Acumulen Tesoros en el Cielo

Lección 6, 1er Trimestre, del 4 al 10 de Febrero del 2023

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Sábado por la Tarde – 4 de Febrero

Texto para memorizar:

Pues, ¿de qué le sirve al hombre ganar el mundo entero y perder su alma? Porque, ¿qué dará el hombre en rescate por su alma? RVa — Marcos 8:36, 37.


Pretendemos ser cristianos que esperan la segunda venida de nuestro Señor en las nubes del cielo. ¿Qué haremos entonces con nuestro tiempo, nuestra comprensión y nuestras posesiones, los que no nos pertenecen, sino que nos han sido confiados para probar nuestra honradez? Llevémoslos a Jesús. Utilicemos nuestras riquezas para el adelantamiento de su causa. En esa forma obedeceremos esta orden: "No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtar. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón". Mateo 6:19-21.—The Review and Herald, 9 de abril de 1901. CMC 122.5

Domingo - 5 de Febrero

Noé, Halló Gracia


Lee Génesis 6:5-14. ¿Qué cambios radicales se produjeron en la vida de Noé como resultado de obedecer a Dios? ¿Qué principios podemos encontrar aquí para nosotros mismos en un mundo que necesita ser advertido de la perdición inminente?

Dios otorgó ricos y variados dones a estos antediluvianos; pero los usaron para glorificarse a sí mismos, y los trocaron en maldición poniendo sus afectos en ellos más bien que en Aquel que se los había dado. Emplearon el oro y la plata, las piedras preciosas y las maderas selectas, en la construcción de mansiones para sí y trataron de superarse unos a otros en el embellecimiento de sus moradas con las más hábiles obras del ingenio humano. Sólo procuraban satisfacer los deseos de sus orgullosos corazones, y se aturdían en escenas de placer y perversidad. No deseando conservar a Dios en su memoria, no tardaron en negar su existencia. Adoraban a la naturaleza en lugar de rendir culto al Dios de la naturaleza. Glorificaban al ingenio humano, adoraban las obras de sus propias manos, y enseñaban a sus hijos a postrarse ante imágenes esculpidas. PP54 79.1

El mundo estaba en su infancia; no obstante, la iniquidad del género humano se había hecho tan profunda y general que Dios no pudo soportarla más; y dijo: "Borraré de la faz de la tierra a los hombres que he creado". Vers. 7; véase el Apéndice, nota 1. Declaró que su Espíritu no contendería para siempre con la humanidad culpable. Si los hombres no cesaban de manchar el mundo y sus ricos tesoros con sus pecados, los borraría de su creación, y destruiría las cosas que con tanta delicia les había brindado; arrebataría las bestias de los campos, y la vegetación que les suministraba abundante abastecimiento de alimentos, y transformaría la bella tierra en un vasto panorama de desolación y ruina. PP 71.3

En medio de la corrupción reinante, Matusalén, Noé y muchos más, trabajaron para conservar el conocimiento del verdadero Dios y para detener la ola del mal. Ciento veinte años antes del diluvio, el Señor, mediante un santo ángel, comunicó a Noé su propósito, y le ordenó construir un arca. Mientras la construía, había de predicar que Dios iba a traer sobre la tierra un diluvio para destruir a los impíos. Los que creyeran en el mensaje, y se prepararan para ese acontecimiento mediante el arrepentimiento y la reforma, obtendrían perdón y serían salvos. Enoc había repetido a sus hijos lo que Dios le había manifestado tocante al diluvio, y Matusalén y sus hijos, que alcanzaron a oír las prédicas de Noé, lo ayudaron en la construcción del arca. PP 71.4

El Movimiento Noático fue comisionado a edificar una arca como advertencia al diluvio pendiente y como refugio de ella. La piedra de tropiezo especial que Satanás echó en el camino de las multitudes de ese tiempo, él inventó del hecho que nunca en toda la naturaleza habían visto algo que prestaba la evidencia más remota de que se realizaría tal fenómeno como lluvia. De esta manera, descansando en su conocimiento finito de la naturaleza y de sus posibilidades, ellos se burlaron de y menospreciaron de la ciencia de Noé y su advertencia de peligro, y continuaron “comiendo, casándose y dándose en casamiento, “hasta el día en que Noé entró en el arca y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos”. Mateo 24:38, 39.

