Haciendo La Paz

Lección 13, Tercer Trismestre del 16 – 22 de Septiembre 2023.

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Sábado de Tarde, 16 de Septiembre

PARA MEMORIZAR:

“Sobre todo, tomen el escudo de la fe, con que puedan apagar todos los dardos encendidos del maligno. Tomen el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios” (Efe. 6:16, 17).


La iglesia es ahora militante. Ahora nos vemos frente a un mundo sumido en las tinieblas de medianoche, casi completamente entregado a la idolatría. Pero llega el día en que la batalla habrá sido peleada, la victoria ganada. La voluntad de Dios ha de ser hecha en la tierra, como es hecha en el cielo. Entonces las naciones no reconocerán otra ley que la del cielo. Todos formarán una familia feliz y unida, revestidos con las vestiduras de alabanza y agradecimiento: el manto de la justicia de Cristo. Toda la naturaleza, con belleza insuperable, ofrecerá a Dios un constante tributo de alabanza y adoración. El mundo quedará inundado por la luz del cielo. Los años transcurrirán en alegría. La luz de la luna será como la del sol, y la del sol será siete veces mayor que ahora. Sobre la escena cantarán juntas las estrellas de la mañana y los hijos de Dios clamarán de gozo, mientras que Dios y Cristo unirán su voz para proclamar: “No habrá más pecado, ni habrá más muerte”. 8T 49

Tal es la escena que me fue presentada. Pero la iglesia debe pelear contra enemigos visibles e invisibles, y peleará. Agentes de Satanás en forma humana están en el terreno. Los hombres se han confederado para oponerse al Señor de los ejércitos. Estas confederaciones continuarán hasta que Cristo deje su lugar de intercesión ante el propiciatorio, y se vista las vestiduras de venganza. Los agentes satánicos están en toda ciudad organizando febrilmente en partidos a los que se oponen a la ley de Dios. Los que profesan ser santos y los que son francamente incrédulos se deciden por dichos partidos. Para los hijos de Dios, no es el momento de ser débiles. Ni por un instante podemos dejar de estar en guardia. 8T 49

Domingo, 17 de Septiembre

La Iglesia: Un Ejército Unificado


Lee Efesios 6:10 al 20. ¿Qué señala Pablo sobre el tipo de guerra en la que participa la iglesia? ¿Describe principalmente la batalla espiritual de un creyente individual contra el mal, o la guerra colectiva de la iglesia contra el mal?

Joel 2:1-3 – “Tocad trompeta en Sion, y dad alarma en mi santo monte; tiemblen todos los moradores de la tierra, porque viene el día de Jehová, porque está cercano. Día de tinieblas y de oscuridad, día de nube y de sombra; como sobre los montes se extiende el alba, así vendrá un pueblo grande y fuerte; semejante a él no lo hubo jamás, ni después de él lo habrá en años de muchas generaciones. Delante de él consumirá fuego, tras de él abrasará llama; como el huerto del Edén será la tierra delante de él, y detrás de él como desierto asolado; ni tampoco habrá quien de él escape”.

Aquí vemos que un mensaje ha de ser proclamado a la iglesia, a Sión, declarando que el día grande y terrible del Señor está a la mano; que será devastador tras su pueblo, y glorioso delante de ellos, – que el Señor rastrillará completamente el campo, que él reunirá cada grano de “trigo”, y luego quemará las cizañas.

Joel 2:4-6 – “Su aspecto, como aspecto de caballos, y como gente de a caballo correrán. Como estruendo de carros saltarán sobre las cumbres de los montes; como sonido de llama de fuego que consume hojarascas, como pueblo fuerte dispuesto para la batalla. Delante de él temerán los pueblos; se pondrán pálidos todos los semblantes”.

Vemos que el poder que acompañaba al antiguo Israel mientras ellos tomaban la Tierra Prometida, acompañará también a los siervos de Dios en este tiempo de cosecha.

Joel 2:7, 8 – “Como valientes correrán, como hombres de guerra subirán el muro; cada cual marchará por su camino, y no torcerá su rumbo. Ninguno confiara en su compañero, cada uno irá por su carrera; y aun cayendo sobre la espada no se herirán”.

