija en agradar a su Cabeza, Cristo, de la misma manera la esposa convertida se regocija en agradar a su cabeza, su marido. En este estado feliz, tanto el hombre como la mujer se dan cuenta de que, después de todo, son el segundo yo del otro.

"Pero quiero que sepáis", declara Pablo, "que la cabeza de todo varón es Cristo; y la cabeza de la mujer, el varón; y la cabeza de Cristo, Dios. Todo hombre que ora o profetiza con la cabeza cubierta, deshonra su cabeza. Pero toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta, deshonra su cabeza; porque toda ella es como si estuviera rapada." "Sin embargo, ni el hombre es sin la mujer, ni la mujer sin el hombre, en el Señor. Porque así como la mujer es del hombre, así también el hombre es por la mujer; pero todas las cosas son de Dios." 1 Cor. 11:3-5, 11, 12.

Lunes, 28 de Agosto

La Iglesia Como Esposa de Cristo: Primera Parte


Compara Efesios 5:25-27, 29 con la historia fundacional de Ezequiel 16:1-14. ¿Qué elementos de esa historia refleja Pablo en su propio esbozo?

"¿Quién puede encontrar una mujer virtuosa? pues su precio es muy superior al de los rubíes. El corazón de su marido confía en ella con seguridad, de modo que no tendrá necesidad de botín. Ella le hará bien y no mal todos los días de su vida. Ella busca lana y lino, y trabaja de buena gana con sus manos. Es como las naves de los mercaderes; trae su alimento de lejos. Se levanta cuando aún es de noche y da de comer a su familia y una ración a sus doncellas. Considera un campo y lo compra; con el fruto de sus manos planta una viña. Ceñirá sus lomos con fortaleza y fortalecerá sus brazos. Comprueba que su mercadería es buena; su vela no se apaga de noche. Pone sus manos en el huso, y sus manos sostienen la rueca. Extiende su mano al pobre, y extiende sus manos al menesteroso. No teme la nieve por su familia, porque toda su familia está vestida de grana. Se hace tapices; sus vestidos son de seda y púrpura. Su marido es conocido en las puertas, cuando se sienta entre los ancianos de la tierra. Ella hace lino fino, y lo vende; y da fajas al mercader. Fortaleza y honra son su vestidura; y se alegrará en los tiempos venideros. Abre su boca con sabiduría, y en su lengua está la ley de la bondad. Cuida los caminos de su familia y no come el pan de la ociosidad. Sus hijos se levantan y la llaman bienaventurada; también su marido la alaba. Muchas hijas han sido virtuosas, pero tú las superas a todas. Engañosa es la gracia, y vana la hermosura; mas la mujer que teme al Señor, ésa será alabada." Prov. 31:10-30.

Así que mientras la esposa reina cuida de los asuntos internos de la familia, el esposo rey cuida de los asuntos externos de la familia.

Además, así como el Señor mismo es el Director de Su iglesia como una escuela, y Su "esposa" (la iglesia, pero especialmente el ministerio--los que engendran convertidos, niños, en la fe), la maestra de sus hijos (miembros), así el esposo es el director de su hogar como una escuela, y su esposa la maestra de sus hijos.

Martes, 29 de Agosto

La Iglesia Cómo Esposa de Cristo: Segunda Parte


¿Cómo utiliza Pablo elementos de las bodas antiguas para apelar a los cristianos de Corinto? ¿Cuándo tiene lugar la presentación? (2 Cor. 11:1-4)

Aquellos que sí concluyen ser guiados a elegir el matrimonio, y que están decididos a moverse en temor para la gloria de Dios, necesariamente se casarán "sólo en el Señor": no tomarán para sí ni a incrédulos ni a creyentes mundanos inconversos, descuidados y no consagrados. Los sabios mantendrán constantemente en mente la comprensión de que la vestimenta y el comportamiento mundanos no pueden encantar a un verdadero cristiano y, por lo tanto, no es posible que produzcan una unión cristiana feliz, duradera y verdadera. Pondrán sus afectos sólo en alguien que sea un ferviente, celoso, industrioso adherente de mente espiritual a la Verdad Presente.