Exaltaban la ciencia humana y menospreciaban la ciencia divina, por lo tanto, fueron prendidos en el lazo que se los llevó en el diluvio. Su suerte nos advierte solemnemente a evitar su equivocación cuidadosamente.

Lunes - 6 de Febrero

Abram, El Padre de los Fieles


Lee Génesis 12:1-3. ¿Cómo fueron "bendecidas todas las familias de la tierra..." como resultado de esta promesa y de su aceptación?

En el llamamiento dirigido a Abrahán, el Señor había dicho: "Bendecirte he, ... y serás bendición, ... y serán benditas en ti todas las familias de la tierra."2 La misma enseñanza fué repetida por los profetas. Aun después que Israel había sido asolado por la guerra y el cautiverio, recibió esta promesa: "Y será el residuo de Jacob en medio de muchos pueblos, como el rocío de Jehová, como las lluvias sobre la hierba, las cuales no esperan varón, ni aguardan a hijos de hombres."3 Acerca del templo de Jerusalén, el Señor declaró por medio de Isaías: "Mi casa, casa de oración será llamada de todos los pueblos." DTG 19.3

La Biblia claramente enseña, y la historia lo ha confirmado un sinnúmero de veces, que la desobediencia a los estatutos de Dios es desastrosa para uno mismo y para su nación. Esta verdad trágica tan incesantemente repetida a lo largo del transcurso de los siglos, no solamente entre la nación escogida de Israel, sino también entre todas las naciones de la tierra, es “para nuestra admonición en quienes los fines de los siglos han parado”.

Como la desobediencia de uno a los mandamientos de Dios acarrea daño a su nación así como a uno mismo, un Cristiano tiene la doble responsabilidad de hacer todo cuanto pueda para resguardar el bienestar y promover el éxito de ambos reinos -el espiritual y el temporal. Y para asegurarse que él mismo cumpla plenamente esta pesada y doble responsabilidad, él obedecerá implícitamente el mandamiento del Señor: “Dad a César lo que es de César y a Dios lo que es de Dios”. Marcos 12:17. “Y yo”, dice el Señor en promesa al obediente, “bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren, maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra”. Génesis 12:3.

Lee Hebreos 11:8-13. ¿Cuál es el mensaje relevante para nosotros aquí?

Muchos son incapaces de idear planes definidos para el porvenir. Su vida es inestimable. No pueden entrever el desenlace de los asuntos, y esto los llena a menudo de ansiedad e inquietud. Recordemos que la vida de los hijos de Dios en este mundo es vida de peregrino. No tenemos sabiduría para planear nuestra vida. No nos incumbe amoldar el futuro a nuestra existencia. "Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir por heredad; y salió sin saber dónde iba". Hebreos 11:8. 2MCP 373.5

Cristo, en su vida terrenal, no se trazó planes personales. Aceptó los planes de Dios para él, y día tras día el Padre se los revelaba. Así debemos nosotros también depender de Dios, para que nuestras vidas fueran sencillamente el desarrollo de su voluntad. A medida que le encomendemos nuestros caminos, él dirigirá nuestros pasos.—El Ministerio de Curación, 380 (1905). 2MCP 373.6

Isaías 51:1, 2 - “Oídme, los que seguís la justicia, los que buscáis a Jehová. Mirad a la piedra de donde fuisteis cortados, y al hueco de la cantera de donde fuisteis arrancados. Mirad a Abraham vuestro padre, y a Sara que os dio a luz; porque cuando no era más que uno solo lo llamé, y lo bendije y lo multipliqué”.

Si no tuvimos el privilegio de escoger como Abraham, Dios no nos hubiera recordado de la experiencia de Abraham. Se nos ha dicho claramente que no perdamos el ánimo sino tener fe en Dios, pues El tiene la intención de bendecir y multiplicarnos, como bendijo y multiplicó a nuestros antecesores, Abraham y Sara…

Martes - 7 de Febrero

Las Malas Decisiones de Lot


Lee Génesis 13:10-12. Qué factores racionales pudieron llevar a Lot a tomar la decisión que tomó?