Nada podrá detener al pueblo de Dios. Cada uno atenderá perfectamente su negocio. El Espíritu de Profecía testifica: “Cuando los santos salieron de las villas y ciudades, los persiguieron los malvados con intento de matarlos. Pero las espadas levantadas contra el pueblo de Dios se quebraron y cayeron tan inofensivas como briznas de paja”. Primeros Escritos, página 284.

Joel 2:9 – “Irán por la ciudad, correrán por el muro, subirán por las casas, entrarán por las ventanas a manera de ladrones”.

“Los siervos de Dios” ciertamente traerán a todos sus hermanos de todas las naciones (Isaías 66:20). Sí, verdaderamente, porque las piernas del Evangelio son las piernas del pueblo que lo proclama. Por supuesto, solamente con perfecta coordinación y con un ejército a prueba de balas puede la obra del evangelio ser terminada cuando la bestia de dos cuernos declare “que cualquiera que no adore la imagen de la bestia sea muerto” Apocalipsis 13:15.

Joel 2:10, 11 – “Delante de él temblará la tierra, se estremecerán los cielos; el sol y la luna se oscurecerán, y las estrellas retraerán su resplandor. Y Jehová dará su orden delante de su ejército; porque muy grande es su campamento; fuerte es el que ejecuta su orden; porque grande es el día de Jehová, y muy terrible; ¿quién podrá soportarlo?”

Habiendo anunciado cuán grande y terrible va a ser ese día, el Señor está haciendo esta súplica:

Joel 2:12-14 – “Por eso pues, ahora, dice Jehová, convertíos a mí con todo vuestro corazón, con ayuno y lloro y lamento. Rasgad vuestro corazón, y no vuestros vestidos, y convertíos a Jehová vuestro Dios; porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira y grande en misericordia, y que se duele del castigo. ¿Quién sabe si volverá y se arrepentirá y dejará bendición tras de él, esto es, ofrenda y libación para Jehová vuestro Dios?”

La súplica de Dios es que nosotros nos preparemos para encontrarnos con él ese día; que ahora como Cristianos sinceros que se dan cuenta que para tal hora como este mensaje de misericordia viene a nosotros, para que contritamente nos convirtamos a él.

Lunes, 18 de Septiembre

Cinturón Y Coraza


¿Cómo imagina Pablo que los creyentes comienzan su preparación para la batalla contra el mal? Efesios 6:14; ver también 1 Pedro 4:1; 5:8; Romanos 8:37 al 39

Daniel 2:44 – “Y en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre”.

Es entendido por la mayoría de los estudiantes de la Biblia que esta gran imagen de Daniel 2 representa los reinos desde el tiempo de Daniel hasta el fin. Aquí, vemos, que la piedra que es cortada sin mano, hiere la imagen en los pies, y la piedra llena toda la tierra. “En los días de estos reyes”, nuestro tiempo, declara la Inspiración, Dios establecerá el reino que es representado por la piedra, y éste herirá las naciones trayendo así su fin. ¿Cómo puede ser ese día sino grande para el pueblo de Dios, y terrible para las naciones? Verdaderamente, éste será el día grande y terrible del Señor.

Daniel 2:45 – “De la manera que viste que del monte fue cortada una piedra, no con mano, la cual desmenuzó el hierro, el bronce, el barro, la plata y el oro. El gran Dios ha mostrado al rey lo que ha de acontecer en lo por venir; y el sueño es verdadero, y fiel su interpretación”

La explicación de Daniel de ese día es muy breve, pero Jeremías describe el día en detalle:

Jeremías 51:21-23 – “Por tu medio quebrantaré caballos y a sus jinetes, y por medio de ti quebrantaré carros y a los que en ellos suben. Asimismo por tu medio quebrantaré hombres y mujeres, y por medio de ti quebrantaré viejos y jóvenes, y por tu medio quebrantaré jóvenes y vírgenes. También quebrantaré por medio de ti al pastor y a su rebaño; quebrantaré por tu medio a labradores y a sus yuntas; a jefes y a príncipes quebrantaré por medio de ti”.

Aquí la Inspiración explica que Dios con su Reino quebrantará las naciones, que su pueblo será su hacha o martillo. Ambos Daniel y Jeremías son precisos que el Reino ha de traer los reinos del mundo a su fin.