Y un requisito igualmente importante para el éxito de esta empresa, la más excelente y a la vez la más difícil de la vida, es que nadie la emprenda prematuramente, sin haber hecho toda la preparación necesaria. Por consiguiente, ningún joven davidiano temeroso de Dios puede moralmente permitirse contemplar el matrimonio a menos que sea uno que, habiendo determinado temprano en la vida qué oficio o profesión le conviene más, haya fijado su meta, y la haya alcanzado o esté en camino de alcanzarla, haya construido y amueblado una casa o tenga los medios para hacerlo, o por lo menos haya amueblado o pueda amueblar una.

Si se intenta asumir las complejas, pesadas y difíciles responsabilidades de dirigir un hogar según el orden de Dios, sin haber hecho plenamente los preparativos esenciales aquí mencionados, poco se puede esperar que se desarrollen las facultades físicas, mentales y espirituales a las que un cristiano está divinamente destinado a llegar. Si descuida esto, hará de la vida un trabajo penoso y una maldición, y se convertirá en un mero acumulador de tierra en lugar de ser una bendición para la tierra. En lugar de ser noblemente independiente de los demás, será innoblemente dependiente de ellos; en lugar de ser una influencia edificante para la sociedad, será una influencia degradante; en lugar de proporcionar a sus hijos una seguridad razonable de oportunidades, dándoles el cuidado y la formación que todo ser humano merece, engendrará una prole de desgraciados, condenados con toda probabilidad al bajo destino de los inadaptados.

Miércoles, 30 de Agosto

Ama a tu Esposa como a ti Mismo


¿Qué nuevos argumentos utiliza Pablo para animar a los maridos a practicar el amor tierno hacia sus esposas?

Para comprender lo que es en verdad el matrimonio, se requiere toda una vida. Los que se casan ingresan en una escuela en la cual no acabarán nunca sus estudios. 7TI 47.2

En vuestra unión para toda la vida, vuestros afectos deben contribuir a vuestra felicidad mutua. Cada uno debe velar por la felicidad del otro. Tal es la voluntad de Dios para con vosotros. Mas aunque debéis confundiros hasta ser uno, ni el uno ni el otro debe perder su individualidad. Dios es quien posee vuestra individualidad; y a él debéis preguntar: ¿cómo puedo alcanzar mejor el blanco de mi existencia?... Vuestro amor por lo que es humano debe ser secundario a vuestro amor a Dios. La abundancia de vuestro amor debe dirigirse hacia Aquel que dio su vida por vosotros. El alma que vive para Dios le tributa el mejor de los afectos. ¿Se dirige la mayor parte de vuestro amor hacia Aquel que murió por vosotros? Si es así, vuestro amor recíproco será conforme al orden celestial. 7TI 47.5

Ninguno de los dos debe tratar de dominar. El Señor ha presentado los principios que deben guiarnos. El esposo debe amar a su esposa como Cristo amó a la iglesia. La mujer debe respetar y amar a su marido. Ambos deben cultivar un espíritu de bondad, y estar bien resueltos a nunca perjudicarse ni afligirse el uno al otro. 7TI 48.4

No tratéis de constreñiros el uno al otro. No podéis obrar así y conservar vuestro amor recíproco. Las manifestaciones de la propia voluntad destruyen la paz y la felicidad de la familia. No dejéis penetrar el desacuerdo en vuestra vida conyugal. De lo contrario seréis desdichados ambos. Sed amables en vuestras palabras y bondadosos en vuestras acciones; renunciad a vuestros deseos personales. Vigilad vuestras palabras, porque ellas ejercen una influencia considerable para bien o para mal. No dejéis traslucir irritación en la voz, mas poned en vuestra vida el dulce perfume de la semejanza de Cristo. 7TI 48.5

Antes de entrar en una unión tan íntima como el matrimonio, un hombre debiera aprender a dominarse a sí mismo y a tratar con los demás. 7TI 49.1

Hermano mío, sea bueno, paciente, indulgente. Acuérdese de que su esposa le ha aceptado por marido no para que usted la domine sino para que le ayude… 7TI 50.1

Hay una victoria que ambos debéis obtener, cueste lo que cueste: la victoria sobre la terquedad. No la obtendréis sino mediante la ayuda de Cristo. Podréis luchar mucho tiempo para dominaros, pero no tendréis éxito si no recibís la fuerza de lo alto. Mediante la gracia de Cristo, podréis obtener la victoria sobre vosotros mismos y sobre vuestro egoísmo. Si vivís la vida de Cristo, si a cada paso consentís al sacrificio, si manifestáis constantemente una simpatía siempre mayor para con aquellos que necesitan ayuda, obtendréis victoria tras victoria. Día tras día, aprenderéis a dominaros y a fortalecer los puntos débiles de vuestros caracteres. El Señor Jesús será vuestra luz, vuestra fuerza, vuestra corona de gozo, porque habréis sometido vuestra voluntad a la suya. 7TI 50.2