Aunque Lot debía su prosperidad a su relación con Abrahán, no manifestó gratitud hacia su bienhechor. La cortesía hubiese requerido que él dejase escoger a Abrahán; pero en vez de hacer eso, trató egoístamente de apoderarse de las mejores ventajas. "Y alzó Lot sus ojos, y vió toda la llanura del Jordán, que toda ella era de riego, ... como el huerto de Jehová, como la tierra de Egipto entrando en Zoar." Génesis 13:10-13. La región más feraz de toda Palestina era el valle del Jordán, que a todos aquellos que lo veían les recordaba el paraíso perdido, pues igualaba en hermosura y producción a las llanuras fertilizadas por el Nilo que hacía tan poco tiempo habían dejado. También había ciudades, ricas y hermosas, que invitaban a hacer provechosas ganancias mediante el intercambio comercial en sus concurridos mercados. Ofuscado por sus visiones de ganancias materiales, Lot pasó por alto los males morales y espirituales que encontraría allí. Los habitantes de la llanura eran "malos y pecadores para con Jehová en gran manera," pero Lot ignoraba eso, o si lo sabía, le dió poca importancia. "Entonces Lot escogió para sí toda la llanura del Jordán," "y fué poniendo sus tiendas hasta Sodoma." Vers. 13, 11. ¡Cuán mal previó los terribles resultados de esa elección egoísta! PP54 126.1 - PP54 126.2

Abraham tomó el terreno montañoso después que Lot escogió el valle fértil adyacente a las tiendas de Sodoma y Gomorra. Allí la familia de Lot dejó la escuela de Dios y entró a la escuela del hombre. Abraham y su familia permanecieron en la escuela de Dios, aprendiendo como hacer que las montañas pagaran buenos dividendos. Abraham se hizo “muy rico, pero Lot muy pobre. Abraham, vemos, en la escuela de Dios llegó a ser el más grande negociante del mundo en sus días. El aprendió a hacer algo de la nada. Además, él era el general más grande del mundo, porque se recordará que con solo unos pocos hombres él derrotó cinco reyes, tomó sus despojos y devolvió lo útil a sus propios dueños. ¡Todo esto hizo sin la pérdida de un solo soldado! Más aún educó el único hijo que jamás voluntariamente se sometió para ser quemado en un altar sacrificial por la religión de su padre.

Lee Génesis 18:20-33. ¿Cuál, le dijo Dios a Abraham que era la razón de su visita a la tierra? ¿Cuál fue la respuesta de Abraham a la noticia de que Dios planeaba destruir estas ciudades malvadas?

Dios confirió un gran honor a Abraham. Los ángeles del cielo anduvieron y hablaron con él como con un amigo. Cuando los juicios de Dios estaban por caer sobre Sodoma, este hecho no le fue ocultado y él se convirtió en intercesor de los pecadores para con Dios. Su entrevista con los ángeles presenta también un hermoso ejemplo de hospitalidad. PP 117.3

"La comunión íntima de Jehová es con los que lo temen". Salmos 25:14. Abraham había honrado a Dios, y el Señor lo honró, haciéndole partícipe de sus consejos, y revelándole sus propósitos. "¿Encubriré yo a Abraham lo que voy a hacer?" dijo el Señor. Véase Génesis 18:17-33. Dios conocía bien la medida de la culpabilidad de Sodoma; pero se expresó a la manera de los hombres, para que la justicia de su trato fuese comprendida. Antes de descargar sus juicios sobre los transgresores, iría él mismo a examinar su conducta; si no habían traspasado los límites de la misericordia divina, les concedería todavía más tiempo para que se arrepintieran. PP 118.2 - PP 118.3

Fue la hospitalidad de Abrahán la que trajo bendición tan grande a su hogar - los tres invitados Celestiales quienes reafirmaron la promesa de un heredero. Y al mostrar complacientemente el camino hacia la ciudad caminando con ellos una corta distancia ocasionó que los ángeles le confiaran su triste misión concerniente a Sodoma. Ningún Hogar, por lo tanto, debe olvidarse “de la hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles”. Hebreos 13:2.