Miqueas 5:7 – “El remanente de Jacob será en medio de muchos pueblos como el rocío de Jehová, como las lluvias sobre la hierba, las cuales no esperan a varón, ni aguardan a hijos de hombres”.

El remanente de Jacob (los que son dejados después que las cizañas son arrancadas), cuando una vez establecidos como reino, será como lluvias de bendición a los que buscan salvación, y como león que rasga en pedazos a quienes continúan en su pecado. El día será grande para un pueblo, y terrible para el otro.

Martes, 19 de Septiembre

Sandalias: La Iglesia Hace La Paz


Repasa las ocho veces que Pablo recalca la paz en Efesios. ¿Por qué utiliza una detallada metáfora militar cuando está tan interesado en la paz? Efesios 1:2; 2:14, 15, 17; 4:3; 6:15, 23.

La voz del Espíritu por Isaías esta ahora clamando en voz fuerte: “Despierta, despierta, vístete de poder O Sión; vístete tu ropa hermosa, oh Jerusalén ciudad Santa. Porque nunca más vendrán a ti incircunciso o inmundo … “¡Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que anuncia la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salvación, del que dice a Sión: Tu Dios reina!”. Isaías 52:1, 7.

La misma Voz por Nahum también amonesta: “He aquí sobre los montes los pies del que anuncia la paz. Celebra oh Judá, tus fiestas, cumple tus votos; porque nunca más volverá a pasar por ti el malvado; pereció del todo”. Nahum 1:15.

Pero en toda su historia, la entera iglesia nunca ha aceptado un mensaje del cielo. La llamada, por lo tanto, viene a cada miembro individual. Cada uno tiene que decidir por sí mismo. Ninguno debería permitirse ser influenciado por otro. “Nadie tiene derecho de impedir que la luz llegue al pueblo. Cuando un mensaje viene en el nombre del Señor a su pueblo, nadie puede excusarse de investigar sus pretensiones … Porque siguieron este mismo proceder, las iglesias populares fueron dejadas en tinieblas parciales, y por esto los mensajes del cielo no las han alcanzado”. – Testimonios sobre la Obra de la Escuela Sabática, página 65 (en inglés); Consejos sobre la Obra de la Escuela Sabática, páginas 29, 30.

¿Qué mejores nuevas que estas necesitaría un pueblo, mientras está en cautividad? Si este mensaje del Reino de Dios, (la iglesia purificada) no es un mensaje de paz y seguridad, ¿podrían decirme entonces qué es lo que la Inspiración quiere decir cuando dice que: “Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará”. “No dirá el morador: Estoy enfermo; al pueblo que more en ella le será perdonada la iniquidad”. Isaías 11:6;33:24.

Aquí la profética Palabra de Dios claramente declara por ambos profetas Isaías y Nahum que cuando veamos publicadas estas buenas nuevas por aquel cuyos pies se ven sobre los montes (y esto está tomando lugar por primera vez desde que el profeta escribió), debe ser una señal de que los impíos, los violadores de las leyes de Moisés, pronto serán cortados de entre el pueblo de Dios.

Dios nos ayude a vestir la armadura y a obrar con fervor como quienes reconocen que las almas merecen salvarse. Procuremos una nueva conversión. Necesitamos la presencia del Santo Espíritu de Dios para enternecer nuestros corazones y evitar el espíritu de aspereza en nuestro trabajo. Ruego a Dios que su Santo Espíritu tome plena posesión de nuestros corazones. Procedamos como hijos de Dios, que buscan sus consejos y están listos para seguir sus planes dondequiera que les sean presentados. Dios será glorificado por un pueblo tal y los testigos de nuestro celo dirán: Amén, amén.

"Cuando los profesos cristianos están unidos como un solo cuerpo, uno con Cristo en Dios, son representantes de la iglesia del Primogénito. La unidad debe ser siempre el elemento de preservación en la iglesia cristiana. Los hombres y las mujeres están unidos en calidad de iglesia por un pacto solemnísimo con Dios de obedecer su Palabra, y de unirse en un esfuerzo por fortalecer la fe de unos y otros." RH 6 de enero de 1903, par. 5

Miércoles, 20 de Septiembre

Escudo, Casco Y Espada


Los creyentes, como combatientes en el Gran Conflicto, ¿cuándo y cómo deben usar el escudo, el yelmo y la espada? Efesios 6:16, 17.