Mediante su ayuda, podréis destruir el egoísmo hasta en sus raíces más profundas. 7TI 50.3

La indulgencia y el altruismo caracterizan las palabras y las acciones de quienes nacieron de nuevo para vivir una vida nueva en Cristo Jesús. 7TI 51.2

Jueves, 31 de Agosto

El Modelo Matrimonial de “ Una Sola Carne”


Estudia el relato de la Creación de Génesis 2:15-25. Qué ocurre en el relato antes de la afirmación de que marido y mujer son "una sola carne" (Gén. 2:24)?

Dios mismo dió a Adán una compañera. Le proveyó de una "ayuda idónea para él," alguien que realmente le correspondía, una persona digna y apropiada para ser su compañera y que podría ser una sola cosa con él en amor y simpatía. Eva fué creada de una costilla tomada del costado de Adán; este hecho significa que ella no debía dominarle como cabeza, ni tampoco debía ser humillada y hollada bajo sus plantas como un ser inferior, sino que más bien debía estar a su lado como su igual, para ser amada y protegida por él. Siendo parte del hombre, hueso de sus huesos y carne de su carne, era ella su segundo yo; y quedaba en evidencia la unión íntima y afectuosa que debía existir en esta relación. "Porque ninguno aborreció jamás a su propia carne, antes la sustenta y regala." "Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y allegarse ha a su mujer, y serán una sola carne." Efesios 5:29; Génesis 2:24. PP54 26.3

Dios celebró la primera boda. De manera que la institución del matrimonio tiene como su autor al Creador del universo. "Honroso es en todos el matrimonio." Hebreos 13:4. Fué una de las primeras dádivas de Dios al hombre, y es una de las dos instituciones que, después de la caída, llevó Adán consigo al salir del paraíso. Cuando se reconocen y obedecen los principios divinos en esta materia, el matrimonio es una bendición: salvaguarda la felicidad y la pureza de la raza, satisface ias necesidades sociales del hombre y eleva su naturaleza física, intelectual y moral. PP54 27.1

Sólo en un hogar cristiano así se ejemplifica el Reino de Cristo. Y al reflejar así el Reino aquí, todos esos hogares, cuando se unan colectivamente, formarán el Reino del más allá. Cuán importante es, entonces, que la madre y el padre cooperen al máximo para conducir el hogar totalmente a la manera de Cristo, a fin de asegurar su existencia ahora y para siempre.

El incumplimiento de estos principios por parte de cualquiera de los dos, destruirá el hogar y dispersará a la familia no sólo para el presente sino también para la eternidad; mientras que la práctica cuidadosa de ellos salvaguardará la prosperidad y felicidad de la familia en este mundo, y asegurará su permanencia eterna en el mundo venidero.

Viernes, 1 de Septiembre

Estudio Adicional

Entre los judíos se permitía que un hombre repudiase a su mujer por las ofensas más insignificantes, y ella quedaba en libertad para casarse otra vez. Esta costumbre era causa de mucha desgracia y pecado. En el sermón del monte, Jesús indicó claramente que el casamiento no podía disolverse, excepto por infidelidad a los votos matrimoniales. "El que repudiare a su mujer—dijo él,—fuera de causa de fornicación, hace que ella adultere; y el que se casare con la repudiada, comete adulterio." HC 309.3

Después, cuando los fariseos le preguntaron acerca de la legalidad del divorcio, Jesús habló a los oyentes de la institución del matrimonio, conforme se ordenó en la creación del mundo. "Por la dureza de vuestro corazón—dijo él—Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres: mas al principio no fué así." Se refirió a los días bienaventurados del Edén, cuando Dios declaró que todo "era bueno en gran manera." Entonces tuvieron su origen dos instituciones gemelas para la gloria de Dios en beneficio de la humanidad: el matrimonio y el sábado. Al unir Dios en matrimonio las manos de la santa pareja diciendo: "Dejará el hombre a su padre y a su madre, y allegarse ha a su mujer, y serán una sola carne," dictó la ley del matrimonio para todos los hijos de Adán hasta el fin del tiempo. Lo que el mismo Padre eterno había considerado bueno, era la ley de la más elevada bendición y progreso para los hombres. HC 309.3