Miércoles - 8 de Febrero

De Engañador a Príncipe


Lee Génesis 32:22-31. ¿Qué le ocurrió aquí a Jacob, y qué lecciones espirituales podemos sacar de esta historia sobre la gracia de Dios, incluso cuando tomamos decisiones equivocadas?

Jacob codiciaba la primogenitura que, según la costumbre, debía corresponder a Esaú. Al desearla, Jacob no buscaba enriquecerse, sino la bendición espiritual que traería consigo y que Esaú no estimaba mucho, hasta que de una manera u otra Jacob la había conseguido para sí. Si un hombre desea las bendiciones espirituales con el propósito correcto, Dios se las dará.

Y a pesar del hecho de que Jacob obtuvo las bendiciones prometidas mediante un fraude, el Cielo aún sancionó lo que Isaac ató en la tierra - Jacob se convirtió en el progenitor de Cristo.

Sin embargo, la historia de Jacob es una promesa de que Dios no desechará a los que fueron arrastrados al pecado, pero que se han vuelto al Señor con verdadero arrepentimiento. Por la entrega de sí mismo y por su confiada fe, Jacob alcanzó lo que no había podido alcanzar con su propia fuerza. Así el Señor enseñó a su siervo que sólo el poder y la gracia de Dios podían darle las bendiciones que anhelaba. Así ocurrirá con los que vivan en los últimos días. Cuando los peligros los rodeen, y la desesperación se apodere de su alma, deberán depender únicamente de los méritos de la expiación. Nada podemos hacer por nosotros mismos. En toda nuestra desamparada indignidad, debemos confiar en los méritos del Salvador crucificado y resucitado. Nadie perecerá jamás mientras haga esto. La larga y negra lista de nuestros delitos está ante los ojos del Infinito. El registro está completo; ninguna de nuestras ofensas ha sido olvidada. Pero el que oyó las súplicas de sus siervos en lo pasado, oirá la oración de fe y perdonará nuestras transgresiones. Lo ha prometido, y cumplirá su palabra. PP54 201.1

Jacob, nuestro tipo, sabía bien que Dios había ordenado su vuelta de Padan-aram a su tierra natal, y todavía así tembló cuando oyó decir que Esaú con cuatrocientos hombres venía a encontrarlo. Además de sufrir por el temor, él fue obligado a luchar con el ángel toda la noche, pero él prevaleció solamente porque no dejó ir al ángel hasta que lo bendijera. Y el resultado final fue que a la mañana siguiente, Esaú, más bien que destruir la compañía de Jacob, bondadosamente saludó a Jacob con un beso y cordialmente le invitó a volver a casa. Así que cuando toda esta obra fue hecha, Jacob claramente vio que no tenía necesidad de todo lo que había temido. Cuán confortante es que “Y estas cosas acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos” (1ª. Corintios 10:11). Que lo que pasó a Jacob es seguro que nos pase a nosotros y cuán confortante es saber todas estas cosas. Ahora como nunca antes con anticipación vemos que donde hay tipo, hay también antitipo, y que donde no hay tipo no hay verdad.

Lee Génesis 49:29-33. Aunque Jacob ya no tenía propiedades en Canaán, ¿qué instrucciones dio a sus hijos respecto a su entierro? ¿Quién más está enterrado en esa cueva? ¿Por qué crees que Jacob hizo esta petición?