La lucha entre el bien y el mal no es hoy menos feroz de lo que era en los días del Salvador. El camino al cielo no es más liso ahora que entonces. Debemos apartar todos nuestros pecados. Debemos abandonar toda indulgencia predilecta que obstaculice nuestro progreso espiritual. Si el ojo derecho o la mano derecha son causas de ofensa, debemos sacrificarlos. ¿Estamos dispuestos a renunciar a nuestra propia sabiduría y a recibir el reino de los cielos como niñitos? ¿Estamos dispuestos a deshacernos de nuestra propia justicia? ¿Estamos dispuestos a sacrificar la aprobación de los hombres? El premio de la vida eterna es de valor infinito. ¿Estamos dispuestos a dar la bienvenida a la ayuda del Espíritu Santo y a cooperar con él, haciendo esfuerzos y sacrificios proporcionales al valor del objeto a obtenerse?—The Review and Herald, 10 de febrero de 1903.

"La exhortación del Espíritu de Dios es de peculiar fuerza en este tiempo: 'Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz; sobre todo, tomando el escudo de la fe, con el cual podréis apagar todos los dardos de fuego del maligno. Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios'". RH 25 de agosto de 1896, par. 13

"El egoísmo y la incredulidad están arruinando muchas vidas. La iglesia se debilita por la ineficacia de quienes deberían llevar el yugo de Cristo y levantar sus cargas. Cristo tiene necesidad de personas de experiencia genuina. ¿Tendrá en su ejército hombres con algún defecto espiritual, soldados que deben buscar el lugar más fácil, para que el camino áspero no lastime sus pies resbaladizos? Estamos en el campo de batalla, alistados para el servicio. Cuando se oiga el toque de trompeta: "¡Avanzad!", no os detengáis a curar vuestras pequeñas dolencias. Olvida que las tienes y sigue adelante. ¿Dónde están los soldados activos que, vestidos con toda la armadura de Dios, están preparados para una guerra agresiva? ¿Dónde están los soldados que están listos para levantar el estandarte, y llevarlo a través de la batalla, bajo la orden del Capitán, hasta la victoria? RH 21 de agosto de 1900, par. 8

"Hay que contraer compromisos serios, porque el Señor viene. Fuera la indolencia que aleja a tantos de la obra. Desenterrad vuestros talentos enterrados. Tenéis la obligación de ser trabajadores activos y diligentes. "El que quiera venir en pos de mí", dijo Cristo, "niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame". No os neguéis a ver vuestras responsabilidades. Uníos en el trabajo serio por Dios. Salid a trabajar, llevando vuestros colores con vosotros". RH 21 de agosto de 1900, par. 9

Jueves, 21 de Septiembre

Practiquemos La Oración Del Campo De Batalla


"Hay un febril amor al placer en este tiempo, un temible aumento del libertinaje, un desprecio por toda autoridad. No sólo los mundanos, sino también los que profesan ser cristianos, se rigen más por la inclinación que por el deber. Las palabras de Cristo resuenan a través de los siglos: 'Velad y orad'". RH 20 de diciembre de 1881, par. 10

"Cristo vino a nuestro mundo para entablar un combate sin cuartel con este enemigo del hombre, y así arrancar a la raza de las garras de Satanás. En la realización de este objetivo, no retuvo su propia vida. Y ahora, con la fuerza que Cristo le dará, el hombre debe valerse por sí mismo, como fiel centinela contra el astuto y maquinador enemigo. El gran apóstol dice: "Anda con circunspección", vigila cada avenida del alma, mira constantemente a Jesús, el modelo verdadero y perfecto, y trata de imitar su ejemplo, no sólo en uno o dos puntos, sino en todas las cosas. Entonces estaremos preparados para cualquier emergencia. La vigilancia incesante es una gran ayuda para la oración. Evita que la mente se desvíe de los principios rectos. Impide la vanidad y la trivialidad que prevalecen en el mundo en todas partes, y en grado alarmante entre los que profesan ser cristianos. Aquel cuya mente ama morar en Dios tiene una fuerte defensa. Percibirá rápidamente los peligros que amenazan su vida espiritual, y el sentido del peligro le llevará a invocar a Dios en busca de ayuda y protección. RH 11 de octubre de 1881, par. 2