Jacob había sido siempre un hombre de profundos y ardientes afectos; su amor por sus hijos era fuerte y tierno, y el testimonio que dió de ellos en su lecho de muerte no fué expresión de parcialidad ni resentimiento. Había perdonado a todos, y los amó a todos hasta el fin. Su ternura paternal se habría expresado sólo en palabras de ánimo y de esperanza; pero el poder de Dios se posó sobre él, y bajo la influencia de la inspiración fué constreñido a declarar la verdad, por penosa que fuera. PP54 241.1

Una vez pronunciadas las últimas bendiciones, Jacob repitió el encargo referente al sitio de su entierro: "Yo voy a ser reunido con mi pueblo: sepultadme con mis padres ... en la cueva que está en el campo de Macpela.... Allí sepultaron a Abraham y a Sara su mujer; allí sepultaron a Isaac y a Rebeca su mujer; allí también sepulté yo a Lea." De esta manera el último acto de su vida fué manifestar su fe en la promesa de Dios. PP54 241.2

Jueves - 9 de Febrero

Moisés en Egipto


Lee Hebreos 11:24-29. Piensa en lo que Moisés dejó atrás y lo que tuvo que afrontar en su lugar. Intenta verlo desde su posición, antes de tomar la decisión. ¿Qué dejaba y qué elegía aceptar al irse?

En la corte del faraón, Moisés recibió la más alta educación civil y militar. El monarca había decidido hacer de su nieto adoptivo el sucesor del trono, y el joven fue educado para esa alta posición. "Moisés fue instruido en toda la sabiduría de los egipcios; y era poderoso en sus palabras y obras". Hechos 7:22. Su capacidad como caudillo militar lo convirtió en el favorito del ejército egipcio, y la mayoría lo consideraba como un personaje notable. Satanás había sido derrotado en sus propósitos. El mismo decreto que condenaba a muerte a los niños hebreos había sido usado por Dios para educar y adiestrar al futuro caudillo de su pueblo. PP 223.1

A los ancianos de Israel les comunicaron los ángeles que la época de su liberación se acercaba, y que Moisés era el hombre que Dios emplearía para realizar esta obra. Los ángeles también instruyeron a Moisés, diciéndole que Jehová lo había elegido para poner fin a la servidumbre de su pueblo. Suponiendo Moisés que los hebreos habían de obtener su libertad mediante la fuerza de las armas, esperaba dirigir los ejércitos hebreos contra los ejércitos egipcios, y teniendo esto en cuenta, fue cuidadoso con sus afectos, para evitar que por apego a su madre adoptiva o al faraón no se sintiera libre para hacer la voluntad de Dios. PP 223.2

De conformidad con las leyes de Egipto, todos los que ocupaban el trono de los faraones debían llegar a ser miembros de la casta sacerdotal: y Moisés, como presunto heredero debía ser iniciado en los misterios de la religión nacional. Se responsabilizó de esto a los sacerdotes. Pero aunque era celoso e incansable estudiante, no pudieron inducirlo a la adoración de los dioses. Fue amenazado con perder la corona, y se le advirtió de que sería desheredado por la princesa si insistía en su apego a la fe hebrea. Pero permaneció inconmovible en su determinación de no rendir homenaje a otro Dios que no sea el Creador del cielo y de la tierra. Razonó con los sacerdotes y los adoradores de los dioses egipcios, mostrándoles la insensatez de su veneración supersticiosa hacia objetos inanimados. Nadie pudo refutar sus argumentos o cambiar su propósito; sin embargo, por un tiempo su firmeza fue tolerada a causa de su elevada posición, y por el favor que le dispensaban tanto el rey como el pueblo. PP 223.3

Recuerdan la historia de como él empezó a libertarlos aunque no fue dicho todavía para hacerlo. Mató a un egipcio, cayó en una disputa con uno de los Hebreos, y luego huyó por su vida. De esta manera en Madián obtuvo un trabajo, llegó a ser pastor, y se casó con la hija de su empleador. Durante esos cuarenta años de su vida de pastor, él olvidó el idioma de los egipcios, y con ello, la erudición de Egipto. En lugar de ella, sin embargo, aprendió a cuidar bien a las ovejas. Por lo tanto, desvaneció de su mente la idea de liberar al pueblo de Dios de la esclavitud egipcia. Entonces fue cuando Dios lo vio fuerte y bien capaz, y lo mandó para regresar a Egipto y sacar a su pueblo acongojado. Sabéis como Moisés protestó en contra de esta idea y argumentó que había fracasado en su primer intento, el tiempo cuando era joven y bien-informado y que a aquella tarde hora de su vida él no quiso intentarlo de nuevo, que ya no podía hablar el idioma. Después de una conversación prolongada Dios removió estas objeciones prometiendole darle a su hermano Aarón, para su interlocutor, y Moisés finalmente consintió en regresar a Egipto.

Fue a Egipto, y allí con su vara de pastor obró señales y maravillas ante los egipcios y los hebreos. Y recuerdan que tuvo lugar la noche de la pascua, la noche antes que ellos salieran de Egipto. Moisés había proclamado por toda la tierra que en toda casa donde no se encontrara la sangre en los postes de las puertas en aquella noche, los primogénitos de esa casa morirían.

El siguiente día los que desobedecieron el mandato estaban ocupados en luto y en enterrar a sus muertos, mientras que los que obedecieron la orden estaban gozosamente abandonando las ciudades. Si, sólo los que fueron capaces de tomar órdenes fueron libertados de la esclavitud. Es por lo tanto, un pre-requisito que aprendamos a tomar órdenes si hemos de recibir el sello de Dios en nuestras frentes.

Viernes - 10 Febrero

Estudio Adicional

En todos los escogidos por Dios para llevar a cabo alguna obra para él, se notó el elemento humano. Sin embargo, no fueron personas de hábitos y caracteres estereotipados, que se conformaran con permanecer en esa condición. Deseaban fervorosamente obtener sabiduría de Dios, y aprender a servirle. Dice el apóstol: "Si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada". Santiago 1:5. Pero Dios no dará luz divina al hombre mientras este se halle contento con permanecer en las tinieblas. Para recibir ayuda de Dios, el hombre debe reconocer su debilidad y deficiencia; debe esforzarse por realizar el gran cambio que ha de verificarse en él; debe comprender el valor de la oración y del esfuerzo perseverantes. Los malos hábitos y costumbres deben desterrarse; y solamente mediante un decidido esfuerzo por corregir estos errores y someterse a los sanos principios, se puede alcanzar la victoria. Muchos no llegan a la posición que podrían ocupar porque esperan que Dios haga por ellos lo que él les ha dado poder para hacer por sí mismos. Todos los que están capacitados para ser de utilidad deben ser educados mediante la más severa disciplina mental y moral; y Dios los ayudará, uniendo su poder divino al esfuerzo humano. PP 226.2

Salmos 4:5 - “Ofreced sacrificios de justicia, y confiad en Jehová”.

Por experiencia personal David conoció la fidelidad de Dios: Habiendo hecho todo lo que debía ser hecho para servir a Dios, él estaba confiado que cuando el oso y el león vino a devorar sus ovejas, Dios lo libraría si él hacía todo lo que podía para salvarlas.

Además, creyendo que Dios le había prometido el reino, y habiendo sido ungido para ser rey sobre el pueblo de Dios, David no dudaba nada. Reconociendo su deber, intrépidamente fue tras el gigante Goliat que estaba desafiando a Dios y su Reino, y estaba confiado que el gigante no lo podía dañar. Por fe él libertó a su pueblo del poder del gigante. Por fe venció el león y el oso, y salvó las ovejas. Por fe supo que Saúl no podía tomar su vida, ni privarlo del trono.

No, no hay bestia, ni hombre, que pueda tomar su vida o engañarle de su ascenso si hace el mandato de Dios, si sabe que Aquel que guardó a Israel ni duerme ni se adormece (Salmos 121:3-4); que él conoce todo acerca de usted, mis amigos, cada momento del día y de la noche; que él toma nota aún de los cabellos que caen de nuestras cabezas; que cualquier cosa que le sobrevenga no es sino la voluntad de Dios para su propio bien. Yo digo, si usted sabe y cree que Él es Dios, y el guardador de su cuerpo y alma, entonces no importa que le sobrevenga, usted estará contento en ello y le dará a Dios el crédito, no murmurando, sino glorificando aun en sus pruebas y aflicciones.

Isaías 26:4 - “Confiad en Jehová perpetuamente, porque en el Señor JEHOVÁ está la fortaleza de los siglos”.

Si usted confía en Dios sinceramente, y si el mundo cayera en el espacio y chocara con las estrellas, usted felizmente volaría junto con Dios.

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