"Hay momentos en que la vida cristiana parece acosada por peligros, y el deber parece difícil de cumplir. Pero las nubes que se ciernen sobre nuestro camino, y los peligros que nos rodean, nunca desaparecerán ante un espíritu vacilante, dubitativo y falto de oración. En tales momentos la incredulidad dice: Nunca podremos superar estos obstáculos; esperemos hasta que podamos ver nuestro camino con claridad. Pero la fe impulsa valientemente a avanzar, esperándolo todo, creyéndolo todo. RH 11 de octubre de 1881, par. 3

"La atención y la vigilancia son necesarias ahora como nunca antes en la historia de la raza. Los ojos deben apartarse de la vanidad. La anarquía, el espíritu prevaleciente de la época, debe ser reprendida decididamente. Que nadie piense que no corre peligro. Mientras Satanás viva, sus esfuerzos serán constantes e incansables para hacer que el mundo sea tan perverso como antes del diluvio, y tan licencioso como lo eran los habitantes de Sodoma y Gomorra. La oración bien puede ser ofrecida diariamente por aquellos que tienen el temor de Dios ante ellos, para que Él preserve sus corazones de los malos deseos, y fortalezca sus almas para resistir la tentación. Los que en su confianza en sí mismos no sienten la necesidad de vigilancia y oración incesante, están cerca de alguna caída humillante. Todos los que no sienten la importancia de guardar resueltamente sus afectos, serán cautivados por los que practican sus artes para entrampar y extraviar a los incautos. Los hombres pueden tener un conocimiento de las cosas divinas, y una capacidad para ocupar un lugar importante en la obra de Dios; sin embargo, a menos que abriguen una fe sencilla en su Redentor, serán atrapados y vencidos por el enemigo. RH 11 de octubre de 1881, par. 4

"Es porque los deberes de vigilancia y oración han sido tan tristemente descuidados que hay una gran falta de poder moral. Esta es la razón por la cual tantos que tienen una forma de piedad no producen las obras correspondientes. Una indiferencia descuidada, una seguridad carnal respecto a los deberes religiosos y las cosas eternas, prevalece hasta un punto alarmante. La Palabra de Dios nos exhorta a ser hallados "orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia"; y de nuevo: "Sed, pues, sobrios, y velad en oración". He aquí la salvaguardia del cristiano, su protección en medio de los peligros que rodean su camino." RH 11 de octubre de 1881, par. 5

Viernes, 22 de Septiembre

Otras Reflexiones

Apocalipsis 18:1, “Después de estas cosas vi otro ángel descender del cielo teniendo grande potencia; y la tierra fue alumbrada de su gloria”. Es en este tiempo que se cumplirá la profecía de Isaías. Isaías 52:1-2: “Despierta, despierta, vístete tu fortaleza, oh Sión; vístete tu ropa de hermosura, oh Jerusalén, ciudad santa; porque nunca más acontecerá que venga a ti incircunciso ni inmundo. Sacúdete del polvo; levántate y siéntate, Jerusalén. Suelta las ataduras de tu cuello, cautiva hija de Sión. [la iglesia de Dios pura]”.

Note la última parte del primer versículo: “Porque nunca acontecerá que venga a ti incircunciso ni inmundo”. Siempre ha estado en la iglesia el incircunciso, el inmundo y el inconverso, en toda su historia, pero aquí el profeta declara que “nunca más”. Demos gracias a Dios por su preciosa promesa, y por la revelación de su Palabra. Sofonías también declara, “El resto de Israel no hará iniquidad, ni dirá mentira, ni en boca de ellos se hallará lengua engañosa; porque serán apacentados y dormirán, y no habrá quien los espante”. En Profetas y Reyes, página 535, leemos: “Revestida de la armadura de la justicia de Cristo, la iglesia entrará en su conflicto final. ‘Hermosa como la luna, esclarecida como el sol, imponente como ejércitos en orden’, ha de salir a todo el mundo, vencedora y para vencer”.